La Ley y la Trampa es una novela que sucede, al mismo tiempo, que la novela Teniente del río Uruguay. Sus conflictivos personajes son Kellian y Noel, junto a nuestra asesina profesional (sicaria) Lady River, quien es un baúl de secretos muy dolorosos.
Portada Original, creación de Dayanna Goyeneche G (autora y gran amiga de aquí en Noveltoon)
Aviso general: obligación de prestar atención: 🚨🚨Novela de mayores de 18 años🚨🚨. Trata temas muy sensibles, violencia gráfica fuerte, trata de personas, clonación, relaciones sexuales y vientres subrogados.
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Capítulo 3 - Las Máscaras Caídas y Los Silencios gritados
...—El primero que apareció ante mí, fue Ramón, su paso cansino y su color de pelo, ojos y sonrisa ladeada me recordaron a él… a Joshua. Sospeche más de él cuando una noche, la Moro y Kellian se quedaron aquí por una lluvia torrencial que abnegó los caminos y ocuparon el que es mi dormitorio, porque los demás estaban en reparación, él se puso muy nervioso e iba de aquí para allá como león enjaulado y el genio de los Stanton estaba por el infierno. Cuándo esa noche un grito desde el lugar me advirtió que algo andaba mal. Kellian y la Moro se vieron apuntados por mi “mojarrita” y ellos se encontraban en el sillón a medio desvestir a punto de tener relaciones....
^^^Fragmento del video salutación^^^
^^^De la novela El Teniente del río Uruguay^^^
...Capítulo 3 - Las Máscaras Caídas y Los Silencios gritados...
19,30 hs del 6 de junio, Guarida Tronadora, sector B, unidad II, calabozo 3.
Aunque la fiebre había bajado, su cuerpo dolorido, húmedo por la transpiración y totalmente sin fuerza, le hacían a Kellian recordar que él también era un simple humano; el que trataba de sobrevivir a este momento de incertidumbre, pero sufría y no solo en lo físico, sino también por sus recuerdos. A su vez, y lo desgarraba el doble, lo hacían su alma y su corazón, pues a cada segundo, retrocedía a la noche en que volvió a ver y ser el primer hombre en la vida de Noel.
Volviendo al recuerdo de aquel tiempo.
Esa noche, Noel sabía que Anahí no estaría, pues había tenido una cena de negocios con los representantes de la Ovlo Argentina. La misma era muy importante para Anahí; pues era para ultimar los detalles, respecto a la obtención de su mega licencia como Mecánico en jefe de la franquicia Ovlo, por el servicio técnico de la flota de camionetas y de camiones de porte, sobre toda la costa del Río Uruguay hasta el río San Antonio. La misma iba desde Buenos Aires, hasta la localidad de Integración, en la provincia de Misiones, cercana al río San Antonio; y que además tendría el control sobre dos talleres mecánicos, en el Paso Fronterizo comandante Andresito y su correspondiente localidad; por lo tanto, no estaría hasta muy tarde en la noche.
Noel se había dirigido a la recepción del hotel y había preguntado en qué habitación se encontraba el teniente Gunn Kellian de la infantería de Marina de los Estados Unidos, y le respondieron que esa información no se la podían dar a ningún cliente, entonces preguntó si podían hacerle llegar un mensaje. La recepcionista, reticente y algo escéptica, preguntó al encargado y este, que había visto todo lo que sucedió esa mañana, le contestó a la misma que sí podían hacerle llegar el mensaje. Este decía que estaría esperándolo en el restaurante de Santa María de Oro, nro. 2695, y que necesitaba hablar con él, urgente. Una vez que había dicho esto, se dio media vuelta y salió del hotel rumbo al lugar indicado.
Minutos más tarde, él recibió el mensaje y le dijo a su comandante, y también amigo, que le debían un franco. Que se lo tomaría ahora, sin protesta alguna por parte de Myers, porque esta noche debía aclarar ciertos temas y obtener alguna que otra información, de lo que había sucedido con Anahí esa mañana.
Su comandante sonrió por dentro, pues sabía que eso no sería lo único que pasaría y averiguaría.
Desde el asiento, en su pequeño escritorio, en la mini oficina que habían armado para colocar todo el equipo de vigilancia y monitoreo, que se necesitaba para esta misión de seguridad nacional, Myers lo miró con esa mirada profunda y dura, que solo ellos tenían.
—Mira, Gunn; yo te aprecio, pero no voy a matar a esa soldado por ti, espero que lo sepas. —Myers tenía planeado obtener más información de la que había conseguido por medio de sus informantes en Argentina, ya que no podía creer lo que sus oídos y ojos habían escuchado y visto.
Esta mujer era un verdadero caso de misterio y admiración.
—Lo sé, señor, pero no necesito que la mate, solo que la mantengan lejos, necesito arreglar esto —Kellian se rascó la nuca, y eso solo eran malos presentimientos para él.
—Lo haré porque te debo varias, pero considera esto un cincuenta por ciento de la deuda —Myers, observó cómo él pasaba la mano por su nuca, y el sentimiento de que algo andaba mal, era mutuo. —Puedes retirarte, tienes toda la tarde y noche libre.
—Así lo haré, señor —y despidiéndose, Kellian se dijo a sí mismo que ahora podría salir a enderezar o acabar esta historia.
Kellian salió del hotel y se dirigió a la esquina en donde se encontraba el restaurante y entró en el local. Él no desentonaba mucho, pues a esa hora y en día de semana, muchos empleados de la Embajada de Estados Unidos, solían ir a cenar después del trabajo o juntarse a charlar con coterráneos.
Ella estaba en una esquina del local, apartada de las ventanas, y tenía un café en sus manos, al cual revolvía con una cucharita, lo que demostraba ansiedad y nerviosismo, que él notó inmediatamente. Se acercó y ella levantó la mirada de su café, le sonrió nerviosamente y habló:
—Hola, Kellian —él no podía creer que ese solo saludo de Noel, despertara el fuego ardiente de pasión en su mirada de hombre y poner duro a su miembro, pues su pantalón no mentía.
—Hola, Noel —ella no podía creer que tan solo con esas palabras de Kellian, su cuerpo se pusiera ansioso por aquellas manos que no la habían tocado aún, pero que prometían locura ardiente.
Pero primero, lo primero; y esto era saber qué carajos escondía Anahí, y ese pensamiento fue muto.
—Decime que ella no está sufriendo al pedo, que no llora dormida por las noches por amar a un hombre que no le pertenece y que, según le dijeron, está muerto, aunque no me lo creo. —Noel fue derecho al grano y sin vueltas, sus palabras eran amargas y con mucho dolor, ella quería respuestas al igual que él, desinflando su ego de macho ardiente al instante.
— ¿Por qué dices que llora por las noches? —Kellian no entendía una mierda, él había hablado con Joshua hacía un par de horas contándole lo sucedido, y no le había dicho esto de que estaba muerto o algo similar.
—Llora su recuerdo, Steven le trajo el acta de defunción de Joshua, y desde ese momento vive en aquel tiempo en cómo la hizo sentir ser una mujer.
Noel recordó la sonrisa tonta que Anahí había traído de la isla, aquel día a principios de marzo, y bajando la mirada continúo hablando.
—Él hizo una promesa y la cumplió a diestra y siniestra. Ella me contó como hizo que su cuerpo vibrara de emoción sexual, según ella ya no era virgen cuando Joshua la tomó, —La sonrisa amarga que se formó en su rostro fue por el recuerdo de esa información que Anahí le dio —Ella se aseguró de que no le robara el corazón, pero no pudo evitar que le robara el alma y no fue exactamente él.
Ante esa declaración de que había algo más escondido detrás de esa farsa sobre la muerte de Joshua y que Steven estaba en el medio, hizo que la rabia y el dolor en él, crecieran de una forma exponencial, que lo dejó con su mirada de hielo clavada en ella, asustándola un poco.
— ¿Qué hizo ese animal? —preguntó Kellian, ahora sí, muy molesto y carraspeando.
—Le enseñó su parte más oscura, le demostró lo fuerte que él cumple sus promesas y lo sumisa que ella sería con él —y Anahí estuvo a su disposición y órdenes para el Amo.