El Regreso Del Emperador Tirano

Aquel emperador sale furioso de los aposentos de su hijo va por los pasillos con tanta furia, su mirada da miedo,esos ojos dorados tan intimidades te paralizan si te miran en este momento y esa aura es aterradora, los sirvientes que lo ven huyen despavoridos, pero este ni se inmuta, estos sienten que se están asfixiando por el poder desbordando que tiene su soberano debido a su furia, sale del Castillo se dirige a los establos al llegar pide que le alisten su caballo, El pobre hombre encargado tiembla de miedo al ver a su señor, ya que este tiene cara de querer matarlo hay mismo, corre a hacer lo que su señor le pide del mismo susto ni lo saluda, sabe que cuando el emperador está enfurecido es como un demonio buscando saciar su ira y él no quiere ser su víctima, unos minutos después aquel hombre le entrega un hermoso caballo, su pelaje es dorado, como sus ojos un ejemplar único un regalo que le hizo su madre, sube a este y sale disparado del castillo todos se quedan observándolo nadie lo sigue a pesar de que debería llevar escolta, pero este no los necesita, más bien deberían de temer aquellos que quieran meterse con él, va galopando a gran velocidad mientras sale de sus tierras y se adentra en un gran bosque, el camino que le espera es largo le tomará de tres a cuatro horas llegar a su destino, va recordando que solamente, unas horas atrás estaba con su hijo en el campo de entrenamiento de la guardia imperial, este le pedía que almorzarán juntos estaba feliz porque esta vez fue iniciativa de su hijo, pero esa dicha se vio empañada por la enfermedad de su hija, y más al enterarse de todo lo que su pequeña a vivido bajo su mismo techo, se atrevieron a humillar y maltratar, ahora más que nunca comenzará a limpiar su castillo de las ratas solo ora para que su hija se salve ya después arreglará con aquellos que se atrevieron a pisotear a su bebé, no se salvarán de su furia, su velocidad es constante es urgente qué llegué al templo, un lugar del que no es bienvenido y querido por el gran sabio, ya que siempre termina enojado con el emperador, debido a que no obedece lo que aquel anciano le dice, cosa que lo tiene sin cuidado y piensa que por las buenas o por las malas traerá al sabio a su castillo para que ayude a su hija, si hubiera mandado a alguien de buena manera con una invitación para que fuera no sería escuchado, por eso tomó la decisión de salir en su caballo a todo galope hacia el templo, para ingresar hay que pasar dos barreras que aíslan él templó del mundo entero, este lugar solo se puede acceder mediante una petición hecha con anticipación, el mismo tiene que hacer eso, pero hoy no está para formalismos, galopea a lo que su caballo Leda, llega al bosque de las hadas sin permiso estás solo lo ven, pueden sentir su aura la cual es aterradora y mortal, se esconden de la ira del descendiente del dragón, lo que menos quieren es terminar como chicharrones, por lo que solo lo dejan pasar si problemas y que este siga su camino, pero se preguntán quién fue tan estúpido de enojar tanto a aquel descendiente de la sangre del dragón, no quisieran estar en su pellejo una de las hadas corre a informar a su reina lo que acaba de pasar, al llegar a esta le cuenta, la reina muy asustada toca una piedra de comunicación mágica e informa a la persona del otro lado lo que sucedió en su bosque...

Aquel hombre sigue su camino sin saber que el templo ya ha sido informado que se dirige hacia ese lugar, después de una larga travesía por fin puede observar la primera barrera al ser mágica no cualquier ser humano normal la puede ver, pero él hacer un descendiente directo de dragón la mira sigue su galope llegando a la entrada, pero su paso se ve interrumpido por la guardia del templo

Un hombre con armadura blanca se acerca a él y muy respetuosamente se inclina y le dice

"Que la bendición de Selena esté contigo emperador de zafiro lamento informarle que no hemos recibido una petición para que usted pueda ingresar a las tierras del templo así que le pido amablemente que dé la vuelta y regrese cuando se haya realizado el debido proceso podrá volver mi señor"

"Ya veo, las hadas le informaron al viejo cascarrabias que venía no estoy para protocolos ni nada de esa m***** déjeme pasar"

Aquellos hombres se preparan para atacarlo, tienen órdenes de no dejarlo ingresar al emperador al ver que los guardias se ponían en posición de ataque solo suspiró y les dijo

"No quiero pelear con ustedes solamente necesito llegar al sabio ese maldito viejo me pone las cosas difíciles"

- Lo siento mi señor, pero tenemos órdenes de no dejarlo ingresar -

Al ver que no iba a poder ingresar por las buenas desenfundó su espada, bajo de su caballo y comenzó a pelear con aquellos caballeros, eran más de 20, pero solamente duraron 5 minutos, 5 minutos que le haría pagar a ese viejo cascarrabias, con gran furia rompió la Barrera causando un enorme estruendo, que asustó todo lo que tenía vida a su alrededor, volvió sobre su caballo y siguió su camino llegando a la segunda, no lo pensó dos veces y la rompió causando un gran temblor pero esta vez con mas fuerza...

No muy lejos en el último piso del templo se encontraba un anciano recostado en un sofá se le había informado, que el emperador de zafiro venía asia el templo, que este estaba furioso, aquel anciano no le tomó importancia, sabe que el Mocoso tiene mal genio, pero no puede venir a sus tierras sin su permiso primero debe anunciar su llegada por eso mandó a su guardia para que no le permitieran El paso, sabe que este no causará problemas y solamente dará media vuelta y se irá, ya lo ha hecho en otras ocasiones anteriores, estaba por quedarse dormido cuando siente un fuerte estruendo y piensa pero qué demonios pasó, no se acaba de recuperar del shock del susto al descubrir que su primera barrera ha sido destruida cuando siente que vuelve a temblar pero esta vez más fuerte sabe que el causante de aquello es el Mocoso, sale furioso de su oficina no le presta atención a nada llegando a la puerta del templo no muy lejos ve venir a un hombre a caballo reconoce a ese hombre pues es el mocoso....

"Qué diablos te pasa mocoso insolente cómo se te ocurre romper mis barreras dónde diablos están los guardias que permitieron que entrara los castigaré por no cumplir mis órdenes"

Con gran miedo uno de sus discípulos se acerca y le dice al oído gran sabio, El capitán y sus hombres fueron derribados por el emperador por qué no habla con él por las buenas, no lo haga enfurecer más y que termine con destruir el templo...

El emperador desciende de su caballo y mira directamente a los ojos al sabio, este al verlo siente un escalofrío recorrer su espalda, los bellos de su cuerpo se le erizan del miedo que le causa el mocoso, se arrepiente de haber impedido su paso, ahora se ha dado de cuenta de que ese mocoso no está para sus bromas.

"Cómo se te ocurre impedirme, El paso a las tierras del templo Magnus y más mandar a tus guardias, se te olvida que soy el emperador y que tu templo está en mi imperio"

- Oye mocoso no sé por qué estás de mal genio, pero no puedes venir así de la nada, hay reglas que tienes que cumplir aunque seas un emperador... -

aunque este lo decía, con palabras, por dentro estaba que se orinaba en los pantalones del susto, pero no podía demostrarlo, sus discípulos lo estaban mirando y quedaría muy mal parado si supieran que le tiene miedo al mocoso

"No estoy para tus payasadas el día de hoy ni para tus berrinches de anciano, vine para que vengas conmigo a mi castillo y no acepto no por respuesta"

- Y yo por qué diablos iría contigo y cuáles berrinches qué te pasa mocoso insolente -

No termina de hablar el sabio cuando a la velocidad de la luz el emperador ya lo tenía de su túnica al ser un hombre alto el sabio parecía un muñeco en las manos de aquel hombre

"Abre un maldito portal que nos lleve al castillo ahora"

todos aquellos que estaban mirando la escena no lo podían creer como el emperador cogía a su líder, como si fuera un muñeco y le ordenaba, querían ayudarle, decirle que lo que estaba haciendo no era propio, pero al ver que ni su líder podía contener la furia del emperador decidieron callar.