Prometida Ao Don Salvatore

Ao amanecer, Sofía se despierta primero y está recostada en su pecho. Se asusta un poco, pero luego recuerda lo que sucedió, sus manos en su cuerpo.

Ella mira a él durmiendo, como si no pudiera creer que ese hombre frío y sombrío fue el mismo hombre maravilloso con ella.

Inclina la cabeza para mirarlo y observa su pecho, y comienza a acariciar con la punta de sus dedos, subiendo y bajando. Ve cómo su miembro se endurece dentro de sus calzoncillos y él abre los ojos.

— Marco: Marco- ¿Qué estás haciendo, traviesa?

Ni siquiera le da tiempo para responder y se sube sobre ella besando su cuello y sujetando sus manos por encima de la cabeza con una mano. Ella suelta un suspiro y él continúa, mientras la besa desciende la otra mano hacia su ropa interior y nota que ya está lista para él. Y comienza a estimular su clítoris.

Él suelta sus manos, aparta parte de la camisola dejando los senos al descubierto y los chupa, sin dejar de estimularla. Sofía gime mucho, él la mira para ver su reacción y se vuelve aún más loco.

Retira la mano de su intimidad, aparta la ropa interior hacia un lado y comienza a introducir su miembro lentamente mirándola.

— Marco: Marco- ¿Es esto lo que querías?... dice con mucho deseo.

Sofía ya estaba delirando y gimiendo y no puede responder.

— Marco: Marco- Dime, ¿es esto lo que quieres, mi sexy...

Él habla y la sujeta del cuello, sin mucha fuerza, y aumenta un poco las embestidas.

Sofía ni siquiera puede mirarlo, estaba delirando de placer.

— Sofia: Sofía- Más rápido, aahhh...

Escucharla pedir más con su voz tierna lo vuelve loco, la penetra profundamente y rápido, una mano está apoyada en la cama y la otra aprieta su cintura y va con más fuerza.

Él la mira tratando de saber si estaba sintiendo dolor, pero sus expresiones eran solo de placer, ambos gimen mucho y él está loco de deseo.

Se acuesta sobre ella y besa su cuello mientras continúa embistiendo, ella tiene un orgasmo y luego él llega al límite también.

Sale de dentro de ella y se acuesta a su lado, jadeante, ella también está jadeante.

Él se voltea y la mira sonriendo.

— Marco: Marco- ¿Qué hago contigo...

— Sofia: Sofía- Solo me aseguraba de que todo fuera real... mira con mirada traviesa* y sonriendo*

— Marco: Marco- Mi traviesa... ¿Sientes dolor?

— Sofia: Sofía- Un poco de incomodidad, pero nada grave.

— Marco: Marco- Hoy irás al médico solo para que te dé medicina, pero otro día puedes hacer un chequeo, ¿de acuerdo?

— Sofia: Sofía- Está bien, ¿vamos a tomar una ducha?

— Marco: Marco- Sí

Se duchan y se visten para bajar, Elisa ya estaba poniendo el desayuno en la mesa y ellos descienden sonrientes.

— Elisa: Elisa- Buenos días, mi pareja... dice sonriendo

— Sofia: Sofía- Buenos días, Elisa.

— Marco: Marco- ¡Buenos días! Elisa, voy a pedirte que acompañes a Sofía al médico hoy.

— Elisa: Elisa- Sí, como quieras.

Toman su desayuno tranquilamente.

— Marco: Marco- Voy a comprarte un celular nuevo, pero si necesitas llamarme, puedes hacerlo desde el teléfono de Elisa. Tengo que irme.

Se despide dándole un beso en los labios y se va.