¿Cómo te sentirías si amaras a tu propio primo? La respuesta es ¿por qué no? Si tu primo es un hombre muy guapo y amable, aunque su carácter y actitud sean tan fríos como el Polo Norte.
Eso es lo que le pasó a Bayron Arbeto, un precioso omega de dieciocho años que quería mucho a Agam Mateo, su primo mayor.
Un alfa conocido por ser muy frío, rígido y nunca visto cerca de ningún omega. Pero lamentablemente Agam Mateo no siente lo mismo, el alfa siempre ha considerado a Bayron como su propio hermano pequeño. ¿Y cómo podría un hermano amar a su hermano?
-Amarte es un regalo para mí- Bayron Arbeto
-Ser amado por ti es un desastre para mí- Agam Mateo.
¿Cómo va la historia de amor de ambos? ¿Se producirá el matrimonio entre primos? Ven a seguir su linda y adorable historia de amor.
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Part. 8
-Dios mío, ¿por qué tengo tanta mala suerte hoy?- Bayron respiró hondo porque había experimentado dos incidentes desagradables, el primero fue el rechazo de su amor y el segundo la noticia de que Agam ya tenía una futura esposa.
-Hoy lo marcaré como un día de luto para mí- Bayron pensó.
Luego se atrevió a acercarse a Agam, después de ver que su tío Milo había traído a la mujer que había estado al lado de su primo.
Ejem.
Bayron se aclaró la garganta para llamar la atención de su primo.
Ejem... Ejem.
Bayron se aclaró la garganta por segunda vez porque Agam tampoco le prestó atención.
-A- Bayron gritó fuerte, haciendo que todos en el patio trasero lo miraran.
-¿Qué pasa, cariño?- Tobias se acercó a su hijo.
-No es nada mamá, yo solo- Bayron miró a Agam, quien actualmente lo miraba fijamente.
-¿Sólo qué?- Investiga Tobias, porque después de la conversación de esta tarde sobre Agam, Tobias sospechó un poco de Bayron.
-Solo quiero- Bayron miró a izquierda y derecha.
-Sólo quiero ir al baño- Inmediatamente corrió a la sala sintiéndose avergonzado en su corazón, porque toda su familia lo había estado mirando lleno de preguntas.
-¡Eso es malvado! ¿Tiene los oídos sordos o qué? Me aclaré la garganta dos veces pero no me prestó atención- Bayron, que se sentía muy molesto, inmediatamente fue al baño de abajo, y después de estar allí durante quince minutos para calmar su corazón roto, inmediatamente salió del baño.
Bayron se sorprendió cuando una mano cubrió sus labios desde atrás.
-¡No hagas tanto ruido!
Bayron, que había estado luchando, inmediatamente se quedó en silencio cuando reconoció al dueño de la voz que lo arrastraba hacia el baño e inmediatamente apretaba su cuerpo detrás de la puerta.
-¿Qué pasa?
-Ahora lo sabes, ¿verdad? Ya tengo una futura esposa, así que de ahora en adelante, ¡no vuelvas a molestarme ni te hagas el tonto como antes!- Agam miró fijamente los dos ojos marrones de Bayron, del mismo color que los de su tío Tobias.
-Oh, ¿me llevas al baño sólo para hablar eso?- Bayron suspiró.
-Al principio pensé que me trajiste aquí porque querías besarme
Esto hizo que Agam se sorprendiera y retrocediera reflexivamente cuando los labios de Bayron casi tocaron los suyos. No entendía la mentalidad de Bayron, que generalmente tenía pensamientos pervertidos y no se sentía herido en lo más mínimo por su rechazo.
-¡Tienes que dejar de ser así de pervertido!- Agam quería salir de ese lugar.
-¡Espera!- Bayron sostuvo el brazo de Agam.
-Dame una oportunidad para que te enamores de mí- Bayron preguntó esperanzado.
-Te prometo que no volveré a molestarte después de que concedas mi deseo- Agam guardó silencio por un momento y luego sacudió rápidamente la cabeza.
-¡Nunca habrá una oportunidad, porque desde el pasado y para siempre nunca te amaré!- Agam abrió la puerta del baño y dejó a Bayron todavía dentro.
-¿Puedo llorar ahora?- Se preguntó Bayron y, sin darse cuenta, las lágrimas corrían por sus mejillas. Las lágrimas que había estado conteniendo durante mucho tiempo cuando Agam Mateo lo rechazó por primera vez.
