PRIMERA PARTE DEL LIBRO TERMINADA. NO ESPEREN UNA NOVELA TIPICA, LAS MIAS DAN DOLORES DE CABEZA Y LOS HACE PENSAR MAS DE LO QUE DEBERIA!!!
ESCRIBO CON AMOR Y ESPERO RECIBIR LO MIMO DE USTEDES, SI SIENTEN QUE LA NOVELA ES LARGA Y TEDIOSA, LOS INVITO A ABANDONARLA. PERO, NO TOLERO INSULTOS NI FALTAS DE RESPETO...
LAS QUIERE...
JESS QUEEN
NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 22
Amber estaba de pie cerca de la chimenea, sus brazos cruzados, con los labios apretados y el ceño fruncido mientras me miraba con preocupación. Junto a ella, Luke parecía nervioso, pasándose una mano por el cabello desordenado, como si buscara algo que decir, pero temiera abrir la boca. Sentí que mis rodillas se debilitaban y apenas pude mantenerme erguida.
—¿Y si no logro mantener ese equilibrio? —pregunté, mi voz casi inaudible, un hilo que apenas rompía el pesado silencio.
Vlad me miró fijamente, sus ojos de hielo perforando los míos con una frialdad que nunca antes había visto en él.
—Si no lo logras, el poder te consumirá desde adentro —respondió sin rodeos, su voz cortando el aire como un cuchillo—. Tu cuerpo no soportará la energía de ambas diosas peleando por el control. Primero perderás el control de Shayde y Lina, y luego... tú misma te desintegrarás, arrastrando a todo lo que amas contigo.
La sala quedó sumida en un silencio sofocante, interrumpido solo por el leve sonido del latido acelerado de mi corazón, que resonaba en mis oídos como un tambor.
Logan se giró hacia Vlad, con una furia en sus ojos que parecía a punto de estallar.
—Esto tiene que ser un error. No voy a compartirla con otro —gruñó, su cuerpo completamente tenso, como si estuviera a punto de lanzarse sobre alguien.
Me estremecí, pero no pude evitar contestar con voz temblorosa:
—Y créeme, yo tampoco estoy emocionada con la idea, pero céntrate, Logan. Si él no está conmigo, voy a colapsar y voy a morir. ¡No quiero morir ni hacerle daño a ninguno de ustedes!
Logan negó con la cabeza, su mandíbula apretada. Dio un paso hacia mí y me miró fijamente, sus ojos oscuros ardiendo con determinación.
—No vas a morir, no lo permitiré.
El silencio que siguió fue casi tangible, cargado con una intensidad eléctrica que parecía pulsar en el aire. Todas las miradas estaban clavadas en mí, expectantes. Sentía el peso de sus ojos, cada expresión un reflejo de la tormenta que también sentía dentro de mí.
Finalmente, Vlad rompió el silencio con su característico sarcasmo.
—Bueno, esto se está poniendo interesante. ¿Qué sigue? ¿Un duelo por la dama? —murmuró, aunque incluso él parecía más tenso de lo habitual.
Amber lo fulminó con la mirada.
—Vlad, este no es el momento para tus estúpidos chistes —espetó, con una voz cargada de advertencia.
Suspiré profundamente, la frustración bullendo en mi interior.
—Lo sé, cariño —dijo Vlad, levantando las manos en señal de rendición—. Pero si no me río, empezaré a llorar, y nadie quiere ver eso.
Me acerqué un paso hacia él, buscando desesperadamente respuestas.
—Necesito que seas claro. Esto que siento cuando estoy cerca de Logan, esa energía electrizante... no es solo el vínculo de pareja, ¿verdad? —pregunté, mi voz apenas más firme que antes.
Vlad asintió, su mirada suavizándose un poco.
—Exacto. Es el poder de la diosa Luna buscando anclarse, pero también el de Lilith buscando a su pareja. Y, aunque no lo sepas, Shayde también está buscando lo mismo.
Mi estómago se revolvió al escuchar esas palabras.
—Pero si yo no estoy buscando a nadie —protesté, mirando a Logan, quien seguía completamente tenso, con los puños apretados a sus costados.
—Tú no —corrigió Vlad—, pero ellas sí. Shayde y Lilith lo están, y estoy seguro de que él está tan desesperado por encontrarte como ellas lo están por encontrarlo.
—Mierda... —murmuré, pasando una mano temblorosa por mi rostro.
---
Logan me tomó de la mano con firmeza, tirando de mí fuera de la casa de visitas en la que ahora se encontraba Vlad. No ejerció fuerza bruta, pero sus dedos se entrelazaron con los míos con tal firmeza que supe que se estaba conteniendo, que la ira y la preocupación bullían dentro de él, listos para estallar. Lina, mi loba, estaba tan inquieta como él.
“¿Lo sabías?” Le pregunté en mi mente, mi voz llena de incertidumbre y confusión.
“No, pero Shayde está actuando de forma extraña…” respondió Lina, en tono preocupado.
“No lo hago, solo estoy llamando a mi pareja, donde quiera que esté. No logro conectar con él.” La voz de Shayde resonó en mi mente, su tono defensivo, incluso casi a la defensiva, como si intentara justificar lo que estaba haciendo.
No pude evitar fruncir el ceño. El comportamiento de Shayde se sintió extraño, más errático que nunca. Pero era evidente que Logan estaba fuera de sí, y mis preocupaciones aumentaban.
Sus pasos eran largos y decididos, tan rápidos que casi tenía que correr para mantener el ritmo.
—Logan, más despacio, casi estoy corriendo a tu lado, ¡detente!. — grité, mi voz cargada de frustración. Pero él no se detuvo. No lo hacía. Sabía que se estaba controlando, pero su furia era palpable.
La gente que nos miraba por el camino no podía evitar quedarse estupefacta, sus ojos fijos en nosotros. Los murmullos flotaban en el aire, pero cuando Logan dejó escapar una ráfaga de su aura de alfa furioso, todos los que estaban cerca dieron un paso atrás. El espacio se abrió ante nosotros como si la gente no quisiera enfrentarse a lo que él podía hacer. El poder de su presencia, esa aura inconfundible, obligaba a que el mundo se apartara.
—Necesito que aclaremos algunas cosas, y para eso, necesitamos estar a solas—. La dureza de su voz, fría y autoritaria, hizo que mi respiración se acelerara aún más.
La casa de la manada no estaba lejos, apenas a cien metros, pero parecía que íbamos más rápido de lo que el terreno lo permitía. Agradecí cuando, finalmente, Logan redujo el paso al llegar a la puerta. Miré hacia el suelo, intentando calmar la agitación en mi pecho.
—Logan…— susurré, sin saber si lo llamaba para que se calmara o para decirle algo más. Pero él no respondió hasta que cruzamos la puerta principal y subimos las escaleras. Al llegar al tercer piso, donde estaban las habitaciones, parecía todo vacío. Ninguna de mis doncellas estaba a la vista. No se oía ningún ruido, ni siquiera el eco habitual de la casa. Era como si el aire mismo hubiera dejado de moverse.
—¿Tu habitación o la mía?— preguntó Logan, en tono grave, pero no me dio tiempo a elegir. Abrí la puerta de mi habitación con brusquedad.
—La mía será mejor.— Le respondí con calma, aunque mi voz no dejaba de temblar.
Se hizo a un lado, un gesto tan autoritario como el que había mostrado al caminar por la casa. Entré, y al instante, la atmósfera me envolvió. Las cortinas gruesas estaban cerradas, bloqueando la luz de la tarde, sumiendo el cuarto en sombras. A pesar de la oscuridad, el aire estaba impregnado con su aroma inconfundible: cerezas y chocolate. Una mezcla que me hacía sentir segura, pero también inquieta.
Al cerrar la puerta tras él, la tensión entre nosotros parecía palpable, como si el aire a nuestro alrededor fuera denso. No había palabras entre nosotros, solo miradas intensas. Pero sabía que las preguntas que nos teníamos eran más grandes que cualquier palabra.
--
—Logan… Necesito que te calmes, por favor.
Se quedó de pie, a unos cuantos pasos de distancia, su cuerpo rígido como una cuerda tensada al límite. Yo me senté en el borde de la cama, tratando de mantener la calma, aunque mi corazón latía con fuerza al ver sus ojos. Estaban más oscuros que nunca, como un mar embravecido en medio de la noche.
—No puedo, cariño. —Su voz salió grave, cargada de emociones que parecían a punto de desbordarse—. No puedo calmarme sabiendo que otro hombre te reclamará, que te tocará, que será parte de tu vida… Y que tendré que compartirte con él. Me está matando. —Su respiración era errática, como si luchara por mantener el control—. Si este es mi castigo por haberte hecho tanto daño, por favor, mátame y acaba con esta tortura.
Su confesión me atravesó como una daga. Podía ver el dolor reflejado en cada línea de su rostro, en la manera en que sus hombros parecían cargar un peso imposible de soportar. Mi pecho se contrajo al verlo así, pero sabía que no podía hacer nada para cambiar el destino que las diosas habían trazado para mí. Y, aun así, su sufrimiento era un recordatorio cruel de cuánto lo amaba y cuánto me dolía verlo quebrarse de esa manera.
Me levanté, decidida a acercarme, pero él retrocedió antes de que pudiera tocarlo, como si mi proximidad le quemara. Su mirada se desvió, evitando la mía, y sus manos temblaron mientras las cerraba en puños a los costados.
"No te rindas, con el. Lucha". La voz de Lina resonó en mi mente, rota, cargada de angustia. Su dolor era mi propio reflejo.
Inspiré profundamente, buscando la fuerza que necesitaba para enfrentar no solo a Logan, sino también a mis propias emociones.
—No voy a matarte, Logan. —Mi voz salió firme, pero cálida, como un intento de calmar la tormenta que se desataba en su interior—. Pero tampoco puedo cambiar un destino que yo no elegí. —Di un paso hacia él, a pesar de su resistencia, buscando romper la distancia que nos separaba—. ¿Me quieres, Logan? Porque yo sí te quiero. Y quiero intentarlo, quiero que lo nuestro funcione. —Hice una pausa, dejando que mis palabras calaran en su corazón antes de continuar—. Vine hasta aquí para obtener respuestas, sí. Pero también vine por ti, por mí, por todos los que nos importan.
Con cada palabra, me acerqué un poco más, hasta que estuve frente a frente con él. Su pecho subía y bajaba con fuerza, su respiración seguía siendo irregular, pero no se movió esta vez. Estaba tan cerca que podía sentir el calor que irradiaba de su cuerpo, el caos que luchaba por contener.
Lentamente, levanté mi mano derecha y la coloqué sobre su pecho agitado, justo donde podía sentir los latidos frenéticos de su corazón. Era un contacto pequeño, casi insignificante, pero suficiente para que ambos sintiéramos la conexión que siempre había estado ahí, inquebrantable.
—Respira, Logan. Estoy aquí. —Mis palabras fueron un susurro, casi una súplica.
Él finalmente levantó la mirada, y cuando sus ojos encontraron los míos, algo cambió. Poco a poco, vi cómo la furia y el dolor empezaban a desvanecerse, reemplazados por una vulnerabilidad que pocas veces dejaba ver. Su pecho comenzó a relajarse bajo mi mano, y aunque el caos seguía latente en él, su respiración se volvió más tranquila, más profunda.
—No quiero perderte —murmuró finalmente, con una voz tan rota que hizo que mi propia garganta se cerrara.
—No me vas a perder —le aseguré, sosteniéndolo con la mirada. Mis dedos presionaron suavemente su pecho, como un recordatorio físico de mi presencia—. Pase lo que pase, estoy aquí contigo.
La tensión en su rostro se suavizó, y por primera vez en lo que parecían horas, vi un atisbo de esperanza en sus ojos. Un silencio cargado de emociones llenó el espacio entre nosotros, pero esta vez no era incómodo. Era un momento de tregua, un respiro en medio de la tormenta.
---
—Lo he pensado tan bien esta mañana. —Su voz se quebró, cargada de aflicción—. Decidí darte tiempo, para que aprendas a quererme, para que aceptes esta manada como tu hogar. Sin presionarte, sin orillarte a tomar la decisión de dejarme. —Hizo una pausa, apretando la mandíbula mientras sus ojos se oscurecían aún más—. Y ahora… esto. No tengo tiempo, Karin.
Suspiró profundamente, como si el peso de sus palabras fuera demasiado para él. Sus dedos temblorosos se alzaron hasta encontrar mi mano, la misma que aún descansaba en su pecho. Su contacto era cálido, pero en sus movimientos había desesperación, una necesidad de aferrarse a algo que creía perder.
—Tenemos toda una vida para estar juntos, Logan. —Intenté infundirle esperanza, aunque sentía que mi voz apenas lograba sostenerse.
Sacudió la cabeza con un gesto de negación rotunda, sus labios apretados formando una línea tensa.
—No, no la tenemos. —Su mirada se alzó hacia la mía, y en sus ojos vi un océano de dolor que parecía arrastrarme con él—. Todo este tiempo había soñado con tenerte conmigo, vivir una vida juntos, gritarles a todos que mi pareja, al fin, estaba conmigo. Que serías su luna. —Su voz bajó a un susurro desgarrador, mientras su agarre en mi mano se volvía más firme—. Hasta soñé con nuestros cachorros, con una vida feliz aquí, contigo a mi lado.
Se detuvo, y su pecho subió y bajó de forma agitada, como si las palabras fueran un veneno que le quemaba por dentro.
—Y ahora… ahora tengo que imaginarte así, pero con un intruso en nuestras vidas. —La palabra "intruso" salió de su boca con amargura, como si fuera un cuchillo afilado que cortaba lo poco que le quedaba de esperanza.
Lo miré en silencio, sintiendo cómo sus palabras calaban hondo en mí. Había tanto dolor, tanto amor frustrado en él, que mi propia alma parecía quebrarse al verlo tan vulnerable, tan roto. La distancia entre nosotros se hacía insoportable, y sin pensarlo, me puse de puntitas de pie para juntar mi frente con la suya. Su aliento cálido chocó con el mío, una chispa que encendió una ola de emociones que no sabía cómo contener.
—Reclámame, Logan. Hazlo.
Holas!!! Bueno señoras y señoritas... Comienzan las actualizaciones. ¿Vieron la notita que deje antes del capitulo? en el cap. 1 también lo deje (Después no digan que no les avise)
Bueno, la novela se va a quedar en esta plataforma permanentemente, asique les voy a pedir por favor que hagan la tarea.
Nada de lectoras fantasmas que no comentan ni dejan su like en el capitulo.
Les agradecería enormemente, que cuando llegue el momento, puedan calificar mi trabajo valorándolo con sus estrellitas.
Ahora díganme ¿Les esta gustando?
¿Quieren mas capítulos el día de hoy?
Hagan la tarea!
Besos... Jess