Agostina Fernández es una hermosa e inocente adolescente que lleva meses esperando con mucha ilusión su cumpleaños número quince, pero lo que tenía que ser su noche soñada se termina convirtiendose en su peor pesadilla, después de esa noche su vida cambiara para siempre, deberá de afrontarse a muchas dificultades ella sola, pero con un solo objetivo en mente, vengarse de todas las personas que le hicieron tanto daño, podrá llevar a cabo su venganza?
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CAPÍTULO 21
...AGOSTINA...
Al terminar el desayuno salimos de la mansión rumbo al shopping, me sorprendió ver la cantidad de guardaespaldas que tiene Bárbara aunque es entendible ella tiene mucho dinero
Llevábamos más de tres horas comprando, por más que le decía a Bárbara que ya estaba bien que no necesitaba más nada ella igual seguía comprando cosas para mí, ni hablar de todo lo que le compro a Cielo, ha gastado una fortuna en nosotras, sigo sin entender por qué es tan buena conmigo
Nos sentamos a comer algo mientras Cielo dormía plácidamente en su cochecito, Bárbara se la veía muy feliz
- Sabes tesoro siempre quise tener una hija para salir de compras, ahora que las tengo a ustedes, tengo que aprovechar
- Porque nunca tuviste hijos?
- Oh no cariño claro que tengo tres hermosos bebés , pero me hubiera encantado tener una princesa, ya sabes para hacer cosas de chicas, además las niñas son más compañeras con sus madres o bueno eso leí una vez en una revista de maternidad - dijo Barbi y yo me quedé impresionada nunca me había hablado de que tuviera hijos o bueno tampoco es como si lleváramos mucho tiempo conociéndonos
- No sabía que tenías hijos, son pequeños? - pregunte al recordar que dijo sus bebés
- Tesoro para una madre un hijo siempre serán sus bebés, no importa la edad que tengan - me respondió Bárbara con dulzura
- Cuantos hijos tienes?? - pregunte saliendo del asombró
- Tres niños, si me escucharán se enojarían, siempre dicen que no los trato como hombres, a pesar que se fueron de casa hace tiempo aún me cuesta aceptar que crecieron tan rápido
- Me imagino - dije mientras bebía mi bebida
- Si cuando los conozcas te caerán bien, son buenos chicos
- No crees que se molesten? No quiero ocasionarte problemas con ellos
- Claro que no tesoro, además ellos ni siquiera viven en el país, apenas si me llaman, a veces pienso que se olvidan que tienen madre - dijo Bárbara con tristeza
- Y cómo se llaman? - pregunte para distraerla cuando note que sus ojos ya no podían contener sus lágrimas
Ella sonrió y volvió a tomar esa postura de mujer empoderada que nada ni nadie puede con ella
- Benicio es el mayor tiene veinticuatro años, luego le sigue Bautista de veintidós y por último el más pequeño Benjamín de veinte - dijo orgullosa mientras yo no podía dejar de pensar en el sexy desconocido su nombre también comenzaba con B que coincidencia, porque seguramente solo se trata de una coincidencia verdad?
- Te quedaste callada cariño que ocurre?
- Nada Barbi solo me quedé pensando
- Si es por mis hijos no te preocupes, pronto los conocerás, será el aniversario de la muerte de mi esposo y le haremos una misa como todos los años así que los tres regresarán al país, te caerán bien, tienen personalidades un poco diferentes pero son buenos chicos
Benicio es el mas serio de los tres, es muy observador, un poco callado y algo agrandado no lo voy a negar y también un poquito odiosos pero tiene un gran corazón solo que le cuenta mostrar sus emociones, él es abogado
Bautista es el más simpático, cariño y alegre de los tres, es el más protector de la familia pero heredó el carácter de su padre cuándo alguien se mete con los suyos es peor que el mismísimo diablo, el también es abogado
Y Benjamín bueno él aún es un tiro al aire, sé la pasa de fiesta en fiesta, es algo, bueno lo admito demasiado mujeriego y suele meterse en problemas a menudo por lo que sus hermanos siempre tienen que recurrir a su auxilio, pero tampoco es un mal chico, el está estudiando comercio internacional
Seguimos hablando un rato más y justo cuando nos estábamos retirando pude ver en otra mesa algo alejada, a mi hermana junto a Luciano, Karla, Kimberly y otro chico riéndose no se de que, me sentí mal no voy a negarlo, por suerte no me vieron, cuando volvimos a la mansión subí a la habitación y lo primero que hice fue tomar el video que tanto había guardado y lo subí a internet, también hice una llamada anónima al canal enemigo de mi madre y les envié el vídeo, ahora sólo me sentaré a esperar que estalle la bomba.