El Es Mi Hijo

Al día siguiente Ivyn tenía clases junto a Joseph por lo que comenzó temprano en la mañana a practicar junto a él, este notando a su tutora algo distraída pregunta un par de veces por la salud de esta.

-Señorita Ivyn ¿usted se encuentra bien?¿Está enferma?

-Eh… no, no señorito no se preocupe yo estoy muy bien.

Dijo Ivyn sin quitarse de la cabeza la escena que había presenciado la noche anterior, después de un rato esta y Joseph salieron a caminar mientras él la bombardeaba de preguntas sobre su vida, fue entonces que la mirada de Ivyn se dirigió hacia la ventana del estudio del duque viéndolo caminar de un lado a otro por la ventana mientras llevaba documentos en sus manos, entonces de la nada este se detiene frente la ventana y voltea observando a Ivyn, “¡El duque!¡Dios creo que me vio! ... que vergüenza, no puedo dejar de pensar en lo que vi ayer al ver el rostro del duque ya que sé que la duquesa le está siendo infiel ”pensó Ivyn volteando rápidamente e intentando de ignorar al duque para que este no se fijara en ella.

-Señorito, creo que esto sería todo por hoy, si me disculpa volveré a mi habitación, tome le dejo estas galletas para que coma más tarde después del almuerzo.

-Gracias Ivyn… bueno te veo mañana.

-Mañana es mi día libre señorito, aprovechare de ir al mercado a comprar ingredientes para sus barras de cereal y algunas hierbas, volveré temprano eso si así que no se preocupe, estaré aquí antes de las seis de la tarde señorito.

Respondió Ivyn a lo dicho por Joseph, así se despidió de él y cada uno fue a su respectivo dormitorio, al día siguiente Ivyn se levantó y se puso un vestido color narciso el cual hacía notar su belleza, esta salió temprano de la mansión dirigiéndose al mercado “tengo que comprar todo lo necesario hoy así no vendré por acá por unos días, siempre esta tan lleno que prefiero hacer todas las compras de una sola vez” pensó Ivyn mientras caminaba entre la multitud.

-Señorita mire esto….

-Oh hermosa dama ve algo que le guste ¿solo consulte?

-Tenemos de todo para la hermosa dama.

-Venga a ver el nuevo producto.

Mientras más avanzaba al interior del mercado más y más personas se amontonaban a su alrededor evitándole el paso y haciendo que se demorara más de lo planeado en sus compras.

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Mientras tanto en la mansión Joseph comenzaba nuevamente sus clases con la institutriz quien ya estaba completamente recuperada de su enfermedad, “extraño a la señorita Ivyn, espero poder verla hoy” pensaba Joseph mientras estudiaba al lado de la institutriz quien lo observaba con una mirada molesta, esta mujer tenía ya sus cincuenta y seis años y había sido contratada por muchos nobles antes de que la duquesa la mandara a llamar para enseñar a Joseph.

-¡¿Por qué lo resolviste así ?!

-Es que… el resultado está bien ¿verdad?

-No me importa si está bien el resultado, yo no te enseñe a resolverlo de esta manera, ¡vuelve hacer todo de nuevo!