La Princesa Del Pirata

Los gritos de dolor que se dejaban oír eran desgarradores. Tanto el conde como las jóvenes que con él se encontraban estaban espantados, ya que esos gritos provenían de un lugar cercano, lo que los hacía estar seguros de que ellos serían los próximos.

¿Qué había ocurrido en ese lugar? ¿Por qué tantos gritos?

Malika y Ares habían decidido cuál sería el castigo perfecto para estos dos degenerados. Ellos no pensaban dejarlos sin sufrir después de todo el dolor y sufrimiento que estos habían causado.

Bueno, ahora llegó el momento de pagar…amado padre dijo Ares mirando al Rey de Antares con absoluto desprecio.

El Rey Nova abrió muy grande sus ojos, no tenía ni idea de quién podría ser este hombre que dice ser su hijo.

¿Así que por esto es todo? Venganza vociferó el hombre furioso y despectivo no tengo ni idea de quién es tu madre, pero de seguro que es una zorra que tiró a mis pies rogando que me la follara y la hiciera gritar debajo de mi como la perra que es el arrogante Rey escupía sus palabras con un odio profundo.

Bien, es hora de que nuestros invitados gocen como los perros que son dijo Ares tranquilo, aunque por dentro estaba furioso no lo iba a demostrar delante de ese monstruo sujétenlos bien muchachos, déjenme ver sus manos ordenó a sus hombres.

Los brazos de ambos reyes fueron estirados dejando al descubierto sus manos. Ares tenía en sus manos su filosa espada, misma que blandió con habilidad y tras unos simples movimientos cuatro manos cayeron al piso. Ambos reyes gritaban de dolor y terror ante lo que estaban viviendo, nunca se imaginaron que algo así podría ocurrirles.

Bueno, es hora de frenar esa sangre mencionó Malika como hablando del clima no queremos que estos reyes mueran antes de recibir su recompensa agregó sarcástica.

Que entren nuestros animadores dijo Ares en tono jocoso.

Unos altos, fornidos y sumamente rudos hombres con caras de degenerados ingresaron a la celda. Eran seis, tres para cada Rey.

Bueno mí amado padre y amado suegro, es hora de que ustedes disfruten de la misma manera en la que hicieron disfrutar a todas esas jovencitas una mirada aterradora fue dirigida a cada uno de los mencionados ahora estos hombres los atenderán y los harán gozar y gemir como dos perras en celo tras estas palabras miró a los seis hombres y con un gesto les indicó que comenzaran con su diversión.

Nooo, Malika hija por favor decía el Rey suplicando soy tu padre, no me puedes hacer esto gritaba aterrorizado.

Ares, no lo hagas….yo lo lamento…lamento haber lastimado a tu madre, estaba bajo los efectos de sustancias nocivas comenzó a justificarse nunca fue mi intención lastimarte, ella no me dijo, yo no sabía

Novak estaba desesperado, esos hombres habían comenzado a quitarse sus ropas y quedado solo con la parte inferior puesta. Sus cuerpos estaban muy trabajados, llenos de cicatrices y los miraban como si fueran un delicioso manjar. Ellos estaban sin ataduras, pero el dolor en los brazos, y el no tener las manos les dificultaba defenderse. Lucharon cuanto pudieron pero les fue imposible defenderse con solo muñones en el lugar de las manos.

Tras dejarlos allí Malika decidió salir, esa escena era demasiado repugnante para ella y no estaba interesada en presenciarla. Ares la siguió, él solo estaba interesado en el resultado, el proceso ya no era importante.

Ambos se encaminaron al lugar en el que estaban el resto de los prisioneros. Miraron a las personas con una pisca de interés y algo de burla. No era lo que se esperaban, encontrar al conde rodeado de mujeres como un sultán con su aren no era para nada posible a su ver. A un costado estaba Mirco, ya que él junto con Marcos los había encontrado y apresado, también fue el encargado de relatar la manera en la que ellos habían sido descubiertos.

Mirco, mi vida, estamos a punto de casarnos, no puedes dejarme así se escuchó la chillona voz de una mujer.

Mi Señor comenzó a decir mirando a Ares yo no sé quién esta mujer, mi prometida ha muerto esa frase era terminante, y de esa manera él declaraba que esa mujer para él no era nadie.

Malika miró a todos un poco molesta, se suponía que ese hombre era el héroe del reino, el que derrotaría al temido pirata y en cambio no fue más que un golfo asqueroso que se acostaba con todas la mujeres que encontraba sin importar realmente nada más.

¿Malika?... dijo cuando al fin recordó quién era esa hermosa joven de cabello blanco tienes que sacarme de este lugar, yo prometo casarme contigo si lo haces dijo de manera segura y coqueta sé que siempre me has amado en silencio, ahora es cuando este amor puede rendir sus frutos agregó de manera descarada.

Ja ¿yo enamorada de ti? Eso sí que es muy gracioso. No mi cielo, no te confundas, yo no puedo amar a un hombre tan pusilánime como tú tras estas palabras tomó la mano de Ares y la colocó sobre su vientre yo tengo a un verdadero hombre a mi lado, uno que me hace gozar y me hace reír, uno que me ha dado el más hermoso regalo mientras hablaba miraba con amor a Ares, luego dirigió su mirada nuevamente al conde, pero esta vez con asco_

No…eso no puede ser, tú me amabas, yo veía como me seguías a todos lados, siempre acosándome, siempre… fue imposible que continuara hablando porque una descarga de energía selló su boca de inmediato.

Esta charla ya me aburrió… dijo para luego marcharse de allí.

Todos se quedaron gritando desesperados, no estaban seguro de lo que les fuera a pasar, pero después de escuchar los gritos desesperados y ver lo que ocurrió al conde estaban aún más aterrados sobre su futuro no tan incierto.

Ese día había sido agotador y aún quedaban algunas cosas por arreglar, pero los grandes enemigos ya habían sido derrotados, ahora solo les quedaban algunas ratas que seguramente intentarían huir, pero ellos los atraparían a todos de eso no había dudas.