Historia de Carolina Rosales, alias La Caro, una peligrosa narcotraficante de Sinaloa, México. Una mujer de carácter violento y capaz de cualquier cosa, con tal de resguardar su territorio y ampliarlo a costa de lo que sea. Hasta que..... Mejor te invito a que leas mi cuarta novela. Muchas gracias lectoras, lectores.
Espero que la disfruten.
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21- EL PRIMER BESO.
Sabes una cosa Yolanda?. Creo que ya sé cómo acabar con Pancho. Si lo matamos, eso hará que el ataque contra ustedes se retrase, puedan contratar más gente, y tengan más opciones de defensa.
Pero como lo haremos, cómo crees que lo haremos?.
Es complicado, pero algo saldrá. Hay que estar al pendiente de las actividades que realice ese traidor. Hay que vigilarlo muy de cerca.
Está bien Roberto, hay que estar alertas de todos sus movimientos. Dijo Yolanda.
Incluso que alguien lo siga cuando salga solo, ver que hace, con quién habla. En fin, todas sus actividades.
Vamos a casa, quiero estar con Carolina el resto de la tarde.
Crees que podamos ir a comer cualquier día?.
Me estás invitando a una cita?.
Si lo quieres ver así, sí. Quiero tener una cita contigo, en verdad me gustas.
Bueno, yo también me siento bien contigo, así que, sí, acepto gustosa.
Que tal mañana?.
Oye, tú sí que eres rápido, pero como en la vida que llevamos no se sabe exactamente que es lo que va a pasar, me parece bien. Mañana, con mucho gusto, Roberto.
Bueno, te veo después de que dejes a Carolina en casa.
Es una cita.
Si, una cita.
Llegaron a casa y simplemente se despidieron con un apretón de manos. Hasta mañana Yolanda.
Si, hasta mañana Roberto.
Yolanda entró en casa y fué arrollada por un torbellino; Mami, Mami!!!.
Tesoro, déjame besarte.
Abrazó a la niña y besó a Carolina.
Te amo mi niña hermosa.
Y yo a ti, Mamita linda.
Vamos a jugar a tu habitación.
Si, si. Juguemos.
Al entrar al cuarto de la niña, Pancho iba saliendo, pero no vió venir a Yolanda y Carolina. Pancho entró en la habitación de Susana y cerró la puerta.
Mi amor, vamos a ver a Bici Rosita. Ahora volvemos.
Bueno Mamita.
Nana Rosita, te dejó unos momentos a Carolina?.
Claro que sí. Aquí estaremos.
Yolanda se dirigió a la habitación de la niña, y comenzó a buscar, no sabía que, pero sabía que Pancho había puesto algo.
Buscó entre la ropa de la niña, en la sección de zapatos, en el baño, debajo de la cama, y al ver en la lámpara del techo: Bingo. Había un chip que no sabía bien que era.
Salió al jardín y le mandó un mensaje a Roberto.
Este solo contestó: De acuerdo.
Pronto llegó Roberto, y sin hacer ruido subió a la habitación de Yolanda, ninguno de los dos dijo nada, solo se dirigieron en silencio al cuarto de Caro. Y sin decir nada, Yolanda le mostró el chip, en la lámpara del techo.
Roberto le hizo señas a Yolanda para que cuidara la puerta, sacó unas pincitas de depilar, se subió en una silla y tomó el chip. Lo atrapó con las pinzas y lo depositó en una bolsita, bajó de la silla, se acercó a Yolanda, la abrazó, le dió un beso en la boca. Ella lo aceptó, abrieron cuidadosamente la puerta de la habitación de Caro, salieron, Roberto se marchó y ella fué a ver a Carolina. Estaba completamente dormida y no la quiso despertar. Le mandó un beso con la mano, se despidió de Nana Rosita y se marchó a su cuarto.
Se acostó vestida, y se pasó la mano por la boca, solo musitó: Roberto.
Y poco a poco se fué quedando dormida.
Soñó que volvía a besar a Roberto.
Conociendo a éste país, por mi experiencia, quizá lo secuestro un narco.