Reencarne: En Mi Primera Vida

Más tarde, en la mansión Lavoie el Marqués Roland fue informado, de que tenía una visita sin invitación previa pero que se trataba del segundo príncipe imperial.

Roland muy confundido fue directamente a recibir al príncipe, en su cabeza nada cuadraba o nada sería lógico de la razón de que esté ese joven allí.

El Márquez se comportó con la debida etiqueta de acuerdo a su estatus, rápidamente Lucían le hizo saber que el motivo de su visita, era porque tenía algo personal que hablar con la señorita Boa lavoie, dejándole saber que no se trataba de nada malo que simplemente Había algo que debía decirle... No le quiso dar más detalles por la súplica que le dio ese tal Alexey, ya que al parecer no era del conocimiento de los padres de Boa, las cosas que ella de vez en cuando hace y también lo que es respecto a su Don.

El Marqués sabía que su hija se encontraba entrenando a esa hora, con los guardias de la casa y con Rowan.

Temía que el príncipe pudiese reprocharle, el que ella esté desempeñando ese hábito de hombres, pero esa fue una de las peticiones que ya le había hecho su hija, tenía varios años entrenando, y a él no le parecía nada malo sino más bien un beneficio para ella misma, para que no sea totalmente inofensiva ante nadie. Pero sabía que en la nobleza eso se vería muy criticado si se supiese.

Lucían se dio cuenta de la cara de pánico, que mostraba el Marquez y la renuencia a llevarlo donde estaba ella o a llamarla.

_ No me voy a ir de aquí hasta hablar con la señorita de la casa Márquez, es un asunto importante.

Roland ante la seriedad del joven, no podía ponerse a dar explicaciones.

_ Si gusta acompañarme, ella se encuentra entrenando... Dijo con el rostro pálido.

Pero Lucían no le tomó mucha importancia, ya que él pensaba que se refería a que estaba tomando clases de etiqueta o de costura, Y quizá allí lo llamaban diferente, porque por su mente no pasaba ni lo más mínimo de que esa chica estuviese en realidad entrenando de verdad como un hombre.

Le pareció extraño ver que salían de la mansión y caminaban hacia un campo que quedaba a minutos del jardín trasero.

Pero su sorpresa fue aún más grande cuando a lo lejos vio a una pequeña jovencita, con una coleta alta con pantalon y botas tal cual cómo se viste un caballero en el campo de entrenamiento, pero eso no fue todo pudo visualizar como ella peleaba contra los otros caballeros de espalda a espalda con su el que asumió que era su hermano por la similitud que tenían, Mientras más se acercaba más se daba cuenta de quién se trataba, pudo reconocer a la chica de la noche anterior "Es ella". él volteó a mirar al Márquez con rostro sorprendido, pero la mirada del Marqués estaba dirigida a su hija.

_ Allí está príncipe, tendríamos que esperar que termine su entrenamiento.

La mirada de él, se fue nuevamente hacia la chica que peleaba, con mucha sutileza, pero a la vez desafiante, en uno de los movimientos de Boa logró, que uno de los hombres cayera al suelo, y luego como si fuese muy común, tomó su espada y peleaba con las ambas manos.

El Marqués estaba frío, parado como una estatua, Esperando algún comentario despectivo pero fue todo lo contrario.

_ "Increíble".

Roland volteó con evidente sorpresa hacia el príncipe... ¿Qué acaba de decir?

Ahora con una mirada más Serena, lucían volvió a repetirle: Increíble... Me parece increíble que su hija, este marcando la diferencia, siempre me ha parecido que las mujeres son muy fuertes que si se lo proponen podrían conseguir grandes cosas, me parece excelente que usted como padre se preocupe por la seguridad de su hija, ya que en algún momento peligroso ella podrá defenderse muy bien, no siempre hay alguien allí para rescatar a una persona en peligro, permítame expresarle mi orgullo hacia usted como padre, lo está haciendo muy bien.

Roland sintió, gratitud hacia el joven espero cualquier cosa menos eso.

_ Muchas gracias su Majestad, ss un honor para mí sus cálidas palabras.

La mirada de Lucían no se despegaba ni por un momento de esa joven. A lo que pronto Boa sintió el presentimiento de ser observada por alguien, y cuando volvió su rostro se dio cuenta que estaba allí, era el príncipe el cual salvó. [Ya lo sabe, maldición, Alexey eres una gallina, me imagino que ya le contaste todo].

Ella dejó de lado lo que estaba haciendo, pues sabía que era a ella a la que buscaban, más atrás se acercó Rowan.

Ella le hizo una reverencia mostrando su respeto hacia él: Joven príncipe, Es un honor verlo por aquí, ¿A qué se debe su visita?... Lucían miró a Roland haciendo entender que quería privacidad.

A lo que Roland hablo: Hija, El príncipe tiene algo que hablar importante contigo, dirígete con él hacia el jardín para que puedan charlar a gusto.

La mirada de Rowan, estaba fija con frialdad a este joven, no sabía que quería él o qué pretendía con su hermana.

Cuando llegaron al jardín ella de una vez fue directo al grano: Con que ya lo sabe su Majestad, y ese es el motivo por el cual se encuentra aquí.

El de manera casi inconsciente, tomó su mano dejándole un casto beso, demostrando su respeto hacia ella.

_ Mi lady, es correcto ya lo sé todo, ya sé que usted me salvó esa noche, y estoy muy agradecido con usted, Espero que no se moleste con su amigo Alexey, pero yo tenía el derecho de saber identidad de la persona que salvó mi vida.

_ Bueno príncipe ya lo sabe, y respecto a eso también quisiera agradecerle por lo que hizo anoche por mí, claro que en realidad no me iba a pasar nada, pero fue muy amable de su parte el preocuparse por mí y defenderme.

Él no podía quitarle la mirada de encima, sentía algo extraño cuando la veía, una pequeña corriente eléctrica en su cuerpo, haciéndole que no pudiera pensar con claridad.

_ ¡No fue nada!, solo hice lo correcto Pero ese no es el motivo por el cual me encuentro aquí, ayer ni siquiera sabía su identidad, pero ahora que lo sé, quiero expresarle mi gratitud, y también decirle que me siento en deuda con usted, que si hay algo que necesite puede tener la entera confianza en pedírmelo, también me di cuenta que usted posee el don divino de los dioses...

La mirada de boa se tornó sombría.

_ Si es por mí no le pediría nada joven, no necesito dinero, porque sé que con mis propias manos puedo conseguirlo, trabajando y superándome, no necesito joyas porque mis padres fácilmente me las pueden comprar, no necesito prendas porque son simples vanidades, pero hay algo que sí quiero, quiero que usted sea capaz de guardar mi secreto, si de verdad siente tanto agradecimiento hacia mí, por favor no le cuente a nadie sobre mi poder.

Él se quedó un rato pasmado, ¿Era acaso humana?, él esperaba que ella se alegrara mucho y le pidiera dinero, joyas, ropa, o incluso una posición más alta en la nobleza, pero ella por su boca dijo que no le interesaba, y cada palabra que decía hacía que le pareciera más curiosa, y también provocaba que él que quisiera conocerla mejor.

Él impulsivamente tomó su mano, un poco sonrojado por el repentino atrevimiento que no era propio de él: Cuente conmigo para lo que sea, como verá no me interesa usted como una mercancía, y la felicito por su valentía, vi como entrena y es admirable, ya sé por qué me salvó la vida, primero pensé que era un sueño pero en realidad ese ángel que me cuidó y me sanó, es en realidad usted bella dama, creo que es una persona muy interesante, voy a guardar su secreto y no se lo diré a nadie porque sé que muchas Personas querrán aprovecharse de usted.

Ella estaba un poco sonrojada por el agarre y no encontró palabras qué decirle solo le asintió con una sonrisa leve.

Pero pronto, se le iluminó el pensamiento, recordando el collar que rescató de ese hombre que quiso matarlo.

_ Joven príncipe hay algo que debo decirle, y no sé si son ideas conspirativas mías, pero esos hombres esa noche, tenían puestos unos collares, con un pequeño dije algo extraño, ya que no es un material de oro ni plata, y quisiera dárselo para que usted pueda estudiarlo y llega al fondo de esto.

El rostro del joven se volvió sombrío, recordando que debía dar con la persona que intentó quitarle la vida ya que no cree que hayan sido simples bandidos.

Ella rápidamente se fue a su habitación en busca del collar.

Flora, quién se encontraba observando todo por la ventana, aprovechó a acercarse al príncipe cuando vio que la estúpida de su prima, salió corriendo de repente, ese era su momento para agradar al príncipe, no sabía la razón por la cual él estaba allí, pero debía aprovecharla, se acomodó el escote de su vestido se perfumó y bajó casi corriendo, debía hablar con él y convencerlo de que su prima era una mala persona...