Esta pareja se separó por culpa de él. Todo lo malo que él le hizo vivir fue demasiado para ella y con el corazón roto salió de su vida para siempre...
Anya se casó por amor, Alex no. Él ya amaba a alguien más y fue obligado a separarse de ella; pensando que Anya era la culpable, le hizo la vida miserable.
Su esposa pensó que con el tiempo él podría enamorarse de ella; sin embargo, eso no pasó en todo el tiempo que estuvieron juntos.
Una noche, fue el comienzo del fin para que ella lograra salir del fondo del pozo donde estaba viviendo.
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23
Capítulo 23
Mirando el rostro desencajado y triste de su hijo, la pareja aún no se llegaba a dar una idea de la mitad de todas las cosas que Alex estaba sintiendo en este momento y es que él se estaba recriminando en este momento todo lo malo que le hizo pasar a Anya en estos años. Gritos, burlas, el encierro, el herir su corazón, entre otras cosas.
Ellos habían iniciado un acontecimiento hace unos años, que junto con la intervención de Silvina harían que él detestara de cierta manera a Anya e hiciera cosas de las que ahora que sabía la verdad, se arrepentía con toda el alma. Pero tal vez, en este momento, todo lo que él lamenta, sería en vano, ya que es posible que sea muy tarde.
Anya en estos días ha estado demostrando una fuerza y entereza envidiable, algo que no dejaba ver antes. Tal vez, el que lo muestre en estos momentos no es solo por su hijo, sino porque esta dejando de lado su cariño por él, o eso es lo que está pensando en este momento Alex. El siquiera imaginar que por culpa de todo lo que le hizo, ella esta dejando de quererlo, en este momento que sabe la verdad, le duele.
-Hijo, ¿estás bien?
Pregunta Estefanía mientras mira a Alex a la cara, un poco preocupada.
-Sí, solo un poco confundido por todo lo que me han contado.
Le dijo él después de un pequeño silencio.
-Lo que yo no entiendo, ¿cómo es que ella no te lo dijo? Viendo como nos ha tratado hoy y la noche que fueron a nuestra casa a cenar después de tanto tiempo, yo supondría que ella, nos guarda mucho rencor, por lo que la obligamos a hacer en ese tiempo.
Dice ella con voz culpable, mientras mira a su hijo y toma la mano de su esposo, apretándola, pues se siente culpable por sus acciones hace años.
-Sí, yo también lo creo. Lo que me sorprende es que su matrimonio haya funcionado bien, en estos años.
Dice Mauro, quien se preocupa cuando ve la cara que hace su hijo al escuchar sus palabras.
-Hijo, ¿Tu matrimonio ha estado yendo bien en estos años? ¿Verdad?
Alex mira a los ojos a su padre, trasmitiéndole todo su sentir con esa simple mirada. Luego, poco a poco, empieza a negar con la cabeza, mientras empieza a hablar.
-No, no ha estado yendo nada bien y todo es mi maldita culpa. He sido un maldito con ella, la he maltratado, despreciado y me he olvidado de que antes de nada de esto, ella era mi amiga.
-¿Qué es lo que estás diciendo Alex? Por dios dime, ¿qué es lo que has hecho?
-Yo no me aleje nunca de Silvina en este tiempo, ella y yo hemos sido amantes hasta hace poco. Y solo la dejé, porque ella me fue infiel con algún idiota. No he respetado mi matrimonio con Anya jamás, nosotros no somos una pareja, papá.
Mauro y Estefanía no podían creer lo que escuchaban, su hijo había seguido no solo en contacto con esa mujer, sino que no había tomado en serio su matrimonio con Anya y se había estado metiendo con esa mujer, engañando a su esposa.
-Hijo, ¿Tú no has estado haciendo vida de casado, nunca? ¿Tú solo has estado enredado con esa mujer y ni siquiera lo has intentado con tu esposa?
-No, madre. Yo jamás he dejado que Anya se me acerque de esa manera. Cada vez que ella se me acercó intentando que nuestro matrimonio funcione, yo me encargue de alejarla lo más que podía de mí. Le he dicho tantas cosas hirientes, la he dejado encerrada en esta casa sin poder salir, hasta le prohibí ir a la universidad.
-¡Hijo! ¿Qué has hecho? El permitirle ir a terminar su carrera, fue la manera que conseguimos para que aceptara el casarse contigo y tú ¿le sacaste eso?
Dice Estefanía un poco alterada, pues Anya no era alguien que se deje amedrentar tan fácilmente, lo que quiere decir que ellos y su hijo, la habían lastimado mucho como para que ella no pudiera oponer resistencia a sus planes absurdos.
-Madre, yo no sabía nada de eso. Yo creía que ella era la de la idea del casamiento. Silvina me hizo creer que Anya la había amenazado diciéndole que se alejara de mí el día antes de que me dijeran que me tenía que casar con ella. Yo le creí como un idiota, sí. Ustedes jamás me dieron un motivo por el cual se tenía que hacer ese casamiento, siempre pensé que era por un capricho de ella.
Dijo Alex, tratando de que ellos entendieran lo que él suponía en ese momento.
-¿No ha sido tan grave la convivencia entre ustedes, verdad? ¿Hay alguna manera de salvar su matrimonio?
Preguntó Estefanía esperanzada mientras miraba a su hijo, solo su esposo se había dado cuenta de la gravedad de lo que su hijo había hecho con su esposa.
-Madre, yo me he comportado como un desgraciado con ella. Yo no solo la encerré aquí y la dejé olvidada. Yo... yo la hice trabajar como una empleada más en la casa.
-¿Qué?
Estefanía se levantó de su asiento y empezó a caminar por la sala al oír las palabras de su hijo.
-Bueno, la verdad supongo que decir empleada, es demasiado. Más bien era una esclava aquí.
-¿De qué demonios estás hablando, hijo? Por dios, ¡habla de una vez!
Le grito Estefanía a Alex, ya que estaba exasperada con él por todo lo que Alex le estaba revelando de lo que había pasado en estos años entre él y Anya.
-Es lo que te estoy diciendo madre, aquí era tratada como una esclava, ni una maldita prenda le había dado en este tiempo y no me había dado cuenta hasta lo del be...
Tanto Estefanía como Mauro se quedaron helados con todo lo que escuchaban, pero la palabra a medias dicha por Alex, los puso tiesos. Estefanía se tuvo que volver a sentar cuando escuchó esto último.
-¿Qué has dicho Alex? ¿Bebe? ¿De qué bebe hablas?
-Hace unos meses, llegue muy ebrio a la casa y tuve sexo con ella. Ella ahora esta embarazada. Fue la única vez que la toque y ella quedó embarazada.
Después de que Alex le contara esta noticia a sus padres, ellos estuvieron hablando del tema durante un rato más. Alex, le contó todo lo que sucedió en los meses desde que se enteró del embarazo y como ha estado tratando de llevar las cosas bien con Anya por el bien del bebe; sin embargo, ahora que sabe la verdad de lo que había pasado hace años, tratara de acercarse a Anya como el amigo que era en aquel entonces.
Ellos ahora van a tener un hijo juntos, tal vez ella no le perdone todo el mal que le hizo, pero quien dice y puedan formar una amistad por el bien de ese niño. Sabe muy bien que no se merece ninguna oportunidad, pero luchara muy duro para que ella pueda darle, aunque sea una milésima parte del cariño y el compañerismo que le daba antes de que él la traicionara de esa manera.
Cuando terminaron de hablar, tanto Estefanía como Mauro querían pasar a ver y hablar con Anya y disculparse por todo lo que tuvo que pasar en estos años, pero Alex les pidió que la dejaran descansar. Ya era muy tarde y además muy en el fondo, él sabía que ella no los quería ver, por lo menos no todavía. Por otro lado, él también quería ir y verla un rato y si sus padres subían, él tendría que esperar aún más.