Hola mi nombre es Nergis segunda entre tres hermanas, Lucí la mayor y Dará la menor soy graduada como maestra pero aún no he podido ejercer mi profesión, mi madre dueña de un pequeño restaurante ubicado en el centro de la ciudad, donde mis hermanas y yo trabajamos juntas.
Aunque ya yo no quería ir ya que mi madre me recordaba a diario que era el momento de que buscará una pareja, que debía casarme y formar una familia para poderle dar nietos, ya que mi hermana mayor había dejado en claro que ella no quería tener una familia y la menor aún era muy joven para esto.
Yo también había intentado decirle a mamá que no quería formar una familia que quería ejercer mi carrera, pero esto se debía a una relación anterior fallida y a qué no quería repetir la historia de mi madre con papá.
Aunque lo que no sabía era que mi vida tomaría un giro de 360°
NovelToon tiene autorización de Daricha0322 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO XXI
Pov Nicolás:
Llegamos a la sala de urgencias del hospital; piden supuestamente una camilla, a lo que un enfermero viene con una y la dejó recostada sobre ella. Voy detrás del camillero y le digo.
Su nombre es Nergis, está embarazada, por favor, atiéndala rápido; iba caminando y se desmayó.
En eso veo cómo se acerca un doctor a nosotros que tiene la paciente pregunta.
Doctor, se desmayó y está embarazada.
¿Es usted el esposo de la paciente?
—Soy el papá del bebé.
En eso veo cómo el doctor mira hacia Nergis y se queda un poco impresionado.
—Es Nergis —dice un poco alterado; por lo que veo, el doctor ya conoce a Nergis desde antes. La mete en su consultorio y yo lo sigo, empapando de alcohol sus fosas nasales, a lo que esta empieza a responder poco a poco.
_ Hola, Nergis, soy Nicolás, tu médico.
No puede ser; el doctor tiene el mismo nombre que yo.
Veo a Nergis y se mueve un poco incómoda en la camilla y empieza a despertar poco a poco. "¿Dónde estoy?", pregunta.
—Te desmayaste saliendo de la cafetería y yo te traje hasta acá —le respondo antes de que el doctor le diga algo. Me incomoda un poco este hombre y no sé por qué.
—Doctor, le ha pasado algo a mi bebé —le dice ella, un poco alterada.
No te preocupes, en este instante vamos a revisar todo, ¿vale?
El doctor empieza a conectar una pequeña máquina que tiene una pantalla muy pequeña. Le pide a Nergis que, por favor, alce un poco lo que es su blusa y coloque un poco de líquido azul encima de un objeto que es parecido a una palanca de Play.
Vamos a hacerte una ecografía; aquí podremos ver cómo está el bebé y podremos definir cuántas semanas tienes. Si contamos con un poco de suerte, también podremos saber el sexo del bebé".
Las palabras del doctor me pusieron un poco inquieto; no sabía cómo reaccionar. Estaba emocionado y a la vez nervioso. Iba a tener la primera cita con mi hijo o hija.
"Listo, Nergis, puedes respirar. El líquido va a estar un poco frío y podamos ver por la pantalla. Este de aquí es tu bebé; está un poco pequeño. Aquí encontramos su cabeza, sus manitos y esos de acá son sus piecitos".
Todo era tan perfecto, es inexplicable cómo Dios hace cosas tan maravillosas. Allí estaba mi hijo o hija moviendo sus pequeñas manitos y piernitas; se podía ver ya todo formadito.
—Doctor, ¿podemos saber qué sexo es?
En eso puedo ver cómo Nergis me queda mirando fijamente; unos gestos que no puedo definir, pero en estos momentos estaba tan emocionado que no le presté mucha atención. Luego me doy cuenta de que en toda la ecografía estuve sosteniendo su mano; fue un movimiento involuntario de mi cuerpo. Ya entiendo por qué ella me miraba de esa forma, pero a mí no me molestó en absoluto; estaba sumergido en lo que sentí por ver a mi precioso bebé en ese momento.
Llegué a casa muy entusiasmado, con ganas de contarle todo a mi madre, pero ya me lo esperaba; ya mi abuela se encontraba en casa esperándome esta noche.
Buenas noches, abuela, ¿cómo ha pasado?
Buenas noches, hijo. No, también como tú.
Ya me esperaba esa reacción de ella y sabía por qué lo decía.
Junto a ella estaban mis tíos y mi primo Camilo con una sonrisa de oreja a oreja.
Me siento en uno de los sillones en frente de mi abuela después de saludar a mis padres.
Ya me he enterado de que tienes a una chica embarazada.
—Así es, abuela, iba a contarte, pero estos días he tenido mi cabeza un poco enredada.
¿Que me ibas a contar que te vas a casar con ella? ¿Por qué me imagino que eso es lo que harás, cierto que sí, hijo?
Todo el salón queda en completo silencio: mi tía y mi primo Camilo con su sonrisa de maldad. Ellos creían que yo no me casaría con Nergis por estar ya comprometido con Aspen. Ellos solo piensan en la herencia que no pienso dejársela y no porque me interese el dinero, sino porque es un patrimonio por el que mi abuelo luchó tanto y Camilo lo destruiría en instantes.
—Así es, abuela, me casaré con Nergis; así se llama la mamá de mi futuro hijo o hija. Ya hablé con Aspen y le expliqué lo sucedido y hablé con Nergis.
Me alegro mucho, hijo, eso habla bien de ti. Hay que iniciar los preparativos de la boda y de la pedida de mano.
¿Es necesario todo eso?
Le digo que no quería que fuese tanto bombos y platillos, ya que era un contrato; claro que eso solo lo sabían mis padres.
Claro que sí, es la madre de tus hijos y nosotros podemos vivir aquí, pero nuestras raíces tienen reglas que se deben seguir.
_ suegra, pero ya estamos en pleno siglo XXI.
dice mi madre tratando de ayudar.
—Pues no, Miranda, esa chica se merece tener su boda como debe ser. Tengo entendido que también es de nuestras costumbres.
Así es, abuela.
Quiero conocerla lo antes posible y mañana invitarla a desayunar.
No creo que pueda venir hoy; tuvimos que ir al doctor, tuvo un desmayo.
—Por Dios, hijo, ¿todo está bien? —pregunta mi madre.
—Si no es nada de peligro, el médico nos dijo que era normal en esta etapa. Miren, le entiendo, —mostrando la ecografía—, este es mi pequeño o pequeña; aún no sabemos qué es.
Puedo ver la cara de mi abuela de ternura y la de mis padres; en cambio, la de mi tía y mi primo estaba que botaban humo de sus oídos.
Pov Nergis:
Voy saliendo del café donde me encontraba con Nicolás, me sentía muy extraña y, por alguna razón, decidí salir corriendo de allí.
Justamente en toda la entrada del café empiezo a sentir algún mareo, la vista se me empieza a nublar. No sé en qué momento pierdo la noción del tiempo y no recuerdo más, Siento que todo me da vueltas, un olor muy fuerte invade mis fosas nasales y esto hace que me vaya despertando poco a poco y veo una luz muy fuerte sobre mi cabeza.
Escucho una voz que me dice:
—Hola, Nergis, soy Nicolás, tu médico.Me empieza a mover un poco incómoda, ya que estaba en una camilla. "¿Dónde estoy?", pregunto.
—Te desmayaste saliendo de la cafetería y yo te traje hasta acá —escucho una voz que en estos momentos ya se me hace familiar. Volteo hacia uno de los lados y veo a Nicolás sentado, tomándome de la mano; todo eso para mí era muy extraño.
—Doctor, le ha pasado algo a mi bebé —le preguntó un poco alterada al darme cuenta que estaba en un hospital y en mi estado de embarazo.
—No te preocupes, dice el doctor que en estos momentos todos los malestares son totalmente normales en el embarazo de igual forma vamos hacer exámenes y revisar que todo estuviera en excelentes condiciones. Empieza a ver rápidamente como el doctor empieza a conectar la pequeña máquina donde veríamos en instantes a mi bebé.
Coge una pequeña palanca a la cual le echa un líquido azul y nos dice que con la ecografía confirmaremos cuántas semanas tiene nuestro bebé y, si contábamos con suerte, también podríamos saber el sexo de este. Esta noticia me emocionaba mucho; ya me estaba haciendo ilusiones con mi bebé.
—Listo, Nergis, puedes respirar. El líquido va a estar un poco frío. Este de aquí es tu bebé; está un poco pequeño, pero lo suficientemente grande para mostrarnos todas sus partecitas. Aquí encontramos su cabeza, sus manitos y esos de acá son sus piecitos".
Todo parecía sacado de un sueño; jamás pensé vivir esta experiencia tan hermosa. En estos momentos me doy cuenta de que Dios hace obras totalmente maravillosas. Lástima que las condiciones no sean totalmente perfectas; aquí había padres que se estaban uniendo sin amarse.
—Doctor, ¿podemos saber qué sexo es?Interrumpe mis pensamientos la voz de Nicolás; en eso me quedo mirándolo fijamente porque no me había dado cuenta de lo bello que se veía, Viendo hacia la pantalla, sus expresiones me hacían sentir incómoda, pero a la vez algo muy bonito en el corazón.
Baja la mirada en un momento hacia mi mano, ya que había estado agarrando de ella toda la ecografía y no se había dado cuenta. Puedo notar un poco su incomodidad porque inmediatamente suelta mi mano.
_ Aún no nos muestra el sexo, pero quizás ya en la siguiente ecografía se deje ver, puedes cambiarte.
Salimos del consultorio y lo escucho decir:
_ Qué gran susto me pegaste, me asusté demasiado, gracias a Dios y todo salió bien", a lo que yo respondo:
"Sí, gracias a Dios, todo está bien, pero ya escuchaste al médico, dice que todo esto es normal durante todo el embarazo".
_ "Yo sé que todavía no sabemos si es un niño o una niña, pero mi corazón se siente que va a ser un niño".
_ ¿Y tú cómo sabes eso? Puede ser también una niña".
_"Sí, lo sé, pero mi intuición dice que será un niño".
_"Eres un machista, Nicolás, por eso es que dices que va a ser, un niño pero entiendo que también puede ser una niña . "Ahora, si quieres, podemos hacer una apuesta: el que gane tendrá que hacer todo lo que la otra persona diga durante un día completo".
_ acepto
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Hola queridos lectores gracias por estar pendiente a cada capítulo, disculpe la tardanza entre capitulo y capítulo espero disfruten todo y no olviden dejarme sus comentarios.