Me Convertí En La Amante De Mi Esposo

Jamás me imaginé  qué Emir me celaria. Se que algo estaba naciendo entre nosotros pero nunca pensé que para tanto, Sebastian nota como Emir esta marcando territorio. Son hombres y entre ellos se entienden.

Por otro lado Carolina me miraba con rabia ya que entendía la actitud del jefe. Yo me encontraba algo incomoda aunque al mismo tiempo me alegraba que él se sintiera como yo cuando dejo que Carolina se montara en su auto.

Los proveedores se sorprenden aunque ni de Sebastian, ellos se conocen y saben como es. La verdad es que era muy guapo, ojos claros, un porte alto y vestía de manera elegante.

Emir rompió el silencio que el mismo había provocado, parecía haberse dado cuenta que fue demasiada notoria su actitud, por lo que intento chistar de lo que dijo. Ja ja ja solo bromeo señores, bienvenidos a mi Empresa, espero que podamos hacer buenos negocios. Mucho gusto, ellos respondieron un gusto señor Emir, no sabía que tenia tam buen humor.

Ja ja ja, pues si no todo es seriedad laboral ¿verad se ñorita Cristina?, si jefe lo que usted diga. Ahora si me disculpan me retiro a mi oficina que deje algunos pendientes. Esta bien señorita, me dijeron los proveedores aunque Sebastian  fue muy cordial nuevamente,  se despidió esta vez con un beso en la mejilla.

Emir tenía una mirada de loco, quería desaparecerme en ese mismo instante. Decidí retirarme los antes posible. Ellos siguieron conversando pero yo no tenía la mente en mi trabajo sino en la reacción de mi jefe. Pues era de suponer que ambos controlariamos nuestras emociones, pero los estaba costando.

Cuando llegaron las 5pm abren la puerta de la oficina. Era él, cerró cuidadosamente y sin mediar palabras me beso. Yo no sabía si responderle o empujarlo pues nadie se podía enterar de lo nuestro, pero al parecer eso a él no le importaba.

Me quedé callada y accedí a ese beso que me consumía entre llamas. Me presionaba la cintura contra él haciendo que sintiera la firmeza de su sexo, por uno momento me perdí entre sus brazos y el deseo que no se apagaba entre nosotros. Cuando por fin decide soltarme me dijo al oído Perdón Cristina, me descontrole cuando ese hombre te elogiaba, estoy celoso lo reconozco, no quiero que nadie te vea más allá de trato laboral, yo llegué a tu vida primero, yo quiero ser el único que te llene de palabras hermosas y te cuide cada día de tu vida.

Aunque ahora no puedas responderme, quiero pedirte que formalicemos nuestra relación, que el mundo sepa lo nuestro porque yo Si te amo, quiero consentirte, que sientas que nada te faltara a mi lado, no solo por lo material sino por el amor que te ofrezco.

Me quedé sin palabras, no sabía que responder porque no me sentía preparada para comenzar una relación de tal embergadura, yo era solo una chica común buscando la tranquilidad y paz mental en mi vida, no tenía idea de cómo comenzar de nuevo una relación, además yo no lo representaba para nada, sentía que perteneciamos a mundos distintos.