Ailyn, una joven con un vínculo único con la luna, fue destinada como la luna del rey alfa, pero la diosa luna fue testigo mudo de su humillación al ser rechazada el día de su presentación ante la manada.
El rechazo del alfa había sido como una daga clavada en su corazón. Con la frente en alto Aylin emprendió su camino, lejos de la manada que la había despreciado siempre.
Nunca imaginó que aquel bosque oscuro, lleno de sombras, la llevaría a conocer al ser que cambiaría su destino para siempre.
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Capitulo 7: Guapo pero amargado
Si alguien me hubiera dicho hace unos años, cuando supe que sería pareja del rey alfa, que en el futuro este me rechazaría el día de mi presentación a la manada como su reina luna, que me iría de la manada, terminaría en el Bosque de los Condenados salvando a la princesa del linaje vampírico y que tendría al rey con el rostro en la tierra y mi rodilla en su espalda, habría pensado que estaba loco o drogado. Pero la realidad es que todo eso pasó en un solo día, por lo que quité mi rodilla de su espalda y dejé que se levantara.
__Estás loca. ¿Quieres morir por atacarme? ¿Acaso no te has dado cuenta de que soy el rey del linaje vampírico?__. Detallo la expresión del vampirito y, en verdad, está molesto, pero fue él quien empezó al querer atacarme.
__Ya bájale dos rayitas a tu humor, rey de los vampiros. Compórtate como tal, si eres el rey, y no me amenaces, porque yo me defendí, ya que, si no te acuerdas, invadiste mi espacio personal solo por decirte la verdad en tu cara__.
Su ceño se frunce y, si a eso le sumamos lo malhumorado que es, dentro de poco tendrá muchas arrugas, aunque sea un ser sobrenatural. Pero debo aceptar que el rey de los vampiros no está nada mal. Ojos rojos, cabello negro y despeinado, mirada de asesino serial, orejas puntiagudas, un cuerpo grande, con músculos marcados y tonificados. Debe estar cerca de los dos metros, por lo que agradezco tener mis poderosos 1.75 centímetros, porque si no me sentiría a su lado más enana de lo que ya me siento.
__Eres guapo, lástima que eres un amargado__. Murmuré en mis pensamientos, o al menos eso creí, cuando vi que el rostro del rey pasó de furioso a confusión y su hermana estalló en una carcajada, haciéndome avergonzar porque no lo pensé, sino que lo dije en voz alta.
__¿Qué has dicho, loba?__. Logró articular el vampiro con incredulidad. Antes de que pudiera reaccionar, acorté la distancia entre nosotros, plantándome frente a él. Su mirada se petrificó al verme acercarme a su oído.
__Admito que tienes un atractivo innegable, incluso para ser un vampiro, pero tu genio de ogro apaga por completo cualquier encanto__.
Declaré, alejándome un paso del rey. Lo vi abrir y cerrar la boca, como si las palabras se le atascaran en la garganta. Un leve rubor tiñó sus mejillas, un detalle sorprendente en un ser tan imponente, aunque intentó disimularlo rápidamente. Parece que, bajo esa fachada de rey severo y amargado, se esconde una timidez inesperada, que por alguna razón que desconozco me gustaría descubrir.
__¡Eres increíble! Has dejado a mi hermano sin palabras__. Exclamó Sam, felicitándome como si hubiera ganado una batalla imposible.
__Hermano, por favor, debemos llevarla con nosotros. Nunca te pido nada, y además, si no fuera por ella, quizás ni siquiera hubieras encontrado mi cadáver. Esos desgraciados dijeron que sin cuerpo, no habría evidencia de lo que me iban a hacer__. Sam salta alrededor del rey con la energía de una niña, mientras su hermano permanece en silencio, sumido en un shock evidente.
__Sam, por más gruñón que sea tu hermano, con un humor que puede compararse con facilidad con el de una espina clavada, debo admitir que tiene razón__. El rey parpadeó, volviendo a la vida como si hubiera despertado de un trance.
__Mis huesos no resistirían mucho tiempo en territorio vampírico. Nuestros linajes son como aceite y agua, y no quiero que nuestra amistad se manche de sangre por viejas rencillas entre nuestras especies__. Esas estúpidas reglas no escritas que dictaminan que vampiros y lobos jamás serán amigos, solo aliados forzados ante el peligro, y esas veces se pueden contar con los dedos de una sola mano.
__Me agradas, Sam. Eres joven, rebosante de vida, y mereces disfrutar tu juventud. Pero también necesitas aprender a defenderte, a desatar tu potencial. Él no podrá protegerte siempre__. Sam me miró con tristeza, comprendiendo mi lógica, pero también con la melancolía de quien no quiere despedirse.
__Y tú, vampirito__. Me dirigí al vampiro, que había salido de su estupor y ahora me observa con una mirada que promete venganza.
__No le niegues el entrenamiento. Ella es capaz, más de lo que imaginas. Si te aterra que salga herida, entrénala tú mismo. Así, ambos estarán tranquilos__. Su mirada asesina no se aparta de mi. Ja, un intento más de intimidación no me quita el sueño. No es el primero ni el último que me desea la muerte, uno más en la lista no hará diferencia.
Abrazo a Sam y me presento como es debido, diciéndole que me llamo Aylin Eletto. Le prometo que cuando me estabilice y el mamarracho de alfa que me rechazó deje de buscarme para obligarme a tener su descendencia, y ella ya tenga un nivel de entrenamiento adecuado, podremos vernos. Tras despedirme de Sam, quien me mira con ojos tristes, me dispuse a marcharme. Sin embargo, una mano firme rodeó mi muñeca, deteniendo mis pasos. Un chillido de alegría, inconfundiblemente de Sam, resonó a mis espaldas. Al girarme, la sorpresa me invadió al ver que el rey es quien me retiene.
__No vas a ningún lado loba, que no sea el territorio vampírico__. Sentenció el vampiro, con un tono que no deja lugar a discusión.
__Mi hermana te ha tomado cariño, aunque no entiendo la razón. Supongo que es por haberla salvado de esos desgraciados que intentaron abusar de ella. No me gusta tener deudas, así que, como pago por tu ayuda desinteresada a pesar de ser una loba y ella una vampira, te ofrezco protección en nuestro territorio mientras resuelves tus asuntos con tu expareja__. La mención de mi expareja sonó cargada de rabia, o tal vez solo son imaginaciones mías. Mejor no darle vueltas a sus palabras, o acabaré volviéndome loca.
__Y mientras tanto__. Continuó.
__Te encargarás de entrenar a mi hermana. Si fuiste capaz de vencer a diez vampiros tú sola, entrenarla debería ser pan comido__. El vampiro aflojó el agarre que, durante su discurso, había sentido cada vez más fuerte.
Ahora soy yo la sorprendida. Jamás imaginé que aceptaría la propuesta de su hermana y me ofrecería protección en su territorio, siendo de linajes diferentes. Pero no soy tonta. En el fondo, sé que este vampiro malhumorado trama algo al querer ayudarme. Su agarre más fuerte, su mirada siniestra y su media sonrisa después de soltarme me pusieron los pelos de punta. Pero si quiere jugar, entonces juguemos.
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Holis 👋🏼👋🏼👋🏼.
Por aquí les dejo otro capítulo 😸😸😸.
Las actualizaciones serán diarias, al menos un capítulo por día, pero la meta es dos o tres por día😊😊😊.
