Lía Smith fue huérfana desde muy pequeña, pero eso no le impidió que siguiera adelante. Día a día lucha por terminar su carrera y ser alguien profesional. Ella jamás imaginó que, por la mala jugada de una supuesta amiga, ella quedaría atrapada en manos de un peligro hombre llamado Matteo, quien exige su dinero de vuelta o Lía no podrá ser libre.
¿Podrá Lía escapar de las manos de Matteo?
Descúbrelo en esta emocionante historia llena de pasiones e intrigas.
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Peleas de mujeres
▪︎Lía: Está bien, Ana, vamos a tu habitación. Quiero ver tu vestido de novia. Sabes, alguna vez también quisiera casarme. Te cuento algo: la verdad es que estaba muy asustada de conocerlos. Como sabes, no soy de la misma clase social que Matteo y me daba miedo que intentaran separarnos. Pero todos esos fueron pensamientos estúpidos y me alegra que sean personas tan buenas y amables.
▪︎ Ana: Lo mismo me pasó a mí cuando los conocí. Algo sí te quiero decir: todos aquí son personas maravillosas que no les importa la clase social de nadie; lo único que les importa es la felicidad de sus hijos. Y todavía te falta conocer a tu suegro; él es un poco más estricto, pero no es mala persona. Bueno, vamos a mi habitación y seguimos nuestra charla. Vamos llegando a mi habitación cuando nos encontramos con Jimena y la otra mujer, que la verdad no me interesa cómo se llama; solo sé que me Dan muy mala espina; las miro y tienen una cara de pocos amigos.
▪︎ Jimena: terminamos de empacar todo y salimos. Vamos por el pasillo y nos encontramos con la perra de Lía y Ana. Solo de verlas me hierve la sangre. Me le acerco y le digo: 'Solo espero que disfrutes mucho el tiempo que pasas con Matteo, porque te lo prometo, no durará mucho'. La empujo y paso de largo.
▪︎Dana: mira nada más, la verdad nunca pensé que serías más astuta que yo. Eres tan astuta que me quitaste a mi hombre, pero te repito: disfrútalo lo más que puedas, ya que está en nuestra cuenta que no estés con él por mucho tiempo. Perra astuta.
▪︎ Lía: basta, Dana. Te he aguantado mucho. Tú misma me metiste en esto. Sé que tengo muchas cosas por las cuales agradecerte, pero eso no significa que voy a dejar que me sigas insultando. Yo no te he quitado nada; Matteo decidió quedarse conmigo, y ninguna de las dos puede aceptar eso. Nunca les he hecho nada. Ya déjenme en paz.
▪︎ Ana: Bueno, basta. Por lo que veo, las echaron de aquí, así que ¿qué esperan para irse ahora mismo? Y si siguen molestando a mi cuñada, no me hago responsable de mis acciones. Así que lárguense de una buena vez, brujas. Lía, nosotras nos vamos a mi habitación, ya que tenemos cena en familia más tarde, (eso lo dije para molestarlas)
▪︎Jimena: Mira, estúpida, si te he aguantado tanto, no es porque seas más que yo, simplemente era por no querer molestar a Laura. Pero ya estoy cansada de tus pretensiones y de cómo me hablas. Gata de mierda, te voy a enseñar que conmigo nadie se mete, perra. Me lanzo y le doy una bofetada. Ana cae al piso y yo me le subo. Esto es para que pienses antes de hablar, estúpida.
▪︎Ana: veo que Jimena se me acerca y me da una bofetada que me tira al suelo. Cuando reacciono, ya la tengo encima de mí. Saco fuerzas, la tomo del pelo, la quito de encima y empiezo a darle golpes por todos lados y le digo: 'Espero que esto sí te quede claro. Y sí, soy una pobretona, pero esta pobretona te enseñará a respetar a las personas. Tú no eres nadie para pasar por encima de las personas, perra bruja'. Siento que me están tomando del pelo; volteo y la perra de Dana me está jalando Para que suelte a Jimena.
▪︎ Lía: Dana suelta a Ana. En este momento, ella no hace caso, la agarro y la tiro al suelo. Le doy unas cachetadas, no sé por qué lo hice. Ella me mira con mucha rabia e intenta golpearme en la cara, pero no le doy oportunidad. Así que la tomo del pelo y la arrastro por todo el pasillo hasta la salida. Cierro la puerta y subo corriendo a buscar a Ana. Me sorprende cómo tiene golpeada a Jimena. Yo, que venía supuestamente a ayudarla, ella me ve y me dice..
▪︎ Ana: Cuñada, ayúdame a sacar a esta estúpida mujer de aquí. Jimena gritaba que la soltáramos, pero ninguna de las dos le hicimos caso. La sacamos y la tiramos a la puerta. Vemos que a lo lejos viene Matteo corriendo, y detrás de nosotras estaba Matías preguntándonos qué había pasado. Yo estoy nerviosa y Ana habla.
▪︎Ana: No te preocupes, mi amor. Estas personas nos golpearon, pero creo que ya no les quedaron ganas de volver a meterse con mi cuñada y conmigo. ¿Qué demonios hacen aquí todavía? ¡Seguridad, saquen a estas brujas de este lugar ahora mismo!
▪︎Jimena: no se atrevan a tocarme, muertos de hambre igualados. Y tú, Ana, no sabes lo que te espera por toda esta humillación, perra. Matías, te recomiendo que la cuides muy bien.
▪︎ Matteo: ¿Qué pasó aquí? Jimena, ¿no te había dicho que te fueras ya? Mi vida, ¿qué te pasó? Porque estás así... No me digas que estas brujas se atrevieron a intimidarte. Empiezo a revisarla por todas partes, pero no tienes ningún golpe, solo estás despeinada.
▪︎ Lía: No te preocupes, amor. Si alguien fue golpeada, no fuimos nosotras. Si quieres, vamos a la habitación; no quiero estar más con estas arpías que solo saben echar veneno. Veo que Matías va hacia donde está Jimena, la toma fuerte del brazo, le da una bofetada y le dice…
▪︎ Matías: estoy tan enojado de que esta mujer le haya puesto sus sucias manos a mi querida Ana. Así que me suelto de ella, voy hacia Jimena, la tomo de los brazos, le doy una bofetada que la tira al piso y le digo: 'Yo creo que se te ha olvidado cuál es tu lugar y espero que en tu asquerosa vida vuelvas a tocar a Ana, porque soy capaz de cortarte esas manos. Tú me conoces y sabes que no amenazo en vano. ¡Ahora lárguense de aquí!'
▪︎ Ana: Ya, mi amor, no te ensucies las manos con personas como esas dos. Mejor entremos, que tu madre debe estar preocupada por todo este espectáculo. Cuñado, si quieres, puedes subir con mi cuñada; ella necesita hablar contigo. Nos vemos en la cena y toma las cosas con calma. Cuñada, nos vemos ahora.