Alejandra, una chica que tuvo la mala suerte, de ser echada de su casa, por su propio padre. Por cancelar su boda, con su prometido un día antes, al encontrarlo con su amante.
Esa misma noche ella va a un club, donde se le pasan las copas y termina acostándose con un desconocido.
Años más tarde se convierte, en la mejor abogada de la ciudad. Sin que ella sospeche acude a una cita de trabajo, ella creé que se trata de un nuevo caso, donde es chantajeada, por un magnate multimillonario. Tendrá que tomar la decisión más difícil de su vida. Aceptar o perder todo, lo qué a logrado con su esfuerzo.
Acompañame en está nueva historia, a descubrir que pasa al rededor de la vida de está abogada y, como será el reencuentro con su pasado.
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Dylan se molesta y besa a Alejandra.
Mientras que cada uno está en su escritorio, Dylan la observa de reojo y, así transcurre mediodía sin, haber ni una sola conversación entre ellos.
Dylan por más que trate de concentrarse, solo ronda por su cabeza, las palabras dichas por su padre esa mañana, que tiene que casarse con la hija de la señora Florencia.
Nada más de recordar, cómo es la hija de esa mujer se molesta y, tira algunas cosas que están, sobre su escritorio.
Alejandra se sobresalta del susto, lo queda viendo con extrañeza pues ahora que lo hizo enojar, que solo se dice para sí misma.
- Hay que ver que este, sí está loco, o es bipolar. -
Cuando en eso entra Guillermo, vaya veo que sigues molesto hermano yo que vine a invitarte a comer.
- No estoy de humor, para tus invitaciones Guillermo le dice Dylan a su hermano en tono molesto.
Guillermo voltea a ver a Alejandra, con una sonrisa coqueta, bueno si tú no quieres ir, entonces invitaré la señorita Alejandra, no creo que sé niegue a no aceptar, invitación a comer señorita, Alejandra acepta una invitación a comer. -
Alejandra le da una media sonrisa y le responde. - Bueno, por qué no, estaba a punto de irme a comer.
Alejandra se levanta de su lugar y, toma su bolso. - Nos vamos señor Guillermo. -
- Claro usted primero. - le dice, Guillermo dándole paso a Alejandra, que está, medio sonríe viendo a Dylan, que solo los queda viendo serio.
Después salen de despacho, cuando cierran la puerta solo se puede escuchar, un golpe sobre la puerta Alejandra voltea a ver, pero la puerta sigue cerrada.
Guillermo con su sonrisa, coqueta dibujada en su rostro le dice.
- Creo que mi hermano está enojado, sabe qué le sucede. -
- No, no tengo ni la menor idea, para ser sincera no cruzamos palabra alguna. - le dice, Alejandra haciendo una mueca a Guillermo sonríe y después entran al ascensor donde se encuentran con Dante, este de inmediato saluda a Alejandra muy amablemente. - señorita Alejandra un gusto de conocerla en persona. -
Alejandra solo sonríe ante la galantería de Dante, pues estos hombres saben como coquetear ante una mujer.
Enseguida Dante les pregunta. - Y a dónde van si se puede saber. -
Guillermo queda viendo a su hermano por unos segundos y después le responde. - Vamos a comer. -
- Fui a invitar a Dylan pero ya sabes, siempre está de mal humor. Así que invierte a la señorita Alejandra para disculparme por el incidente de ayer. -
Alejandra le responde. - Eso ya está olvidado.
Los tres salen del ascensor, y se dirigen al estacionamiento cuándo llegan al restaurante, cada quien pide lo que va a comer. Pasan un rato agradable entre pláticas y risas, llega la hora de regresar a la empresa.
Cuando Alejandra regresa al despacho, Dylan está con cara de pocos amigos, que de inmediato le dice, en forma de reclamo.
- Que se divirtió con mis hermanos. -
- Alejandra le responde. - Para ser sincera, sí son algo divertido. -
- Pues olvídese de estar saliendo, a comer con ellos que no está aquí para socializar, con mis hermanos está usted aquí, para trabajar que no se le olvide. -
- Señor Rangel en mi hora de comida, yo salgo con quien a mí se me dé la gana y, si no le gusta pues allá usted. - Le dice Alejandra en tono desafiante.
A Dylan, no le gustó en la manera que Alejandra le respondió, que se dirige hacia su escritorio donde está ella sentada, la jala por el brazo levantando la de su lugar. - A mí no me hablas de esa manera. Pero al tenerla tan cerca, se queda viéndola fijo a la ojos, que se pierde en ellos por unos segundos, después él dirige su mirada, a sus encantadores y apetecibles labios .
Termina apoderándose de los labios de Alejandra, la besa con tal pasión, que profundiza cada vez el beso, introduciendo su lengua haciendo, que Alejandra quede casi sin poder respirar.
Alejandra forcejea, tratando de soltarse del agarre de Dylan, pero le es imposible, es más fuerte que ella, que no puede hacer nada, cuando Dylan, la suelta Alejandra se limpia la boca.
-Eres un estúpido Dylan Rangel. -
Se da la vuelta para salir del despacho quedando Dylan sin poder entender lo que acaba de hacer.
- Maldición que demonios estoy haciendo. -
Dylan camina de un lugar a otro, ni él mismo entiende por qué beso Alejandra, se queda toda la tarde en su despacho esperando que Alejandra regrese, pero ella no vuelve.
Después de lo ocurrido Alejandra, decidió irse a su casa o más bien, a su casa nueva.
Alex pasa toda la tarde en compañía de su pequeño, después de estar un rato en el jardín van a la piscina, Alex trata de enseñar a su pequeño a que aprenda a nadar.
Después de estar por un rato con su pequeño dentro del agua, le dice a una de las empleadas, que lo lleve y lo cambie de ropa que esté listo para la cena.
Cuándo en eso llega Mari. - Hola, Alex Cómo te fue en tu día de trabajo.
Alejandra le responde a su amiga haciéndole una mueca. - Ni me preguntes. -
- Por qué amiga tan mal te fue. - Le dice Mari con una sonrisa de burla..
Sí amiga, al loco bipolar de Dylan, se le ocurrió besarme a la fuerza.
Mari se queda boquiabierta, al escuchar a su amiga decir que Dylan la había besado. - No inventes amiga Y eso por qué. -
- Yo qué sé, todo comenzó porque me prohibió que yo salga a comer con sus hermanos, Guillermo llegó a invitarlo a comer, yo no sé qué diablos le pasa a ese hombre, pero estaba molesto dijo que no. Entonces me invitó, a mí y yo acepté. -
- Cuando regrese me reclamó, que yo no estoy para socializar con sus hermanos sino para trabajar y, que no podía ir a comer con ellos, si me invitaban te imaginas está loco. -
- Pero por qué prohibirte que salgas a comer con ellos. -
- Pues no lo sé el caso es que le respondí y, no le gustó y nada más así porque sí me besó el muy estúpido. -
Mari se comienza a reír y después le dice. - Y qué amiga por lo menos besa rico. -
- Hay yo que sé amiga. - Yo solo quería que me soltara me dejó casi sin poder respirar un poco más y, me desmayo.
novela , me gustó el final de Alejandra y Dylan