Más Allá del Rescate: Un Viaje de Amor y Supervivencia

...Wong Jiho...

Caminamos mucho, el sol ya daba señales de que iba a ponerse en pocas horas, y aún no habíamos encontrado el dichoso carro. Toshion parecía estar exhausto, hace tres noches que no duerme, ni descansa, me siento mal por él.

Sin hablar de que este silencio me está volviendo loco, yo quería conversar sobre cualquier cosa, pero tengo miedo de acabar hablando de más y que él se acabe aburriendo, aún más que está tan cansado. Yo sé que debería continuar callado, pero yo ya estaba en mi límite.

— ¡No te conté, pero yo sé quién me secuestró! — Hablé cualquier cosa para sacar tema y dio resultado, pues él me miró súper curioso.

— ¿Sabes? — Él paró de caminar y quedó de frente para mí.

— ¡Sí! ¡Se llama Yuko Namin! — Hablé mirando fijamente para él.

— Ya oí hablar de ese tipo... Él es... — Toshion paró de hablar y miró para una parte del bosque.

— ¿Qué? — Miré en la misma dirección.

— ¡Quédate quieto! — Él se puso delante de mí y quedó en posición de alerta.

Yo no estaba entendiendo nada, no vi ni oí ningún ruido, pero él se estaba comportando como si hubiese algún peligro cerca. Toshion quedó andando alrededor de mí, buscando algo, yo ya estaba nervioso sin entender nada, cuando finalmente oí voces, eran los secuaces de Namin.

¡Maldición!

Toshion miró alrededor y fue guiándome hacia adelante, yo solo obedecí. Entonces paramos cerca de un árbol enorme, ella tenía una abertura en el tronco como si fuese a dividirse a la mitad, él me empujó y quedé escondido dentro del tronco.

— ¡No salgas de aquí! — Él ordenó y yo apenas sacudí la cabeza concordando.

Toshion entonces subió en el árbol y aguardó, algunos minutos después, dos secuaces pasaron cerca del árbol, ellos se aproximaron mucho de donde yo estaba, quedé aterrado y entonces de la nada, Toshion saltó encima de ellos. Ni dio tiempo de que ellos reaccionasen, pues con la faca él rápidamente cortó la garganta de los dos.

Hasta pocos días yo nunca había visto a alguien morir, ahora eso se estaba volviendo frecuente. Ver aquello fue aterrador, Toshion los apuñaló de manera precisa, él ni titubeó, era como si aquello no fuese nada. Confieso que quedé asustado, e impresionado.

Los cuerpos quedaron allí, inertes en el suelo, la sangre escurriendo de sus cuellos, sus ojos sin vida.

— ¡Wong! ¡Doctor Wong! — Yo medio que desperté con Toshion tirándome de dentro del tronco, era como si yo hubiese entrado en trance. — ¿Estás bien? — Él sujetó mi cabeza con las manos y me miró preocupado.

— Y-yo... — Yo estaba en shock, mal conseguía hablar.

— Ahí, yo sé que eso es medio chocante, pero no podemos quedarnos aquí, otros deben estar cerca. — Él hablaba mirando directamente en mis ojos, creo que para tener certeza de que yo estaba prestando atención.

— ¡C-cierto! — Nuestra, yo temblaba como hoja.

Fuimos andando lo más rápido que Toshion conseguía tirarme, poco a poco yo fui calmándome. Estar así cerca de él, de manos dadas, me calmaba de cierta manera.

Paramos ya distantes de donde dejamos los cuerpos de los secuaces. Toshion se viró para mí aún preocupado.

— ¿Cómo te sientes? — Él continuaba mirándome en los ojos.

— Más calmo. — Respiré hondo. — Yo nunca había visto a una persona morir, y eso, el corte directo en el cuello, toda aquella sangre... Fue aterrador.

— Lo siento mucho que tengas que pasar por eso. — Él parecía sincero. — Pero lo que hice fue para salvarte, era eso o aquella sangre sería tuya. — Ahora él me miraba con un sentimiento que no sé bien explicar. — Espero que no me consideres un monstruo.

— No, yo nunca te consideraría tal cosa. — Hablé con sinceridad. — Tú eres una persona increíble, y yo sé que hiciste todo eso por mí, por mi seguridad. — Miré para él emocionado. — Yo soy muy grato y te admiro cada vez más.

Cuando dije eso Toshion se aproximó de mí, y de la nada, me abrazó, fue un abrazo fuerte, intenso y nuestra, aquello me trajo una paz tan grande, que todo miedo, susto, todo desapareció, era nuevamente como si solo existiesen nosotros dos en el mundo, hasta el bosque sumió. Era como si yo estuviese en un sueño.

Entonces él me soltó lentamente, pero sin despegar nuestros cuerpos y me miró con cariño.

— Tú también tienes mi admiración. — Él habló eso y sonrió. Caramba, yo podía llorar de emoción.

Yo quería más que un abrazo, y estábamos tan próximos que yo conseguía sentir la respiración de él, entonces decidí arriesgarme, me aproximé más y cuando yo iba a intentar besarlo él se alejó bruscamente.

¡Droga, otra vez, él huyó de mí!

— ¡Es el carro! — ¡Él sonrió! — ¡Finalmente vamos a salir de aquí!

— ¿El carro? — Miré en la dirección en que él apuntaba y sí, el carro estaba allá.

Corrimos en dirección al vehículo, y allá había varios equipamientos, un dispositivo de localización y la radio del ejército.

Nuestra aventura en el bosque iba mismo a llegar al fin. Yo obviamente quería salir de ese bosque maldito, pero al mismo tiempo yo sabía que en el momento en que llegásemos en Ramasami mi chance de quedar con él iba a ser igual a cero.

Era hasta capaz de que nosotros no nos viésemos nunca más. Entonces sin pensar, fui hasta Toshion, sujeté su cuello y lo besé.

Así que pegué nuestros labios, caí en mí y esperé que él me empujase y hasta me diese un puñetazo por mi insolencia, pero él quedó parado, entonces continué, yo nunca había besado a alguien entonces no tenía idea de lo que estaba haciendo.

Pero ahí de repente, Toshion me sujetó por la cintura, me prensó en el carro y me besó.

Puedo decir que fue la sensación más increíble que ya experimenté en la vida.

¡Y yo quería más, mucho más!