Te daré un millón de dólares por pasar 30 días con tu mujer- dijo con ese tono altanero que lo caracteriza desde el primer día que lo escuche hablar.
Debes estar loco- contesto mi esposo sin dudar un solo segundo.
Acepto- dije recibiendo las miradas de todos los presentes. Quizás nadie lo entendería pero era la única manera de salvarla y darle todo aquello que luego de la operación necesitaría.
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capitulo 11
La señora que estaba con Hannah en la cocina, nos preparó diversos tentempiés para ir comiendo en el camino. Le dio a mi pequeña una canasta de mimbre con diversas cosas adentro y a uno de los de seguridad, una pequeña heladerita con varias bebidas.
Afuera, bueno no puedo explicarlo bien, pero eran 3 autos negros con vidrios polarizados y de alta gama, debo reconocer que nunca fui buena para las marcas y modelos de los vehículos incluyendo las motos, con suerte sabía que mi camioneta era una suran y que la moto favorita de Antony era una Kawasaki Ninja, pero eso era porque se la pasaba hablando de ella y presumiéndola. En fin volviendo a esto ¿acaso no era demasiado? Parecía que alguien famoso viajaba por Roma.
Disculpa, pero parece excesivo- le dije en cuanto llegue a su lado.
Me llamo la atención que fuese el quién nos abriera la puerta del auto y nos invitara a entrar, normalmente eso lo haría alguno de sus hombres.
Nada es suficiente- dijo sin expresión alguna en su rostro.
Senté a Hannah del lado de la ventanilla detrás del conductor, acomode su cinturón de seguridad y deje espacio para que él subiera a nuestro lado, pero grande fue mi sorpresa cuando cerró la puerta y se subió adelante del lado el acompañante. No le di demasiada importancia aunque siendo sinceros algo triste me sentí.
Salimos de la mansión en silencio, mi niña miraba todo y sonreía por los paisajes que este hermoso país nos regalaba. Después de unos veinte minutos de viaje, llegamos al Palacio Barberini, era un hermoso museo, había estudiado sobre el cuándo hacía el traductorado de Italiano. Mi profesor era de un pequeño pueblo de Italia y nos mostró por fotos los lugares más hermosos para recorrer si en algún momento podíamos viajar.
El auto paro en un lugar medio alejado de la entrada, varios de seguridad se acercaron a nosotros, saludaron a Nicolás y nos indicaron entrar por una entrada de servicio que estaba al costado del museo.
Vengan por aquí, es más seguro- nos indicó Nicolás poniendo su mano en mi espalda para guiarnos.
Hannah miraba todo sorprendida, no solamente los cuadros, sino también las estatuas, mientras tanto yo le iba leyendo las descripciones que se encontraban en cada uno. Podía sentir cuando la mano de Nicolás se apoyaba más fuerte como diciéndome por qué camino ir y siendo sinceros una descarga eléctrica recorría todo mi cuerpo cada vez que eso pasaba.
Los hombres de seguridad nos seguían de manera muy de cerca, pero siempre a nuestros costados. De reojo veía como miraban a Hannah cada vez que se soltaba de mi mano para acercarse a alguna estatua, era como si estuviesen preparados para cualquier cosa que pasara y en algún punto me gustaba mucho que ella estuviese así de protegida.
Può sembrarti estremo, ma è l'unico modo per uscire con te a fare una passeggiata (quizas te parezca extremo, pero solo así saldría con ustedes de paseo)- me dijo al oído Nicolás y podía sentir el aire caliente salir por sus labios y golpear directamente mi lóbulo.
Non preoccuparti, capisco perché lo fai e lo apprezzo. Lei è molto felice (tranquilo, entiendo por qué lo haces y te lo agradezco. Ella está muy feliz)- le dije volteando un poco mi cabeza para verlo directamente a los ojos. Aunque él llevaba puestas esas gafas oscuras.
¿Y tú?- su pregunta me descolocó por unos segundos, pero aun manteniendo una sonrisa asentí en forma de respuesta. -no quiero que finjas felicidad, si te gusta el paseo seguiremos, si no volvemos- sentenció frenando en el lugar.
Quiero que sigamos por favor- le dije sin mirarlo. Mi pequeña estaba muy feliz de poder salir y recorrer todo el lugar, por más que me sintiera preocupada por lo que pasaría en Estados Unidos no podía encerrarla en la casa, no era justo para ella.
Volvió a poner su mano en mi espalda y seguimos el recorrido del Museo. De ahí nos fuimos al coliseo romano, donde saque muchas fotos de mi pequeña. Su alegría era palpable y contagiosa y hasta Nicolás sonreía de vez en cuando y nos sacaba fotos a las dos juntas.
Antes de seguir paseando, nos llevó a un restaurante a comer, a pesar de que le dije que la cocinera había preparado bocadillos. Él me explicó que eso sería para más tarde, no sé que sorpresa nos tendría preparada, pero me encantaba que al menos fingiera por nosotras.
Luego de almorzar, fuimos a una plaza que también había conocido por fotos, la hermosa Campo de' Fiori a orillas de Tiber. No sé en que momento uno de los autos se había adelantado y los de seguridad habían preparado un lugar para que nos sentáramos a descansar. Después de un rato de estar sentados observando el paisaje, Guillermo apareció con una pelota para Hannah. No podía creerlo y de no ser porque tenía fotos de ellos nadie me lo creería jamás, pero el mafioso más temido jugaba con una pequeña a pasarse la pelota y reían como si fuesen amigos de toda la vida.
Mamá ven a jugar- me grito mi pequeña, hacia cuanto tiempo que no se divertía de esta manera, sus crisis la habían hecho dejar de sonreír como hoy lo hacía y siendo francos por primera vez en mucho tiempo yo también podía reír con ganas y relajarme.
Terminamos todos cansados de tanto jugar y perseguir a Hannah quien cada tanto agarraba la pelota con las manos y corría esperando que la siguiéramos. Ahora entendía por qué había dejado los bocadillos para después.
Iremos a un último lugar que espero que les guste- nos dijo Nicolás mientras extendía su mano para ayudarnos a ponernos de pie.
La hermosa Basílica dedicada a La Virgen Maria se veía a lo lejos, la gran Santa Maria in Trastevere era uno de los lugares que más deseaba conocer. Decían que encender una vela en este lugar cumplía cualquier deseo que la persona pedía y ni bien bajamos del auto, Guillermo ya estaba esperándonos a los tres con las velas en la mano.
Feliz navidad 🥰