Victoria Casani es una chica de 24 años con poca vida social, su día a día se basa en ir a la universidad y forjar su carrera a base de esfuerzo y dedicación, ella sueña con ser arquitecta, ella vive con sus padres Carmen que es de Asendencia Mexicana y Lorenzo que es Italiano, también con su hermano mayor Gabriele, viven en la hermosa ciudad de Florencia- Italia.
Leonard Loannou tiene 38 años, es un excelente decano de diseño arquitectónico y hace poco se unió a (Università degli Studi di Firenze, UNIFI) en Florencia, el es de origen Griego, pero decidió mudarse a este nuevo país, ya que le llegó una excelente oferta de esta universidad, a la que por mucho tiempo estuvo aplicando, pero hasta hace unas semanas se le dió la oportunidad gracias a su excelente perfil profesional.
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CAPITULO 11
VICTORIA CASANI
Acabo de pasar la peor vergüenza de todas, en mi defensa yo no sabía que el estaba ahí, después de que el se fue, me quité el suéter y me observé en el espejo, mi figura no es mala, considero que tengo las proporciones adecuadas para mí cuerpo, y lo que más me gusta, es que mis senos no son tan grandes.
- ¡que es lo que estás haciendo idiota! -- me dije a mi misma -- ¿que hacer viéndote al espejo? ¿es que acaso te gustó que el te viera así?--- me seguí regañando.
¡Toc! ¡Toc!... tocaron la puerta y yo me sobresalté.
- Hermana, ¿Estás bien?-- era Gabriele.
- s-si, todo está bien -- le dije apenada.
- ¿segura?, ¿no necesitas que entre?-- insistió.
- N-no, no es necesario, yo estoy bien, ya me voy a la cama -- respondí.
- ok, cualquier cosa que necesites, me envías un mensaje --
- Gracias-- le dije y el se retiró de mi puerta.
Tomé aire, de nuevo me puse el suéter y tal como le dije a Gabriele, me acosté a dormir.
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Ya estoy en la universidad, favorablemente hoy no tengo clase con Leonard, aún me siento muy avergonzada, puse mi auto en el lugar asignado y fui directamente a la clase de historia del arte.
El día iba fluyendo con normalidad, pude concentrarme en las clases y adelanté varios trabajos que tenía pendiente, estaba tan concentrada que no me fijé en que momento el director entró al aula.
- Señorita Casani -- habló el Decano Vanucci, yo levanté la cabeza y me puse de pie.
- Dígame profesor -- respondí.
- Cómo tú estás al día en todas las actividades, acompaña al director, está solicitando ayuda para terminar el stand para las muestras que va a haber dentro de dos semanas, nuestra facultad se tiene que lucir --me dijo.
Yo asentí tomé mi maleta y fui saliendo atrás del director, antes de terminar de cruzar la puerta el decano volvió a hablar.
- Esto te servirá como nota, así que no te preocupes por las siguientes clases--
- Muchas gracias -- dije.
- Vamos, tenemos mucho trabajo -- dijo el director.
Caminamos hasta el Coliseo de la facultad, este lugar es totalmente cubierto, está recién remodelado y se ve muy lindo, vi que ya habían puesto unas largas telas que estaban adornando las columnas, también habían instalado unos reflectores, el equipo técnico estaba haciendo algunos ajustes de sonido, el director me guío hasta donde estaban otros estudiantes.
- Hola chicos, cómo van con el stand -- indagó.
- Vamos bien señor director, ya trajeron algunos materiales, estamos trabajando en el plano, pero falta sacar las medidas para comenzar a construir la pieza-- dijo uno de los estudiantes.
- ¿Y el Decano Loannou?-- preguntó y mi cuerpo reaccionó con nerviosismo al escuchar que el director lo nombró.
- dijo que ya venía, fue por su laptop para hacer el diseño -- le respondieron.
- ok, entonces tú esperalo aquí, el fue el que pidió que tú ayudaras, dijo que tienes un buen manejo del programa, así que por favor trabaja fuerte, todo tiene que salir bien -- me dijo el director y yo asentí.
El se fue dejándome con los demás, ellos siguieron en lo suyo, entonces yo me senté en una de las sillas y saqué mi computador, lo puse sobre mis piernas y abrí el programa, sentí cuando alguien se sentó a mi lado.
- que bueno que llegaste-- dijo Leonard, yo lo mire y sonreí.
- dime qué es lo que tengo que hacer -- fui directo al asunto.
- ten-- me pasó unas medidas y unos planos -- debemos realizar el diseñó en base a estas medidas y los planos, tenemos que hacer que el uso de recursos sea el adecuado, de esto dependen muchas cosas -- me explico.
- ¿Debemos?-- pregunté.
- Si, tu y yo nos vamos a encargar de esta parte, tendrá que estar lista para el martes, los chicos deben hacer la maqueta y tendrían poco tiempo, así que por eso pedí tu apoyo --
- Pero hoy es viernes, tendríamos que trabajar en esto el fin de semana -- le recalque.
- si, lo sé, pero tenemos algo a nuestro favor, vivimos solo a cinco casas, podemos reunirnos el fin de semana en la tuya, o en la mía, dónde te sientas más cómoda-- comentó.
- En mi casa-- dije sin dudarlo.
- ok, entonces por ahora hagamos lo que más podamos, antes de irnos me das tu número de teléfono para acordar la hora de mañana-- dijo y yo asentí.
Nos pusimos a repasar los datos y comenzamos a adelantar, los demás se fueron retirando de a poco, hasta que quedamos solos, comencé a sentir un poco de hambre, mi estómago sonó, yo abrí mis ojos por la vergüenza, solo espero que el no haya escuchado, pero al parecer si lo hizo porque se quedó mirándome fijamente.
- dejemos hasta aquí, vamos a continuar mañana, mejor vayamos a la cafetería, te invito a comer algo -- me dijo y yo negué con la cabeza.
- No quiero ser una molestia, además mi mamá me deja el almuerzo hecho, y odia que no me coma lo que prepara, es como una ofensa para ella-- dije con sinceridad.
- por lo menos acepta tomar un café conmigo -- insistió, finalmente acepté.
fuimos a la cafetería, pero yo pedí un batido de fresa, el si pidió un café americano, nos sentamos en una de las mesas... Mientras el bebia su café no dejaba de mirarme, ya me estaba comenzando a incomodar.
- Creo que mejor me voy-- le dije tratando de ponerme de pie.
El me tomó de la mano y me detuvo-- por favor siéntate, no te has terminado de tomar tu batido -- me dijo, y era verdad, el vaso estaba a la mitad.
Entonces me senté y me lo terminé lo más rápido que pude -- Listo, ya acabé, ahora sí me voy, mi mamá se va a preocupar si no llego rápido a casa-- insistí.
- Está bien, pero antes de irte, dame tu número, necesito coordinar la hora para vernos mañana-- dijo, yo anoté mi número en su celular, me despedí y me dirigí al parqueadero.
Llegué a mi casa 1 hora más tarde de la que habitualmente lo hago, mi mamá no estaba y mi padre estaba en la cocina preparandose un café.
-hola papi, ¿y mamá?-- pregunté.
- nos abandonó, dijo que conseguiría una nueva familia -- mi padre comenzó a reír.
- papá, en serio, no hagas esos chistes tan malos, que ni tú te los crees-- me reí de su ingenio.
- Está comprando ingredientes para sus tamales, además mañana se va a reunir con sus amigas aquí en casa, entonces también fue a traer algunas cosas para ofrecerles a las chicas--
-¿chicas?, tienen casi 60-- le recordé.
- si, pero se ofenden si les decimos señoras, no quieren aceptar su edad, además tu madre me comentó que quiere presentar a tu decano con Sonia, yo le dije que es una locura, pero ya sabes cómo es tu mamá -- me comentó.
-Si, ya me lo había comentado, pero nada pierde con intentarlo -- le dije, pero mis propias palabras quemaron mi garganta.