Gibran Erlangga se vio obligado a casarse con Arumi Nadia Karima debido al arreglo matrimonial de sus padres, que tenían una deuda de gratitud.
Durante dos años de matrimonio, Gibran siempre fue atento y mimaba a Arumi.
Arumi creía ser la mujer más afortunada, hasta que un día tuvo que aceptar una realidad amarga.
Resulta que Gibran le había sido infiel todo este tiempo. El cariño que le mostraba era solo para ocultar su aventura amorosa.
Arumi quedó profundamente decepcionada y herida. Su amor había sido despreciado por Gibran todo este tiempo. Él había sido capaz de traicionarla.
Arumi decidió poner fin a su matrimonio. Solo cuando Arumi se fue, Gibran se dio cuenta de cuánto amaba realmente a su esposa.
¿Podrá Gibran convencer a Arumi de volver con él?
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Capítulo 23
Gibran entró en la casa apresuradamente. Fue directamente a la habitación, pero no pudo encontrar a Arumi. Gibran salió de la habitación buscando a la tía.
"Tía, ¿la señorita Arumi ya regresó?"
"La señorita Arumi acaba de partir, señor. Dijo que iba a Yogyakarta. Extraña a papá y mamá. ¿La señorita Arumi no le pidió permiso al señor?"
"Sí, tía. Solo que planeaba ir también".
"Intente contactarla de nuevo, señor. Quién sabe si pueda regresar".
"Dejaré que llame al chófer, pediré que regrese". Gibran intentó contactar a Mang Ujang, pero su chófer no contestó su teléfono.
Gibran no sabía que el teléfono de Mang Ujang estaba en manos de Arumi, su esposa le había pedido a Mang Ujang que le entregara su teléfono.
Durante todo el viaje, Arumi no dejó de derramar lágrimas. Había tratado de cerrar los ojos, pero no podía.
Crees que todas las mujeres son fuertes. Cuando llorar es una forma de expresar decepción. De vez en cuando quiero que te mires en el espejo y veas a alguien que merezca estar contigo. Si soy yo, la persona que está dispuesta a vivir contigo, o ella, la persona que consideras atractiva aunque en realidad sea una molestia.
Gibran condujo su coche a una velocidad bastante alta. Quería alcanzar a su esposa. Gibran pensó que tal vez podría cruzarse con el coche de Arumi.
Arumi se detuvo en un restaurante para descansar. Eligió sentarse en un rincón de la habitación. Arumi volvió a llorar.
Recordó las palabras de Joana que decían que Gibran se había acostado con ella.
Gibran, en este momento prefieres dejar a alguien que es bueno por la persona que ahora consideras la mejor. En su momento, si finalmente decides irte. Tal vez te des cuenta de que lo mejor en realidad ha estado contigo todo este tiempo. Cuando te des cuenta de que yo soy lo mejor, tal vez también haya encontrado a alguien que considere el mejor.
Cuando Arumi bebió la leche tibia que había pedido, alguien se acercó y se sentó frente a Arumi.
"Shaka..."
"¿Cómo estás, Arumi?"
"Como puedes ver".
Shaka observó a Arumi con atención, haciendo que la mujer se sintiera incómoda.
"¿Hay algo mal en mí? ¿Por qué me miras así?"
"¿Estás llorando?"
"No, solo me entró algo en el ojo. ¿Por qué estás aquí?"
"Quiero ir a Yogyakarta, ¿por qué estás aquí tú?"
"También estoy de camino a Yogyakarta".
"Qué coincidencia. ¿Estás sola?"
"Sí..."
"Tu esposo es muy tonto. ¿Cómo puede dejar que una esposa tan hermosa viaje sola? ¿No tiene miedo de que otro hombre la robe?"
"Estás bromeando. Nadie querría robarme. Como mucho, el ladrón perdería dinero".
"Eres increíble".
Arumi charlaba animadamente con Shaka, hasta que sin darse cuenta había pasado una hora hablando con el hombre.
Después de eso, ambos se despidieron y se dirigieron a sus respectivos coches. Sin que Arumi se diera cuenta, Shaka siguió el coche de Arumi. Shaka hizo esto para escoltar y vigilar su coche.
Después de entrar en el complejo residencial de los padres de Arumi, Shaka condujo su coche hacia la dirección que se dirigía.
El reloj marcaba las siete de la mañana. Arumi entró en el patio de su casa después de que el guardia de seguridad abriera la puerta.
Arumi entró después de que la tía abriera la puerta. Arumi preguntó por sus padres. La tía dijo que estaban desayunando.
Arumi fue directamente a la mesa y abrazó a su madre. Los padres de Arumi se sorprendieron al ver la llegada repentina de su hija.
Arumi se sentó directamente frente a sus padres y comió la comida que había preparado la tía.
Los padres de Arumi no preguntaron nada. Esperaron a que su hija terminara de comer.
Continuará
