Eric, Una Pasión Sin Medidas.

Narrador

Es lunes al mediodía y Clara ya estaba cerrado la librería para irse a su casa a almorzar agarra su cartera sale, cierra la puerta y cuando se da la vuelta delante de ella había dos jóvenes rodeándola, uno de ellos le apunta con un arma en el vientre y luego la amenaza.

—Mira, nos das todo lo de la caja y no te aremos nada!!.

Clara forcejea con uno de los delincuentes tratando de salir corriendo, pero este la toma por el brazo, comienza a propinarle muchos golpes, tanto en la cara como en la panza. Luego de un par de segundos Clara cae al piso y los delincuentes salen corriendo, dejando a Clara tirada desmayada en un charco de sangre.

Cuatro o cinco minutos después un joven que pasaba por allí, la encontró y llamo a una ambulancia, Clara fue llevada a un hospital de urgencias y fue atendida rápidamente. Le tuvieron que realizar una cesárea de urgencias, la vida de ella como la del bebé estaban en peligro por la gran perdida de sangre, además Clara no reacciona.

Diana viendo que Clara no llegaba a casa y tampoco respondía a ningunas de sus llamadas fue hasta la librería en la que Clara trabaja tal fue la impresión de Diana al llegar y encontrarse con un montón de policías en el lugar, al acercase y ver un charco de sangre le pregunto a unos de los policías que había sucedió.

— Disculpe señora no puede estar aquí.

—Perdone joven, pero podría decirme.¿Que paso aquí?.

— Un robo, hay una joven herida en el hospital.

— Perdón, pero.¿Sabe quién es la joven?.Es que mi hija trabaja aquí y aún no ha llegado a casa, estoy muy preocupada es que ella está embarazada.

La cara del joven oficial se puso pálida.—Entonces lamento decirle esto señora... su hija es la herida.

—¿Que?. No, no mi Clara no.— Diana no podía creer lo que estaba pasando, tanto fue así que se desmayo de la impresión.

Cuando Diana se despertó estaba en una sala blanca conectada a una máquina que le tomaba la presión se levantó, se quitó todos los cables que tenia y comenzó a buscar a una enfermera. Tenía que averiguar si clara estaba allí y saber cómo esta.

— Hola, buenos días. Disculpe señorita podría decirme si aquí está hospitalizada una joven embarazada que sufrió un robo, su nombre es Clara Mills.

La recepcionista reviso y dijo. —Si ella está aquí, ¿Usted familiar de la joven?. Si yo soy su mamá.

— Buen siendo así le puedo dar información, la joven está en quirófano.

—¿Que?. Nooo...no mi bebé.

— Cálmense señora, si quiere puedo pedirle a una de las enfermeras que la acompañe hasta quirófano, pero no podrá entrar solo esperar en la puerta.

— Si, si por favor que me lleven con ella.

— Bien, enseguida alguien vendrá a buscarla espere sentada allí.

—Muchas gracias señorita.

Luego de unos minutos una enfermera la acompaño hasta la puerta del quirófano.

— Aquí es!!.

— Muchas gracias.

— Necesita algo más.

— No gracias.

—Bueno entonces me retiro, si llega a necesitar algo avísenos.

— De acuerdo.

Espero casi una hora, pero nadie salia de la sala para decirle cómo se encontraba Clara y la bebé, eso la estaba preocupando mucho, solo le rezaba a Dios que nos se las llevara, que no le quitará a esta niña, no de nuevo.