LA VIUDA DE BLANCO

Fernanda salió de la mansión de Donatello hecha furia. Su rostro estaba enrojecido por la ira y la humillación. Solo pensaba en cómo hacerle pagar a Donatello por haberla rechazado de esa manera.

Mientras caminaba hacia su coche, Fernanda comenzó a pensar en todas las formas en que podría vengarse de Donatello.

Ella Sabía que Donatello la había subestimado, y que creía que ella no era capaz de hacerle daño. Pero Fernanda estaba decidida a demostrarle que estaba equivocado.

Al llegar a su coche, Fernanda se sentó al volante y comenzó a conducir. No sabía hacia dónde iba, pero sabía que tenía que hacer algo para vengarse de Donatello.

Mientras conducía, Fernanda comenzó a hacer planes. Sabía que necesitaba encontrar la forma de hacer que Donatello sufriera, y que necesitaba hacerlo pronto. No podía permitir que Donatello se saliera con la suya, no después de lo que había hecho.

Fernanda se sintió emocionada al pensar en la venganza. Sabía que iba a ser difícil, pero también sabía que valdría la pena. Donatello iba a pagar por lo que había hecho, y Fernanda iba a asegurarse de que eso sucediera.

Mientras Fernanda se dirigia a su habitación en el hotel donde se estaba quedando. Estaba cansada y enfadada después de la confrontación con Donatello. Quería descansar y planificar su próximo movimiento.

Al llegar al hotel, Fernanda tenía una visita inesperada , la chica de recepción le dijo que había alguien esperandola en la sala de visitas del hotel, sorprendida al ver a alguien sentado en el sofá. Era un hombre que no conocía, con un rostro serio y unos ojos que parecían estar estudiando cada detalle de ella mientras se acercaba.

"¿Quién eres?", preguntó Fernanda, sintiendo un poco de miedo.

El hombre se levantó del sofá y se acercó a Fernanda. "Me llamo Marco", dijo. "Y creo que tenemos algo en común".

Fernanda se sorprendió pues ella no sabía quién era exactamente el hombre y que quería de ella.

"¿Qué tienes en común conmigo?", preguntó Fernanda, sintiendo una curiosidad creciente.

Marco sonrió. "Tenemos en común el deseo de acabar con Donatello", dijo. "Y creo que podemos ayudarnos mutuamente para lograrlo".

Fernanda se sintió intrigada por la propuesta de Marco. No sabía si podía confiar en él, pero sabía que necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener para vengarse de Donatello.

"¿Qué propones?", preguntó Fernanda, decidida a escuchar lo que Marco tenía que decir.

Se que eres la esposa de Donatello de Lucca.

Fernanda se sorprendió al escuchar las palabras de Marco. No sabía cómo había descubierto que ella era la esposa de Donatello, pero sabía que no podía negarlo.

"Sí, estoy separada de Donatello", dijo Fernanda, "pero no hemos dado por hecho el divorciado oficialmente. ¿Qué tiene que ver eso contigo?"

Marco sonrió. Donatello anda con una mujer " que fue mi prometida hace algún tiempo", dijo. "Pero nunca nos pudimos casar. Ahora, ella está con el , y yo necesito que ella vuelva a mi lado".

Fernanda se sintió intrigada por la historia de Marco. No sabía qué había pasado entre él y Bella, pero sabía que Marco estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperarla.

"¿Y qué tengo que ver yo en todo esto?", preguntó Fernanda.

Marco se acercó a ella. "Tú puedes ayudarme a recuperar a Bella", dijo. "Y a cambio, te ayudaré a recuperar a tu esposo. Estás de acuerdo, ¿verdad?"

Fernanda se sintió tentada por la propuesta de Marco. Sabía que no podía confiar en él, pero también sabía que necesitaba su ayuda para vengarse de Donatello.

"Estoy de acuerdo", dijo Fernanda finalmente. "Pero tienes que prometerme que me ayudarás a recuperar a mi esposo".

Marco sonrió. "Te lo prometo", dijo. "Juntos, podemos lograr lo que queremos".