Beso De Ángel

Los días transcurrrian desde el ataque donde Alexia fue herida de gravedad, para mala suerte de ella no pudo dejar el hospital, por indicaciones de Derek, aunque había ordenado que el médico de la familia fuera el único que atendiera a Alexia.

-¿Doctor? - Soltó Alexia con molestia mirando a aquel hombre de cabellos oscuros, curando su herida.

-Cierra la boca, también fui joven y tuve un sueño... - Soltó Dominic sin dejar de atender la herida, llevaba puesta una bata de doctor-Ahora entiendo porqué tus heridas siempre fueron superficiales... - Susurró, termino de limpiar la herida la cual ya estaba cicatrizando y la miro a los ojos.

-Lo siento, por no haberte dicho-Susurró, Dominic era una persona a la cual Alexia apreciaba mucho pero aun así tuvo miedo en confiarle su secreto.

-Descuida, entiendo tus razones, aunque si me duele que le hayas confiado a tu esposo falso...-Solto con una leve sonrisa.

-No es falso... Es decir estamos realmente casados... Y yo no le dije, él lo descubrió por error el día que fuimos atacados en el bosque-Dijo con pesadez, Dominic asintió ante sus palabras y la ayudo a recostarse.

Alexia se dispuso a dormir, aunque en esos momentos solo podía pensar en Derek, no lo había visto desde que despertó y le dijo que aquella maldición habló, se sentía un poco triste y comenzaba a extrañarlo.

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Derek estaba en la organización revisando las investigaciones de Dominic, no había nada sobre los Yesit pero su primo incluso había encontrado otro tipo de información que de alguna forma se relacionaba con lo que sucedía.

-El beso de ángel-Susurró sin dejar de leer las investigaciones de Dominic.

-La habilidad curativa de Alexia - Hablo Liam leyendo otros archivos mientras estaba acostado en el cómodo sofá. - Cuadra perfecto con el beso de ángel, lee aquí-Se levantó y se acercó a mostrarle los archivos en su mano-Control de las maldiciones, además de su habilidad curativa Alexia puede controlar a la maldición en tu ser... ¿Crees que también pueda con las demás?... - Explico, Derek lo miro y asintió las teorías de Liam a veces resultaban ser ciertas.

-Puede ser, ella asegura que escucho hablar a la maldición aquella noche... - Comentó, Liam se sentó en la silla y se puso a pensar.

-Si es así... ¿Por qué la han estado buscando? - Se preguntó-Definitivamente tienes que hablar con el abuelo en la gran cena, él debe saber algo...de todo esto-Soltó ansioso.

-Lo sé, pero la Curación de Alexia debe ser secreto, no podemos revelar nada por ahora ¿Entendido? - Termino Derek.

-Si-Asintió Liam-Deberías ir a casa y descansar este fin de semana antes del viaje... Además, no has visto a Alexia desde entonces, ella puede pensar que la estás ignorando o que no le crees sobre que la maldición hablo - Dijo Liam, Derek dejo de leer aquellos documentos.

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Derek entro a la habitación de Alexia, la chica había despertado y estaba jugando con su celular.

-Señor Maximus-Dejo su teléfono y sonrió al verlo, su corazón se aceleró.

-¿Cómo te sientes? - Pregunto mientras colocaba una silla a lado de la cama de la chica.

-Mucho mejor, la herida ya ha cicatrizado, pronto desaparecerá la cicatriz-Dijo emocionada dejando su teléfono en el buro de a lado-¿Será que pueda volver a casa? - Preguntó nerviosa.

Derek la miro y sonrió aquella chica tenía sus mejillas sonrojadas y no dejaba de sonreír-Hablaré con Dominic para qué preparé tu alta - Dijo.

-No puedo creer que sea doctor...-Dijo recordando a su jefe.

-Ese era su mayor sueño, ser doctor... Pero-Antes de terminar Dominic entro.

-Oh, llegaste-Sonrió-Sabes creo que ya puede regresar a casa... Y yo a la organización, has hecho buen trabajo, pero los empleados deben sentirse incómodos con tu presencia - Río Dominic, sabía que Derek era de temer incluso en la organización.

-Perfecto, así descansaremos para antes de irnos de viaje, para la gran cena-Dijo Derek, se puso de pie y miro al chico verlo con aquella bata de médico le hacía recordar el pasado.

-Hey, olvídalo, estoy bien - Mantuvo su sonrisa y podía interpretar la mirada de su primo, sabía que se seguía culpando por el pasado.

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Alexia y Derek regresaron a casa, la chica aún tenía que estar en cama y no hacer mucho esfuerzo, aunque la herida ya había cicatrizado aún sentía leves dolores en el estómago, incluso llevaba una dieta estricta.

-Cualquier cosa que necesites, llámame, vendré de inmediato-Dijo Dominic mientras arropaba a Alexia realmente la quería como a una hermana.

Derek observó las atenciones de su primo hacia su esposa, no le gustaba del todo.

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Mila y Lea estaban en el centro comercial haciendo algunas compras, las chicas estaban ocupadas haciendo las últimas compras para la gran cena, desde el vestido y accesorios que usaría Alexia hasta los regalos que debían darle a los invitados.

-Perfecto, tenemos todo, también la ropa de Derek esta lista, la llevarán a la mansión esta tarde-Dijo Lea colgando el teléfono, miro a Mila con una tablet en sus manos.

-Genial, Alexia me mando un mensaje, ya está de regreso en casa y su esposo está con ella - Dijo emocionada, pues en los días que estuvo en el hospital y al no ser visitada por Derek, su mejor amiga estuvo desanimada.

-Entonces, iremos mañana por la tarde a ayudarle a hacer maletas... - Sonrió cómplice Lea.

-Vamos a comer-Dijo emocionada, ambas se fueron alegres en busca de un restaurante para comer.

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-¿Beso de ángel? - Preguntó Alexia mientras comía un poco de ensalada, Derek le contaba sobre la información que Dominic había encontrado.

-¿No lo habías escuchado antes? - Pregunto Derek, pero Alexia negó. - ¿Tus padres sabían de tu habilidad curativa? - Pregunto de nuevo, Alexia lo miro pensativa.

-No lo sé, no era consciente de esta habilidad hasta el día que ellos murieron, era una niña muy mimada por mis padres, así que me cuidaban mucho, así que no recuerdo si me caí en algún momento o me lastime... - Dijo algo confusa de su pasado, aunque trataba de recordar había momentos borrosos.

-Es así... - Sonrió Derek, miro a la chica y aquellos labios que no había tocado en muchos días, se sentó a su lado y sin pensarlo mucho beso sus labios, fue algo tierno, Alexia mantenía sus ojos abiertos de sorpresa, miraba a Derek él mantenía sus ojos cerrados así que ella poco a poco hizo lo mismo y respondió al beso.

Tocaron la puerta y ambos terminaron aquel beso, entró una empleada a recoger la charola de comida, después se retiró, Derek miro la hora de su reloj, ya era algo tarde.

-Debes dormir-Dijo mientras se puso de pie.

-¿Usted se va a ir? - Preguntó, Derek la miro la chica jugaba con sus dedos y sus mejillas estaban más rojas de lo normal.

-¿Quieres que duerma contigo? - Pregunto con cierta diversión.

-Si-Dijo Alexia sin dudarlo, Derek sonrió ante su respuesta.

-Bien, iré a cambiarme y regreso-Se inclinó a ella y beso su frente.

Alexia miró al hombre salir de su cuarto, saco un espejo del cajón del buro de a lado y comenzó a arreglarse el cabello.

-Ay ¿Qué mierda hago? - guardó nuevamente el buro en el cajón, miro el lado vacío de su cama, acomodo la almohada y luego miro hacia la puerta esperando el regreso de Derek.

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Derek se dio un baño y se puso una pijama negra, se miró al espejo mientras terminaba de secar su cabello, comenzó a acomodarlo con sus manos, cuando de repente noto que su ojo izquierdo caminaba de color, pero no solo eso, miro como detrás de él se formaba una sombra negra.

-Vaya, hacía mucho que no te veía Dici... - Susurró reconociendo aquella sombra negra-Vamos deja el drama y muéstrate bien-Soltó, aquella sombra tomo la forma de una criatura blanca con gris, su rostro estaba desfigurado, tenía un hocico enorme y sus dientes eran grandes y afilados, tenía dos orificios qué parecían ser su nariz y unos ojos rasgados rojos, su cuerpo era más grande que el de Derek, sus manos eran enormes y filosas garras, de su espalda colgaban lo que se asimilaban a unas alas calcinadas.

Derek observó por el espejo a aquella criatura, recordó las palabras de Alexia sobre la maldición que habló, desde que tenía memoria, jamás había escuchado hablar a su maldición, solo se mostraba ocasionalmente como en esos momentos.

-¿Por qué no me dices algo? Deberíamos llevarnos bien, estaremos juntos toda la vida-Dijo esperando que respondiera. - ¿No quieres? ¿Acaso? -Trato de terminar sus palabras, pero por alguna razón sintió miedo de que después de sus palabras respondiera-¿Quieres hablar Con Alexia? - Termino, Dici abrió su hocico.

-La encontraron... - Dijo la maldición con una voz gruesa.

-¿Quienes? - Pregunto Derek mientras apretaba sus puños y fruncia el ceño.

-Los Yesit- Dijo y después desapareció.

Derek soltó un pesado suspiro era la primera vez que hablaba con Dici y mencionaba a aquella familia que habían estado buscando todo este tiempo, salió de su recámara y se dirigió a la de Alexia, al entrar miro la chica recostada aún tenía las luces encendidas, noto su rostro rojo y como jugaba nerviosa con sus dedos.

-¿Qué pasa? - Preguntó Alexia, él solo negó no quería agobiarla en esos momentos, apago las luces y se acostó a su lado, la chica apago la luz de lámpara de su lado y se acomodó en su lugar.-¿Eh? - Alexia sintió como Derek la rodeaba de la cintura y la jalaba hacia él.

-Aún estás herida, solo vamos a Dormir-Susurro, Alexia sintió la respiración de Derek sobre su cuello, sintió un cosquilleo recorrer todo su cuerpo. - Descansa Alexia... - Dijo nuevamente.

-Descansa, Derek - Susurró la chica mientras cerraba sus ojos, le gustaba aquella sensación, estar así con Derek, no podía evitar que sus sentimientos crecieran cada día más, pero a la vez tenía miedo por lo que pasaría en el futuro con ellos.

Derek noto que Alexia había quedado dormida profundamente, miro su rostro, aquella chica a la que en un principio le desagrado e incluso ignoro, ahora le preocupaba y quería protegerla, recordó las palabras de Dici, quería respuestas, pero no las conseguiría en esos momentos, decidió olvidar todo en esos momentos, se aferró más a Alexia y cerró sus ojos para dormir.

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-Alexia, vamos cariño, debemos irnos-Una mujer de largos cabellos castaños, despertó a una pequeña Alexia, la niña se sentó en su cama y vio a los lados, aquella mujer tomaba una mochila y guardaba ropa al azar.

-¿Mamá? ¿Qué pasa? - Alexia tallo sus ojos tenía sueño y quería seguir durmiendo.

-Debemos irnos, cariño-La mujer le puso sus zapatos de color rosa, después le coloco una gabardina blanca qué combinaba con su vestido rosa, la tomo en sus brazos y salieron de aquella habitación.

Alexia subió en la parte de atrás del coche, se puso el cinturón y miro a su madre subirse del lado del copiloto, la puerta del lado del conductor se abrió y entró un hombre de cabellos claros y ojos ámbar, cubiertos por unos lentes.

-Date prisa, están cerca-Dijo la mujer.

-Tranquila, estaremos bien-Dijo el hombre, ambos se pusieron el cinturón y salieron de aquel lugar, Alexia miro hacia atrás, aún era de noche y se alejaban de aquella mansión que tanto le gustaba.

-¿Lograste comunicarte con él? - Pregunto la mujer.

-No, pero sigue intentando-Dijo dándole el teléfono.

-Papá, mamá ¿A dónde vamos? - Pregunto Alexia.

-Es una sorpresa princesa, duerme un rato - Dijo el hombre mientras la miraba por el retrovisor y le sonreía.

-No contesta... ¿Crees que también lo encontraron? - Pregunto nerviosa la mujer.

-Tranquila... - El hombre la miro y le sonrió con ternura, ella asintió y le tomo de la mano.

Alexia miró a sus padres y sonrió, pero aquella sonrisa desapareció al ver una criatura en medio del camino, el miedo se apoderó de la niña, levanto sus manos tratando de que sus padres miraran la frente.

-Es él-Dijo la mujer al ver que su teléfono comenzó a sonar, sonrió pues era la única persona que podía ayudarlos en ese momento.

-Lo siento... Tenía algo que arreglar, ¿Qué pasa? - Pregunto la voz del otro lado del teléfono.

-Papá, cuidado al frente! - Grito Alexia finalmente, su padre miro pero ante sus ojos no había nada.

-¡Frena! - Grito la mujer mirando a aquella maldición. El hombre frenó de manera repentina, ambos se golpearon la frente debido al repentino freno, Alexia sintió que le dolía su cuello, pero solo fue momentáneo.

-¿Estás bien, princesa? - Dijo el hombre girándose un poco hacia Alexia.- ¿Cariño? - Miro a su esposa quien mantenía su mirada al frente.

-Esta aquí... Por favor, ayúdanos... -Dijo la mujer mientras sus lágrimas comenzaban a caer.

-Te encontré-Dijo la maldición después de dar un grito desgarrador.

El hombre se bajó del carro y abrió la puerta de atrás y sacó a Alexia, luego hizo lo mismo con su esposa quien seguía en shock.

-Reacciona cariño, debemos huir-Dijo acariciando el rostro de su esposa.

-Mamá, papá, tengo miedo-Dijo la pequeña Alexia envuelta en lágrimas

La mujer reacciono al escuchar a su hija, la miro en brazos de su padre y la abrazo-No temas mi niña, te protegeré-Susurro, la mujer se alejo y apareció un par de sais.

-Julieta...-Dijo el hombre.

La mujer comenzó a pelear con la maldición, Alexia observaba todo, nunca había visto a su madre pelear, siempre la considero una mujer amorosa y pacifista, se mostraba siempre elegante y risueña, pero en esos momentos su madre parecía una fiera mientras peleaba con aquella criatura.

-No puedes huir de tu destino-Dijo la maldición.

-¿Crees? No dejaré que se la lleven-Hablo Julieta, sentía agotamiento hacía mucho que no peleaba, miro hacia su esposo y a Alexia tenía que protegerlos hasta que llegara aquella persona.

-Entonces morirás, después de todo ya no eres necesaria...-Miro la maldición a Alexia, lanzó sus garras contra Julieta y la estrello contra el auto.

-¡Mamá!-Grito Alexia.

-Julieta... - Susurró el hombre mirando a su esposa, él no podía ver a las maldiciones por lo que no se había percatado que la maldición ya estaba frente a ellos.

-No quiero, no quiero ir contigo... - Dijo Alexia en llanto - No, no quiero morir... - Dijo nuevamente aferrándose a su padre-Dejalo, no lo lastime-Volvió a decir, el hombre la miro y comenzó a llorar se sentía impotente en esos momentos por no poder proteger a sus amadas mujeres.

-Alexia, corre-Dijo el hombre bajando a la pequeña de sus brazos.

-No, no, papá... No quiero, si me alejo de ti, te matara... Es malo... Es malo-Dijo mientras se aferraba a su padre.

-Alexander... Alexia... - Julieta se puso de pie, su cuerpo sangraba tenía golpes y cortaduras, miro a la maldición justa enfrente de su esposo e hija, su pequeña hija se aferraba a su padre, miro como aquella maldición preparaba sus garras para atacar, corrió tan rápido como pudo para detenerla.

Alexander miro a su esposa correr hacía a ellos, entendía lo que estaba por pasar, podía verlo en el rostro desesperado de su esposa, empujó a Alexia detrás de él, Julieta se puso enfrente trato de detener el ataque con sus sais, pero estos se hicieron pedazos, Alexander tomó a su esposa y el abrazo hizo un movimiento y se giraron, trato de protegerla como lo hizo con Alexia, pero las garras atravesaron el corazón de ambos.

-¡No! ¡Mamá, papá! - Grito Alexia, la maldición saco sus garras del cuerpo de aquellos dos.

Trato de acercarse a Alexia, pero aquella niña comenzó a llorar con desesperación, sintió un poder extraño rodearla, algo que le impedía acercarse, miro de reojo a aquella mujer a punto de morir ella sonría victoriosa, trato de atacarla de nuevo, pero sintió una presencia más, miro a los lados se acercaba, soltó un rugido aterrador y se marchó.

-Alexia... Mi amor, no llores, estarás bien, lo prometo... Nunca, nunca te harán daño...-Dijo Julieta.

-Lo sentimos princesa... Tendremos que dejarte... - Dijo Alexander, ambos permanecían arrodillados, les quedaba poco tiempo de vida y frente a ellos tenían lo más precia para ellos.

-No pueden dejarme... No pueden, es mi cumpleaños, mamá, papá, quiero ir con ustedes-Dijo la pequeña acercándose a ellos.

-No, no puedes... Debes vivir, mi pequeña, tienes que vivir-Susurró acariciando el rostro de su hija.

-No quiero, no, sin ustedes estaré sola... Papá, por favor déjame ir con ustedes-Lloro la pequeña, abrazándolos.

Julieta comenzó a llorar, miro a Alexander, él apenas sonrió y beso la frente de su esposa luego rodeo abrazo a su pequeña hija.

-Te amamos Alexia-Susurraron.

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Las sirenas se escucharon, Alexia lloraba desconsolada los cuerpos de sus padres yacían junto a ella, la lluvia empezó a caer, las gotas se combinaban con las lágrimas de aquella pequeña quien gritaba y llamaba a sus padres.

-También quiero morir... Por favor, quiero estar con mi mamá y papá... Quiero morir-Dijo la pequeña en lágrimas.

-No puedes, tú no puedes morir, vive y búscame, tienes que encontrarme... -

Alexia despertó de aquel sueño, miro a los lados estaba en su recámara, su respiración estaba agitada, se tocó su rostro estaba empapado de sus lágrimas, se sentó en la cama miro su cuerpo empapado de sudor, suspiro, aquel no había sido un sueño, era el recuerdo más triste de su vida, comenzó a llorar de nuevo, cada que se acercaba su cumpleaños, aunque esta vez aquellas palabras era nuevas ¿A quién tenía que buscar? Lo más probable era que fuera a aquella maldición que asesino a sus padres, pero desde aquella noche y desde que se convirtió en cazadora, no había vuelto a aparecer.

-¿Qué pasa? - Derek despertó y miro a aquella chica llorar, ella lo miro y negó ante su pregunta comenzó a limpiar sus lágrimas.

-Fue una pesadilla... Solo eso-Susurró tratando de que su voz no se quebrara. Derek se acercó a ella y la abrazo haciendo que la chica se sorprendiera.

-Te dije que confíes en mí... Aunque sea solo una pesadilla, puedes contarme, yo cuidare de ti-Susurró con cierta ternura, Alexia sintió aquel abrazo cálido y protector.

-Mi mamá, mi papá...los extraño mucho-Soltó el llanto, Derek solo la escuchó podía entender que soñó con ellos, pero no fue algo agradable porque ella dijo que fue una pesadilla, no dijo nada solo la abrazo y dejo que llorara.

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