No Me Alejes De Tu Lado
Capítulo 1
Anya estaba parada en la ventana de su habitación esperando para ver a su esposo, hace ya una semana que no lo veía y no sabía en donde estaba o con quién.
Tal vez estaba con su exnovia en un hotel, entregándose el uno al otro a la pasión mientras ella estaba aquí sola en su cuarto, esperándolo, aunque en realidad no lo sabía con seguridad. Tal vez si o tal vez no. No es que tuviera las agallas para llamarlo e interrogarlo por su paradero. Lo único que tenía como certeza es que su marido era capaz de estar con esa mujer. Él la amaba tanto, como a la misma Anya la despreciaba, así que no sería nada raro que estuviera con Silvina Gutiérrez.
Ellos se habían casado hace dos años; sin embargo, no había amor entre ellos. O por lo menos no de parte de él.
Ella sí que lo quería, desde el primer momento en que lo vio, quedo flechada por él. Habían llegado a ser grandes amigos con los años, pero resulta que él la odió desde el momento que se anunció el compromiso de ambos, sin entender o querer comprender que ella no tenía la culpa de nada. Había sido tan o más obligada que él a aceptar ese matrimonio.
Desde el primer momento hasta ahora, la pobre de Anya ha estado sufriendo en silencio sin que nadie la pueda ayudar, aunque tampoco sus padres o sus suegros quieren hacerlo. Ella no estaba a favor del matrimonio, pero la obligaron diciéndole que le sacarían el apoyo económico que le daban y ya se tendría que valer por sí misma y no tenía ni un solo ahorro ni estudios, porque los estaba cursando.
Sin quedarse con otra solución de por medio para poder solventarse y con el temor de perder sus estudios por no poder pagarse la universidad, terminó por aceptar lo que sus padres y los de Alex le pedían. Aunque cuando se casó, fue el mismo Alex él que ya no le permitió ir más a la universidad.
Por más que ella lloró y le suplicó a él, este no accedió, ya que lo tomo como un pequeño castigo para ella, por haberse tenido que separar de la mujer que él más amaba. La dejó encerrada en la casa sin poder disfrutar de todas las comodidades de ser la señora Ponce. Muy equivocado estaba él, tratándola a veces peor que a un animal. Incluso hubo días que si ella no acataba sus órdenes, él como castigo la dejaba encerrada en su habitación durante un día completo, sin darle comida ni agua.
Cuando estos días pasaban a la pobre de Anya solo le quedaba tomar agua de la canilla del baño. Pero como no se le permitía salir sin autorización, no tenía ni siquiera un pequeño escondite de comida. Por suerte no eran muchas las veces que esto pasó. Sin embargo, en cada una de ellas, le dolía el alma ver lo cruel que él podía ser con ella, quien hasta hace poco era su mejor amiga y confidente.
Sin importar sus sentimientos, todos en esa casa la ignoraban, ya que eran los empleados de Alex. Por más que ella los tratara bien desde hace tiempo, en cuanto se mudó a esa casa ellos decidieron cambiar con ella desde un principio, ellos no podían ni siquiera hacerle un desayuno, por lo cual ella tendría que cocinarse. Pero al ver lo bien que pudo desenvolverse en la cocina, su esposo la hacía trabajar en la casa para ganarse el derecho a comer.
Ahora, en de vez de ser la señora de la casa, era solo una sirvienta más. Bueno, más bien era una especie de esclava, ya que no cobraba un salario ni tenía permitido ir a ningún lado.
De pronto escuchó el ruido de un motor, haciéndola mirar hacia la entrada de la casa. Pudo ver como las grandes rejas se abrían dejando pasar un auto de último modelo. El cual no era otro que el auto de Alex, su esposo.
Se le hizo muy raro a Anya que él estuviera aquí y más de noche, ya que eran contadas las veces que lo veía a esa hora por aquí. Casi siempre que se presentaba aquí en la mansión era de día.
A pesar de todo lo malo que ha estado viviendo en esa casa desde el matrimonio, ella se alegraba de poder verlo, aunque sea solo de lejos, pues era el hombre que ella amaba. Estaba confundido y por eso la trataba así. Ella pensaba que tal vez en algún momento las cosas entre ellos podrían cambiar y ser por fin un matrimonio de verdad.
Tal vez el mundo crea que es una estúpida por aferrarse de esa manera a él, pero ella sabía que era un buen hombre. Incluso odiándola como la odiaba, por destruir su felicidad con la mujer que él amaba, jamás le golpeó ni la ha maltratado físicamente, solo decidió ignorarla y dejarla encerrada.
Aunque ella pensaba esto, una parte de ella misma, algunas veces, se pedía odiarlo y tratar de huir de él. Si bien no la trataba a los golpes, si era hiriente con sus palabras, a veces la insultaba y la encerraba en la habitación sin comida ni agua. Y ese parte de ella sabía que eso no lo hacía un buen hombre.
Sin embargo, ella conocía las dos partes de él mismo. Una era su amigo, el hombre del que ella estaba enamorada y otra era ese que era capaz de hacerla pasar hambre y la lastimaba con su indiferencia.
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Comments
Estela Aguiar
esas situaciones por lo general se dan por miedo de la mujer, a quedarse sola o a no poder mantenerse o también en el caso que hay hijos a veces es por ese motivo y más si no tiene un techo y trabajo para poder alimentar a los hijos
2024-11-30
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Kysa_lov
Qué asco de hombre ,….si ella le llega a perdonar dejó de creer en todo y eliminó la aplicación 😭😭😭
2024-12-10
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Kysa_lov
Necesita unos lentes urgentemente!!!!!
2024-12-10
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