La Bruja Y El Lobo

Aun cuando Reynold no estaba de acuerdo con que Lune se fuese con Alessandro, sabía que era imposible detenerla, ella siempre hace lo que quiere, pero por ahora solo importa regresar a Num y asegurarse de que sus familiares estén a salvo, debido a la falta de cooperación del duque Blanche, el rey podría estar molesto y tomar ese acto como traición, tomando en cuenta que se rompió el compromiso de Lune y Gael.

Mientras tanto, Lune y Alessandro van a toda prisa hacía la frontera sur, para ir más a prisa, Alessandro va en forma de licantropo con Lune en su lomo, quien lleva un bolso con ropa y algunos artículos que les serán necesarios, pues pese a que van a buena velocidad, les puede tomar casi dos días llegar al sur, en especial si llegasen a encontrarse con arpías.

—¿por qué el templo le teme a una bruja? Es bastante sospechoso...—

[el templo solo funciona aprovechándose de la situación de las arpías, todo eso es un buen negocio para ellos. Quizás la bruja les estorba, después de todo, se le hace fácil derribar a las arpías.]

Menciona Alessandro con una voz más gruesa.

— así que solo me buscan porque les puedo arruinar el negocio, eso es interesante.—

[Así y su búsqueda sirve de excusa para entrar en conflicto con mi país. Aún no soportan el hecho de que la emperatriz no les haya permitido el paso.]

— la emperatriz...¿ella es su abuela? ¿Como es? ¿Es joven? Escuche que los licantropos tienen inmortalidad...—

[Mi abuela, luce bien, ella es especial, porque no es una licantropo, pero su poder se puede decir es casi como el de una bruja.]

— eso me da curiosidad...—

Alessandro se detiene cerca de una cueva, para descansar y comer algo, era de noche y al ser un bosque seguramente habrán arpías, así que Lune levanta una barrera y extiende una sábana, esperando poder descansar un poco, Alessandro por su parte solo se cubre con una capa mientras come algo de carne.

— debería vestirse, la noche es fría.—

— dormiré en mi forma de licantropo, así no tendré frío y puedo brindarle algo de calor.—

— no es el mejor momento, si no, sugeriría una mejor forma de calentarnos.— sonríe ladina.

Alessandro la jala y la hace acostarse sobre la sábana quedando sobre ella.

— a usted le gusta tentarme ¿cierto? —

— quizás...usted también lo hace...—

Alessandro no dice nada y se acerca para besar sus labios, siendo un beso intenso y apasionado, Lune le abraza, a ese paso, siente que cederá ante el lobo y ese lugar no es el más adecuado para hacerlo. El beso sigue y Lune se aparta dejando salir un jadeo cuando siente como Alessandro empuja se frota entre sus piernas.

— no sabe cuanto me estoy resistiendo, pero este no es el lugar para nuestra primera noche...—

Alessandro solo se aparta y se transforma, para acostarse a un lado de Lune, mientras ella, tenía las mejillas rojas, si solo con ese roce su cuerpo se ha calentado, no se imagina como será cuando ambos puedan ceder a sus deseos. Y así, la mañana siguiente su viaje continúa, deben acelerar el paso, aunque Alessandro sabe que hay quienes defiendan la entrada sur, es mejor estar presente en caso de cualquier emergencia.

Hyle era un territorio enorme, como se ha dicho le fue entregado a Alessandro en su mayoría de edad, este territorio estaba ubicado en el reino de Flylen, cuyo rey cayó al ser conquistado por el imperio, el rey de dicho reino quiso ampliar su territorio, pero no le salió bien y perdió todo, más haya de Flylen, hay unas enormes murallas, cerca de las montañas, esta muralla es la que se debe cruzar para acceder al territorio del imperio, los emperadores mandaron a hacerla, para evitar que invasores no deseados pasaron a su territorio y también servía para proteger a su gente, aunque contra las arpías no eran de gran ayuda, su propósito era separar el imperio de otras tierras y reinos.

Ahí en la puerta del sur, es donde sumo sacerdote ha establecido sus tropas con la intención de que le dejen pasar amenazando con derribar las puertas si no lo hacen e iniciaran una cacería contra la bruja, donde todo aquel que la proteja será condenado.

— la gente estúpida nunca aprende...— menciona una chica de cabello albino y ojos rojos.

Ella sale hacía la cima de la muralla, donde ve el campamento que han puesto los del templo, así que salta desde esa altura hacía el campamento, sorprendiendo a los caballeros y guardianes, pues era una joven doncella. Pero el sacerdote menciona que no deben dejarse engañar porque seguramente es un monstruoso licantropo.

— mi nombre es Alessandra Morozova, princesa del imperio, ¿que es lo que el templo desea en nuestro territorio?—


— ya lo he dicho antes, deseamos el permiso para buscar a la bruja dentro del imperio y matarla o causará un caos.— responde el sumo sacerdote.

—¿bruja? ¡oh! Claro, hay una, pero no creo que puedan matarla.—

— entonces acabas de afirmar que si esta la bruja en su imperio.— Gael había pasado al frente.

Por el nombre y apellido, a de suponer que se trata de la hermana menor de Alessandro, aunque no eran nada parecidos.

— por supuesto, es la única que conozco, yo le digo abuela y ustedes la llaman emperatriz.— sonríe con total tranquilidad la chica.

Todos quedan atónitos con las palabras de Alessandra, era imposible, nadie les había dicho que la bruja era la emperatriz, el gran sabio no se habría equivocado.

— no trates de mentir, la emperatriz es una licantropo como ustedes. La bruja parece humana, pero solo tiene maldad en su corazón.— responde el sumo sacerdote.

— la bruja que buscamos es joven, el gran sabio lo ha dicho.— habla Gael.

— por eso, ustedes hablan de mi abuela. Entonces ¿quieren matarla? Adelante, pasen, solo espero que tengan sus testamentos hechos.— la chica sonríe con burla.

Las puertas de la muralla se abren e incluso un grupo de soldados del imperio abren paso para los invasores.

— no vayan a ningún lado, deben estarse burlando de nosotros, pero sepan que tendrán al templo como enemigo por esta burla y lograremos entrar para matar a la bruja.—

—¿Matarme?—

Pronto se escucha una risa resonar con eco por todo el lugar. el sumo sacerdote y todos observan el lugar tratando de dar con quien había hablado.

— cinco reinos y cuatro imperios lo han intentado, me he quedado con todos esos territorio y creen que un grupo de magos insignificantes podrán matarme.—

la risa resuena con mayor cercanía, hasta que ambos miran por las puertas de la murallas una sombra acompañada de mariposas rojas.


— su tonto templo, no hace más que causarme risa.— sonríe aquella rubia de ojos rojos.

Todos ahí quedaron impresionados al ver a la joven y hermosa mujer, pero su sola presencia causa escalofríos, en especial si la miran a los ojos.

— se los dije. Mi abuela es la única bruja en este imperio.— sonríe con burla Alessandra.

— no crean que una mujer nos dará miedo, si es la bruja acabaremos con ella, así sea la emperatriz.—

El sacerdote saca una joya igual a la que Madison tenía, pero esta se vuelve completamente negra y se hace polvo negro. Gael estaba asombrado al ver lo que paso, pues estaba cerca del sumo sacerdote.

...