El Renacer De Una Tirana.

La noche apenas empezaba para ambos amantes, Misha ya no recuerda en que momento comenzó a desear a Roxane y ahora que era suya, no pensaba detenerse esa noche, lo haría hasta el cansancio, deseaba grabar cada beso, cada caricia en el cuerpo de la emperatriz, para que ella no olvide esa noche y lo desee siempre.

— Abigail...— susurra en su oído.

Roxane se estremece nuevamente al escuchar la voz excitada del pelirrojo, mientras que Misha da la última estocada causando que ambos lleguen nuevamente al extasis. Aun con la respiración agitada, Misha cambio la posición dejando a Roxane encima suyo y le sujeta de la cintura mientras que ella apoya sus manos en el pecho de Misha. Roxane sabía lo que buscaba el pelirrojo, así que comenzó a moverse un vaivén suave pero excitante para ambos, sus cuerpos se estremecían en cada movimiento y Misha disfruta la vista pues cada vez que la castaña se movía, sus preciosos sen*s se movían al mismo ritmo. Misha se reincorpora atrapando entre sus labios uno, el cual succiona mientras presiona su leng*a en el pez*n, causando que Roxane se sobresalte, aún así el movimiento de su cadera seguía, apoyando sus manos en los hombros de su amante. Misha la abraza por la cintura y mueve también la cadera, aumentando el plac*r en ambos, las estocadas profundas nuevamente los llevo al extasis. Entre besos y caricias, entregándose una y otra vez, ambos acabaron completamente agotados, aunque la última ronda la tuvieron en el ducha y después, sin decirse nada, fueron vencidos por el cansancio y el sueño.

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Roxane sentía los ojos pesados y al moverse, sintió su cuerpo adolorido, se frota las sienes recordando lo sucedido la noche anterior y al abrir sus ojos mirando a su lado, ahí está el pelirrojo, quien ya había despertado y mostraba una cálida sonrisa.

— buen día, majestad.— más que una burla, lo mencionó con respeto.

Roxane se reincorpora para sentarse cubriendo su pecho con la sábana, había olvidado que el pelirrojo se quedo a dormir después de todo lo que hicieron.

— aunque te ocultes, anoche vi todo completo y lo he grabado en mi memoria.— se pone de pie mientras se estira un poco, sin un poco de vergüenza al estar solo en ropa interior.

Roxane lo observa fijamente, por supuesto que ella también recuerda a la perfección el cuerpo desnudo del pelirrojo. Roxane recoge el vestido que tenía ayer y se coloca rápidamente para después dirigirse al vestidor. Misha solo se coloca los pantalones y sale de la habitación, aunque es casi medio día, aun no ha comida nada y es hora de mostrar sus buenos dotes de cocinero, piensa impresionar a su emperatriz.

Roxane se ducha primero, aunque se queda bajo el agua un poco más, en silencio, pesando en todas esas sensaciones que despertaron en ella mientras tenía sex* con Misha, pero, no se puede dejar llevar por ellas, si llegase a permitirse sentir algo por el mafioso, esa sería su debilidad y no puede permitirse ser débil. Frunce los labios y golpea la pared, rompiendo el azulejo.

Al salir de la alcoba puede sentir un delicioso aroma, mientras que Misha servía la mesa, al verla sonríe, pues apenas se han levantado y la castaña luce hermosa y elegante, su estilo sin duda era cautivador.

—¿piensas quedarte a vivir aquí?, ya deberías haberte ido.— le comenta.

—lamento decirte majestad que no puedes deshacerte de mí.— responde con calma.

Misha le hace una seña para que pase a sentarse, pues no pueden irse sin antes ver que su bella emperatriz se haya alimentado bien. Ambos toman el desayuno sin queja alguna de parte de Roxane, y es que al probar la comida, ella pudo comprobar que el pelirrojo era buen cocinero.

—¿que tal?, ¿he pasado esta prueba?, como puedes ver siempre estarás bien alimentada.— comenta divertido.

—es pasable...— responde sin más.

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Por otro lado, en su oficina, Scott recibe una llamada, la persona del otro lado le menciona que durante toda la noche, Misha Kovalev no salió del edificio de departamentos, pero justamente en ese momento, lo vio salir acompañado de una mujer de cabello castaño y corto, ambos se fueron en el mismo auto qué les recogió en la puerta principal del edificio. Scott corto y golpeo el escritorio con el puño, pues si Misha no se fue de ese lugar, solo significaba una cosa, él y Roxane estaban teniendo una aventura.

—no, no puede ser...Roxane jamás me traicionaría...ella juro que su virginidad sería mía en nuestra noche de bodas...— habla para si mismo.

Sin tocas, Leysa entra a la oficina y va hacía Scott sentándose en su regazo mientras menciona algo con respecto a la boda, pues ya han esperado mucho tiempo y era momento de poner una fecha exacta para la ceremonia, pero Scott la empuja haciendo que ella caiga sentada.

—¿pero que te pasa?, pude haberme lastimado.— se queja.

— me importa un carajo...porque no habrá boda...¿crees que no se lo que hiciste?, me engañaste...me hiciste creer que Roxane me fue infiel pero solo fue un sucio truco tuyo.— le grita.

—¿que?, eso no es verdad, Roxane es una verdadera zorra...te engañe con ese don nadie y ahora nada como perra en celo tras de Misha Kovalev...¿que te dice eso?, ella es una zorra.— responde con rabia.

Leysa no esperaba ser descubierta, pero lo negaría, y piensa destruir más la imagen de Roxane, pues la maldita le hizo una mala jugada, pues dejo a Scott para irse con alguien mejor y eso no se lo puede perdonar, porque si alguien merece a Misha Kovalev, es ella, no Roxane, pues todo lo de Roxane será suyo.

—cierra la boca...sin importar lo que digas, no pienso casarme contigo, le haré saber a todos la clase de persona que eres.— le advierte.

— n-no puedes cancelar el compromiso...les diré lo que hemos hecho, mi padre no dejará que me abandones cuando sepa que hemos estado juntos.— reclama.

—por favor...ni que estuvieramos en el siglo pasado, y virgen, no eras, ¿quien es en realidad la put*?— se burla.

— n-no es así...tu fuiste el primero...no puedes dejarme...no dejaré que arruines mi reputación...— llora mientras se cuelga de su brazo.

Scott la aparta y tira de su brazo para sacarla de su oficina, pero al hacerlo, Leysa cae nuevamente al piso, aunque esta vez, todos los que pasan por ese lugar han visto lo que pasado.

— Scott...no puedes hacerme esto, si me dejas te arrepentirás...ni creas que dejándome la sucia zorra de Roxane volverá contigo, ella ahora es la put* de Misha Kovalev...— grita, pues su intención es que todos escuchen la clase de mujer que es Roxane.

Los murmullos no se hacen esperar, pero no en contra de Roxane, si no, en contra de Leysa debido al escándalo que estaba armando, asegurando que esta actuando como una niña mimada.

"Quedarse con el ex de su hermana no le ha servido nada."

"Obviamente el joven Collins no iba a olvidar a la señorita Roxane de un día para otro."

"Pero al parecer la señorita Roxane si se olvido de él porque nunca volvió."

"Yo escuche que ella ya tenía un amante, es una sinvergüenza, no merece al joven Collins."

"No seas envidiosa, lo dices porque te gusta el joven Collins."

Los murmullos siguen, mientras que Leysa se marcha del lugar, pero esta segura que el compromiso no se romperá, pues lo necesita como su seguro, aunque su deseo es conseguir la atención de Misha Kovalev, pues no dejará que Roxane sea quien se lo quede.

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