Mi Cruel, Frío Y Adorado CEO

Mientras Draco se regocija con la dulzura de los besos que le da a Victoria, al otro lado de la ciudad, Janeth está indignada, Mabel le dijo que Draco se había enterado de su plan y había prohibido esa situación, no podrían hacer público ningún compromiso.

— Madre, esta situación es un desastre, no puedo comprometerme con ese hombre, es tan despiadado, Sergio no pudo desmentir nada, pero Draco, es capaz de humillarme por lo alto si lo hace — dijo Janeth muy molesta.

—Hija, deja que Mabel se haga cargo, deberemos tener paciencia, pero de que te casas con él de eso nos encargamos nosotras, al menos, no tienes el problema de Diana, ella tiene una contrincante, aunque sea una insignificante chica, ese tonto está embobado por esa cazafortunas, sin embargo, Draco jamás se fijaría en alguien así, por lo tanto, no hay una arribista en tu camino — dijo Maly mirando a su hija con confianza, para ella era cuestión de tiempo que Draco seda con ese compromiso.

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Mientras esto pasaba, Victoria se despertaba, ya era hora de ir al restaurante, Draco, por otro lado, había dormido después de robar besos a diestra y siniestra, así que Victoria lo despertó para salir.

—Draco, debemos salir, hay que prepararnos para ir al restaurante — dijo ella mientras lo mira fijamente, es un hombre guapísimo y la tiene envuelta en sus brazos poniéndola más ansiosa sobre lo que pasa entre ellos, es claro que él se está aprovechando.

Draco sin previo aviso tomó con su gran mano la parte posterior de la cabeza de la niña para darle un beso de lo más lujurioso y necesitado, él mantenía los ojos cerrados mientras se la comía descaradamente, Victoria abrió los ojos como platos, no sabe ni en qué momento lo había dejado entrar en su boca.

Su mano libre se metió por la blusa de ella acariciando su espalda mientras la niña jadea dentro de la boca de ese hombre descarado que se la estaba comiendo.

Draco la acomodó suavemente y pasó a besar su cuello mientras sus manos viajaron a los senos de Vicky quien jadeo y se removió, los dedos de Draco habían encontrado dos pequeños botones que apretó suavemente haciendo que ella gima descaradamente.

—Dra…, Draco, ¿Qué haces?, suéltame, Draco, por favor, su…, suéltame — Victoria decía jadeante, demasiado suave para ser tomada en serio, ella quería resistirse, pero era demasiado sensual lo que le pasaba con ese hombre.

Draco siguió con su cometido, los erguidos pezones de su pequeña le confirmaron lo que quería saber, su voz y lo que hacía ella en reacción a su toque lo dejó más seguro de sus intenciones.

Draco abrió los ojos mirándola y de forma seria, vio sus manos e inmediatamente hizo algo que dejó a Victoria muda.

—Lo siento, soñaba, creo que fui demasiado lejos — dijo tranquilo sentándose para incorporarse mientras ella lo miraba desconcertada, (¿sueño?), pensaba ella mientras trataba de acomodar su ropa.

—¿Con qué soñabas? — dijo sonrojándose sin entender a qué rayos se refería con eso.

—Soñaba contigo, ahora alistémonos, deberíamos llegar temprano, después iré a hacer algo, mi chofer te traerá de regreso del restaurante — dijo tranquilo entrando al baño mientras que Victoria cierra los puños indignada.

(¿Cómo que soñaba conmigo?, o sea, ¿qué me estaba haciendo eso en sus sueños?, es un descarado, debo hablar con él y decirle que no venga más aquí, eso haré, no lo dejaré que siga creyendo cosas que no van a pasar), pensaba Victoria mientras se arreglaba para salir, pero aún sentía un cosquilleo en sus senos haciéndola sonrojar.

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Más tarde ambos llegaron al restaurante haciendo reír a todos ahí, todos saben que el gran jefe está interesado en la hermosa gerente del restaurante, que la trata como una joya y con otros es un déspota insoportable.

Emily vio llegar a su amiga y vio que eso no es una relación de jefe empleado y está preocupada, ese día había ido la madre de Draco a molestar con la madre de Sergio, así que no quiere más problemas con esa gente y tampoco que Victoria los tenga.

Draco se reunió con Victoria y los encargados de sector, el de cocina, de atención y de cobranza, las cosas estaban muy bien y todo estaba como un reloj.

Cuando todos salieron, Victoria quería hablar con Draco, no puede con la situación en la que se encuentran, es ambigua y ella no quiere ser su juguete.

—Draco, quiero hablar contigo, es importante, yo… — pero Draco sabe que ella quiere dejar las cosas en claro, pero aún no es el momento, ella va a tener que esperar, primero se va a asegurar de que ella no pueda escapar.

—Hablemos, después, estoy apurado, tengo algo importante que hacer — dijo tranquilo mientras se acerca a ella dándole un suave beso en los labios y salir de ahí de lo más relajado como si nada pasara y Victoria quiere golpearlo y golpearse, ese tipo es un descarado definitivamente.

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Después de que Draco se fuera, minutos más tarde llegó el escuadrón de la muerte al restaurante, Mabel, Maly y Patricia, llegaban al lugar para hablar con el gerente, no permitirían que Emily se interponga en un compromiso de dos familias de alto estatus.

En cuanto entraron Emily se frotó la frente, esos eran problemas, y claro que ella era la afectada y está segura que también serán problemas para Victoria, solo espera no perjudicarla, ya que para su amiga no ha sido fácil estabilizarse, si no fuera por la ayuda de Draco Lennox, sería peor.

—Estamos buscando al gerente, debemos hablar con él de algo importante — dijo Maly mirando el lugar con asco, si bien no es un restaurante cinco estrellas, es muy bonito y limpio.

Ángel quien salió a recibirlas tenía una mirada de indignación, pero no podía ofender a esas copetudas.

Victoria quien estaba en su oficina revisando las cuentas, escuchó el alboroto, Ángel trató de evitar ese encuentro con educación, pero las mujeres estaban decididas, querían que esa trepadora sea despedida de inmediato, lo que ninguna de ellas sabe es que la gerente no es tan fácil de tratar y Mabel se chocará con una pared literalmente que la hará rabiar.