Ser Mucho Más

Mi shock provoca que toda la mesa se quede en completo silencio.

-¿Qué? -pregunto confundida y algo aturdida

-¿Podrías acompañar a Odi a la boda de su hermana? Verás, se lo comerán vivo si no lleva a alguien a esa dichosa fiesta que promete ser espectacular, ten piedad de esa pobre futura novia que lleva meses tratando de conseguirle una pareja a Odi

-No creo que eso sea una buena idea...

-Sí lo es, eres hermosa

Miro a Odi y él permanece en silencio comiendo.

-Ni siquiera lo conozco, ¿Cómo podría hacer algo así? No, lo siento mucho señora Tutu pero no lo haré

-Está bien pequeña, solo era una pregunta, no te sientas mal por negarte

Todo el mundo parece quedarse en silencio y solo se escucha como los cubiertos cortan los trozos de carne o entierran la ensalada que después es llevada a nuestras bocas para ser digeridas.

Nadie decía absolutamente nada. Y era un silencio realmente incomodo, ya que ni siquiera Azai decía cualquier locura que se le ocurriera para aligerar las cosas, y la culpa no tardo en hacerse presente porque sentía que toda esta situación era mi culpa.

Cuando la cena termina, Odissan me pide que hablemos unos segundos a solas, termino accediendo porque su nerviosismo era muy evidente, trataba de ocultarlo, pero alcance a percibirlo ligeramente.

-Lamento mucho lo que hizo mi abuela durante la cena, no tenía ni idea que ella iba a hacer semejante cosa -dice con la mirada agachada

-¿Enserio? -pregunto incrédula

-De verdad, si yo lo hubiera sabido, jamás se lo hubiera permitido

-Está bien

-Lo lamento mucho, perdón por hacer que todo se volviera incómodo para ti

-Descuida, la señora Tutu es una persona muy expresiva y todos aquí la conocen, ya deja de atormentarte

-No quiero que te crees una mala imagen de mi...

-Eres un niño mimado que deja que su abuela arregle sus citas, eso está claro

-Aysel eso no es así -dice rápidamente mientras me mira con preocupación

Eso provoca que sonría, como hace mucho tiempo no lo hacía.

-Estoy bromeando -le digo riendo -Es solo un juego

-Por favor, no juegues así -dice riendo también -Me sacaste un susto de muerte

-¿Sabes? No debe de importarte lo que la gente piense de ti

-Puedo soportarlo de quien sea, menos de ti

Frunzo mi ceño completamente confundida y él sonríe con tranquilidad.

-Eres la nueva favorita de mi abuela, tengo que tener una buena relación contigo

-Tú y yo no tenemos, ni tendremos ningún tipo de relación jamás

-¿Estás segura?

-Muy segura y completamente convencida

-Ya lo veremos -dice con tono juguetón

-Te quiero lejos de mi Odissan

-Llámame Odi

-No, eso es entrar en confianza y es lo último que quiero

-¿Eres de armadura inquebrantable no es así?

-Buenas noches Odissan -me doy vuelta y empiezo a caminar hacia dentro de la residencia, sin mirar atrás, pero sintiendo como mi corazón late con fuerza sobre mi pecho

-¿Qué te dijo? -me pregunta Azai cuando estoy por entrar a mi habitación

-Nada importante

-Cuando la gente dice eso, solo es para evadir la conversación -dice riendo -Vamos dime, ¿Acaso se disculpó contigo por lo que dijo la señora Tutu durante la cena? ¿O insistió arrogantemente a que lo acompañaras a la dichosa boda?

-¿Tú que crees? ¿Por cuál opción apuestas más? -le digo mientras me relajo a su lado, porque realmente disfruto de su compañía despreocupada y relajada

-Conociéndolo, hizo lo primero -sonríe -Ese chico es muy molesto

-¿Por qué lo dices?

-Porque es demasiado perfecto para ser real -suspira -Llevo cuatro años conociéndolo y siempre es un encanto de persona

-¿De verdad? Por tu actitud durante la cena supuse que ustedes dos no se llevaban del todo bien...

-Es un mecanismo de defensa

-¿Qué?

-Estoy enamorado de él, desde hace tanto tiempo que perdí la cuenta -me mira con tristeza -Y el comportarme mal y grosero con él me ayuda a salir de mi estúpida obsesión con que es perfecto y que tenerlo de novio es el sueño de cualquiera

-¿Y por qué no intentas algo con él? -me acerco a él recargándome sobre la barandilla del segundo piso donde es mi habitación mirando hacía el jardín con la alberca

-Ese tipo transpira heterosexualidad a todo su resplandor

-Si no lo intentas jamás lo sabrás

-No, quiero mucho a la señora Tutu, siento que estaría traicionando su confianza de alguna manera

-Te entiendo -le digo sinceramente -Sé lo que se siente

-¿De verdad?

-Sí, esas personas te tienden la mano y te hacen sentir parte de la familia y el hecho de que te enamores de uno de sus hijos o en este caso de su nieto, hace que te carcoma la conciencia y sobrepienses todo... pero desde mi experiencia, ellos no se sienten de esa manera, solo quieren ver a las personas que quieren feliz y si te gusta Odissan y él decide darse una oportunidad, no creo que la señora Tutu se oponga

-Eres una buena persona Aysel

-No creo que lo sea, pero gracias

-Pasa linda noche y descansa, esas ojeras debajo de tus ojos me dicen que no has dormido bien

-Descansa Azai -sonrío y entro a mi habitación

Cuando estoy sola, mi alma siempre se siente vacía. Esa soledad siempre había desaparecido con la compañía de Radel y de Tally.

Mi Tally, debe de estar odiándome en este momento por huir, por dejar a su hermano, el cual estoy segura de que les conto la versión retorcida de lo que ocurrió realmente, él se puso como la víctima y yo como la desalmada que le fue infiel y se largó con un amante.

Las lágrimas no tardan en aparecer en mis ojos, la visualización de mi reencuentro con Tally en un futuro, ella odiándome por haber dejado a su hermano, comienza a torturarme despiadadamente, así que no tengo más remedio que ir a mi cama, hacerme un ovillo y comenzar a llorar en silencio para no molestar a nadie.

***

Cuando despierto, veo que aún es de noche, que el cielo oscuro está lleno de estrellas que alumbran con un tintineo constante.

Un ruido estruendoroso me hace saltar en mi lugar y comienzo a sentir un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo.

Salgo de la habitación cuando empiezo a escuchar como cientos de cosas comienzan a estrellarse a lo lejos, después de eso se le agregan gritos de desesperación.

Mis piernas van a toda prisa, seguidas con los fuertes latidos de mi corazón, así como la falta de aire que entra a mis pulmones por el esfuerzo físico que estoy haciendo. El miedo de que algo está pasando es más que evidente.

Cuando llego abajo veo a los hombres de la otra vez, aquellos que nos acosaron a la señora Tutu y a mí. Pero ahora esos desalmados estaban sometiendo a los señores Yarlequé contra el piso con sus rostros golpeados, mientras uno de los hombres gigantescos sujetaba bocabajo del tobillo al pequeño niño sobre la alberca, dispuesto a lanzarlo para ahogarlo en cualquier momento.

Mi terror va en aumento, cuando veo a Azai inconsciente con todo el rostro lleno de sangre tirado a lo lejos y a la señora Tutu con un pañuelo envuelto en su mano, con la sangre brotando por montones.