La Amante Del CEO

Emma era una muchacha que no conocía de las relaciones amorosas, siempre se dedicó a trabajar a estudiar, ser una persona preparada, lo único que pensaba era en cumplir sus metas. El amor no era una de ellas, no conocía el amor, aunque tenía hermanos, ellos no la amaban, ni la cuidaba, tenía padres, pero sus padres no la querían, porque ni siquiera entre ellos mismos se amaban, por eso no nunca busco algo que no existe.

Aceptar ese contrato simplemente es para completar sus metas, el contrato dice específicamente sin enamorarse, es mucho mejor para ella, no conoce el amor y tampoco espera el amor de alguien que viéndolo como es, tampoco lo conoce.

Así deja de ser virgen, que en realidad no es algo que le importe y no se involucra con alguien que se obsesione con ella.

Siendo ahora la secretaria del CEO y amante podrá conocer los placeres carnales y seguir esforzándose en su trabajo, preparándose más, que es lo que más le importa.

Ella comenzó a realizar su trabajo de secretaria a partir de las 11 de la mañana, había tomado toda la mañana con ese bendito contrato, se hicieron las 12:30 de la tarde y ella seguía trabajando, Osvaldo la miraba, pues ella entraba y salía de su oficina, arreglando, archivos, guardando y entregando papeles, pasándole llamadas, parecía hormiga y sobre todo por su pequeña estatura.

Se hicieron 1 de la tarde y ella se fue a comer, avisándole a él, pidió el almuerzo de él que lo hacía un chef personal, el cual lo llevaba a su oficina, siendo presidencial tiene un comedor.

Llegó al comedor y todos la miraban, se sorprendió, ya que habia horas específicas para almorzar y eran a las 12, 12:30 y la 1 de la tarde, siendo esta la más tarde, muy pocos van a almorzar a esa hora, ya que se termina la comida, pero ahora estaba todo el comedor lleno, algo que le extrañó, pero no le dio importancia.

Camino hasta la mesa donde estaban todos sus antiguos compañeros a comer tranquilamente.

Ana- querida, cómo te va en tu primer día

Emma- bien, es algo cansado, las antiguas secretarias por lo visto no hacían nada, papeles mal archivados, documentos incompletos, ha sido en este par de horas un caos y lo que me falta todavía_ cansada

Alan miraba con unos ojos de cachorro, él quería preguntarle por qué aceptó, pero también entendí, no podía rechazar al presidente, se tragó sus palabras y le preguntó otra cosa.

Alan- te espero a la salida para irnos juntos.

Emma- sí, no me vayan a dejar_ tranquila

Está respuesta tranquilizó a Alan, quizás el CEO no estaba interesado en ella.

Todos habían escuchado los rumores, se escuchaban antes de que la secretaria almorzaba con el presidente, a la hora de la salida siempre se iba con ella, pero ella estaba ahí, tranquilamente comiendo con ellos y le había dicho que iba a salir con ella. tal vez ella le dijo al CEO que no le interesa

Comieron tranquilamente hablando de todo lo normal, como lo hacían siempre, después cada uno se fue a sus respectivos departamentos de trabajo.

Se hicieron las 5 de la tarde y Ana llegó entregándole su nuevo uniforme, siendo secretaria presencial, tiene un uniforme formando la categoría que tiene y este es un informe sobre todo que era destacado por ser mini falta con blazer, el resto de los uniformes solo se cambiaban de colores, dependiendo del departamento que son, utilizaban pantalones de telas con blusas manga corta o larga.

Ana- te vengo a traer personalmente tu uniforme_ sonrío

Emma le sonrío grandemente- No te hubieras molestado, pensaba recogerlo en la mañana.

Ana- tranquila, además viene a ver cómo era todo por acá_ rieron las dos en complicidad.

Emma- pues yo ya voy de salida, así que vámonos juntos.

Emma habló por el comunicador informándole a Osvaldo que es el momento de su salida, él le dijo que podía retirarse tranquilamente, ella recogió sus cosas y se fue con Ana hasta el ascensor.

En la recepción todo el que estaba interesado en Emma, por algo sentimental, compañerismo o por envidia, estaba esperando que bajara, era bien conocido que la secretaria del presidencial no comen el comedor, no baja por el ascensor normal, sino por el privado, prácticamente casi no se la ven, ya que pasa pegada siempre al presidente.

Alan era uno de los que esperaba en recepción, verla bajar por el ascensor su corazón comenzó a latir fuertemente, al verla tan sencilla y feliz conversando animalmente con Ana, demostrando que ella no era cualquiera de esas chicas que habían sido secretarias presidenciales, ella era diferente, talvez por eso el CEO no la queria como amante, estos pensamientos lo ponían muy feliz.

En la oficina de Osvaldo, Andrés entra sin tocar, sorprendiendo que Emma no estuviera en su puesto.

Andrés- dónde está Emma

Osvaldo cerrando su computadora- ya se fue

Andrés- y no uso el ascensor presidencial

Osvaldo- No lo sé, creo que no le he dado su tarjeta, simplemente ella se marchó, es la primera vez que no me la piden_ dijo intranquilo.

Andrés vio está reacción y rio.

Andrés- y cómo la viste, cómo trabajo hoy

Osvaldo- parecía una hormiga -sonrio- caminaba de aquí para allá, cogiendo carpetas, archivando, aunque es baja es muy fuerte_ volvió a sonreír.

Para Andrés lo que estaba viendo tal vez era un espejismo, su amigo el ogro estaba riendo, quizás que Emma sea su secretaria no sea tan malo.

Andres- ella es una excelente trabajadora, no es como las otras

Osvaldo- sí, me di cuenta de eso_dijo pensativo

En el transcurso de esa tarde Osvaldo, se dió cuenta que ella sí trabaja, en ningún momento ella se le insinuó, como otras secretarias, ella se dedicó solo a trabajar, incluso arregló folders de documentos de años que estaban mal archivados, revisó todo lo que ella ha hecho y en el transcurso de una tarde de trabajo, realizó el trabajo de prácticamente 2 años, esto dejó muy desconcertado a Osvaldo, definitivamente era alguien diferente.