Karina creía que su felicidad estaba asegurada junto a Leonardo quien fue su novio por 3 años, pero el día más importante de su vida “su boda” se convirtió en una pesadilla. Plantada en el altar y traicionada por la persona que mas amaba, Karina se sume en una profunda desesperación.
En busca de una escapatoria, Karina se dirige a un club nocturno, donde conoce a Alexander, un enigmático y apasionado hombre con gustos peculiares en el sexo. A medida que Karina se adentra en el mundo del BDSM con Alexander, descubre una nueva faceta de sí misma y comienza a dejar atrás el dolor del pasado.
Pero a medida que su relación se profundiza, Karina debe enfrentar sus propios miedos y límites. ¿Podrá confiar en Alexander y entregarse completamente a su pasión? ¿Logrará superar los obstáculos que le impiden estar juntos?
En este relato apasionado y emocional, Karina se embarca en una nueva aventura que la llevará a descubrir su verdadero yo y a encontrar el amor en el lugar más inesperado."
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Capitulo 6 - Prostituta de turno
Karina …
Después del desayuno, Alexander se levanta y se va y yo me quedo unos minutos más sentada, pensando en todo lo que me había pasado en estos dos días
Lo único que lamento son mis padres y los padres de Leonardo que han invertido mucha plata en esa boda, para que después no se lleve a cabo, pero les devolveré cada centavo que invirtieron.
Aunque la falta no haya sido mía, porque fueron la perra de mí hermana y el zorro de Leonardo los que arruinaron todo, ellos tendrían que devolverles la plata, pero ya que, yo no soy egoísta y menos con los padres de Leonardo que siempre me han consideraron como una hija.
Me levanto de la mesa y comienzo a levantar las cosas que hemos usado para desayunar y me pongo a lavarlas. No me gusta dejar las cosas sucias mucho tiempo o esperar a que alguien me lo haga, cuando tranquilamente lo puedo hacer yo
Una vez que finalizó y dejo todo limpio, subo a mí habitación para cambiarme de ropa, ya que aún sigo con la bata de baño. Pero antes de llegar me detengo en la puerta roja, la curiosidad me ganó y terminé entrando
Mí corazón latía a mil, me sentía como delincuente, asustada por no ser descubierta. Comencé a mirar todo, cada cosa que había, cada látigo de diferentes estilos, algunos eran látigos comunes y otros estaban compuestos de varias tiras de cuero, otro que parecía una trenza y algunos cintos colgados
Seguí observando hasta que llegue a unos cajones en los que habían consoladores de todo tipo y tamaños, esposas con felpa y puños de diferentes estilos, para pies y manos, vendajes para los ojos, cuerdas, unos estilos de pinzas que no sabia para que eran y muchas cosas más inimaginables
Me quedé sosteniendo una cuerda de color roja con su textura tan suave, pensando en como se usaría un pedazo de cuerda en este cuarto
— ¿Quieres probar para qué sirve? — me dice Alex detrás de mí haciéndome saltar del susto y tirando la cuerda al piso
— Yo… yo iba a cambiarme y… Solo sentí curiosidad — le digo con muchos nervios y con mí corazón latiendo a mil por haber sido descubierta
— ¿Solo sentiste curiosidad o deseo de experimentar más? — me dice con una sonrisa malévola
— Yo .. yo .. — No sabía qué responder, el corazón me seguía latiendo a mil y a la vez la curiosidad de saber me corrompía, por lo que solo sonreí nerviosa
Alexander caminó hasta la cuerda que aún seguía tirada en el piso, la tomó y me miró, luego caminó lentamente hacía mí y me quito la bata, dejándome completamente desnuda
— Arrodillate en el sofá de espaldas — me dice y yo así lo hago
Él se paró detrás de mí, con el centro de la cuerda me amordazo y con los extremos de la misma los pasó por mí espalda dio una vuelta pasándolo por mis pechos y volviendo con los estrenos nuevamente hacía mi espalda, me ató mis manos hacia atrás
Luego se posicionó detrás de mí entre mis piernas y mientras que con una mano sujetaba mis manos atadas, con la otra me tiraba del pelo y se introdujo en mí interior de una sola estocada
Era algo aterrador, pero placentero a la vez, era la primera vez que alguien me amordazaba y aunque al principio sentí temor, ahora sentía placer
Era una experiencia única y la estaba disfrutando a más no poder, la sensación que me generaba que él haya atado mis manos y me jalara el pelo era sorprendente
Sus embestidas eran fuertes, parecía que me rompería en pedazos, pero eso me encantaba, me hacía volar a otra dimensión jamás vista
Luego me levantó del sofá y me llevó hasta una base de hierro cuadrada y me colgó de los pies, con la cabeza en el piso sobre una suave y acolchada alfombra y me ató las piernas con una cuerda que colgaba del techo
Lo veo que va a buscar algo y cuando vuelve tiene el látigo con varias tiras de cuero y otras dos cosas en la mano que no distinguía que eran, ya que estaba de cabeza
Yo seguía atada con mis brazos en la espalda y amordazada por lo que no podía moverme
Él se acercó y comenzó a golpearme con el látigo en mí vientre. El primer golpe me dolió, luego cerré mis ojos y traté de tranquilizarme porque me sentía nerviosa. Una vez más tranquila los siguientes latigazos ya no los sentía tan dolorosos
Después de unos golpes más con el látigo, lo dejó de lado y tomó las otras dos cosas que había traído, que no sabía que eran hasta que comenzó a usarlas
Eran un vibrador y un consolador. Mientras el vibrador lo colocaba en mí punto sensible haciéndome retorcer por la sensación placentera que eso me estaba generando. El consolador lo introdujo en mí interior y comenzó a sacarlo y meterlo tan rápido que mí cuerpo colapsó tan rápido acabando
Agitada, me costaba respirar, era tanta la adrenalina que sentí en ese momento que ahora respiraba con dificultad
Alex me desató las piernas y me levantó. Me llevó hasta la cama y me colocó boca abajo, levantándome las caderas y se volvió a introducir en mí, dando estocadas salvajes hasta que lo sentí acabar
Una vez que terminó, me desató los brazos y la boca y yo caí rendida en la cama, los brazos y las piernas me dolían, me sentía muy cansada y ya no daba para más. Había sido mucha nuevas experiencias de golpe y mí cuerpo no estaba acostumbrado
Alex me cargó en sus brazos y me llevó hasta mí habitación y me acostó en la cama. Ya casi era mediodía, pero yo lo único que quería era dormir y descansar el cuerpo
— Descansa, creo que me excedí por ser tu primera vez en esto, lo siento — me dice él disculpándose
— Estoy bien, solo necesito descansar. Lo disfrute, de no ser así te hubiera dicho la palabra de seguridad, tranquilo — le digo yo para que no se sienta mal
— Tomate esto, para cuando despiertes no te dolerá tanto el cuerpo — me dice entregándome una pastilla que no sé de dónde la sacó junto con el agua — Descansa — me dice caminando hacía la puerta y yéndose
Una vez que él sale de la habitación, yo cierro los ojos y caigo dormida en el mismo instante.
Al despertar, miró la hora en mí celular y ya eran las 5 de la tarde, me sorprendí al darme cuenta que había dormido 5 horas
Me levanto, camino hacía el baño y me doy una ducha relajante. Tal y como lo había dicho Alexander, mí cuerpo no me dolía tanto como imaginé
Una vez que salgo del baño, me coloco un top negro floreado, una falda blanca y unas sandalias negras con tacón alto y bajo hasta la sala donde se encontraba Alex hablando con unos hombres, que supongo eran sus guardias de seguridad
— Prepárate, mí chófer te llevará hasta tu departamento — me dice serio y yo quedo sorprendida
— Creí que debía quedarme hasta la noche, eso decía el contrato — le digo confundida
— No es necesario, ya no haremos nada más por hoy, es de gusto que te sigas quedando — me dice y yo me enojo, había otras formas más delicadas de decir eso, pero entiendo que yo solo soy un objeto sexual, del cual puede desechar cuando quiere
No respondí nada, solo tomé mí bolso que estaba sobre un mueble junto a los sofás y caminé hacía el ascensor
— ¡¡Karina espera!! — me dice viniendo hasta mí antes de que él ascensor se cierre — Ten, está es una tarjeta ilimitada, compra lo que desees sin cohibirte en los gastos, está tarjeta la tendrás disponible por lo que dure el contrato, ese será tu pago por tus servicios — me dice y yo río con ironía
— ¿Por mis servicios? Jajajaja claro el contrato, olvidaba que ahora soy tu prostituta de turno, gracias por el pago de esta semana — le digo sarcásticamente tomando la tarjeta y apretando el botón del ascensor para que se cierre
— ¡¡Espera no!!... — pero no le di tiempo a decir nada más, quien lo entendía, todo el fin de semana me trató bien y con cariño y ¿ahora me trata de esa forma fría? ¿Qué le pasa?
Al llegar al estacionamiento, había un hombre esperando junto a un auto, supongo que era el chófer, por lo que me acerco hasta él
— Hola, usted es el chófer del señor Alexander Faris? — Le pregunto al llegar hasta él
— Si, señorita Ríos, suba por favor que la llevaré — me dice y me subo
Suspiró mientras miro por la ventana, no se porque me molestó si eso ya lo sabía, debo acostumbrarme que las cosas serán así de ahora en más, firmé un contrato y no puedo cancelarlo, así que suspiro nuevamente debo volver a la rutina y debo afrontar a Leonardo que de seguro estará en mí departamento esperándome.
Espero Alexander encuentres una solución al problema 🙈
Te arrepentirás de ésto 🤷♀️ después 😪
cuándo se entere por los medios de comunicación, que se casa con otra 😱 ése golpe, duele hasta el alma 😪
Un poquito más de dignidad 😡
Alexander tiene un gemelo 😱 ojalá no vaya a ocupar el puesto de su hermano y quedarse contigo 🙈 si llega a pasar, espero que te des cuenta 🤷♀️
Decir la verdad, no cuesta y se ahorra muchos malentendidos, privabas en que todo lo puede, pero no puedes con tu padre 😡 después que te enzañaste con Karina 😢 casi la matas.
Suenas ridículo Alexander, dejarle todo, cómo compensación 🙈
Ahora apareció una Elena, que te tienes que casar, según tu padre, mi pregunta es, lo vas hacer 🤷♀️ ?
no quiere ver que se equivoco 😡 y un perdón 😔 no arregla el problema 🤷♀️
porqué no le dijo, quien fue que llamó,idiota la vas a perder.