Jessica llegó a la vida de Santiago Echeverría como un tornado. Haciendo que su mundo cambie por completo. ¿Podrán vencer todos los obstáculos?
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Regresando el vestido.
______ Se te verá hermoso. Papi no se dará cuenta. ___ Manuel insiste.
Ni porque me haga esa carita de inocente pienso ponerme este vestido. Qué tal y la difunta se enoja y me viene a jalar las patas en la noche, por andar poniéndome su ropa.
_____ No, no. Y no insistas. ____ Dije convencida de no usar ese vestido.
_____ Ándale, Sapo se te va a ver muy bonito. Además, no tienes con que ir a la vieja mansión. No, irás en pijama, ¿o sí? ____ Mi pequeño amor estaba a punto de convencerme.
Le eché un vistazo al vestido en los brazos de mi pequeño amor. Es por demás decir que la telera de las más caras.
No me atrevo a tanto, mi muerte sería lenta y dolorosa en manos del Ogro hermoso. A nadie le gustaría ver el vestido de la persona que más amo en el cuerpo de otra mujer.
______ En verdad, corazón de melón. No puedo ponerme algo que no es mío...
______ Sí tu padre me ve con vestido puesto, es capaz de matarme ahí mismo y enviarme directo con San pedro.
______ Papi, no te hará nada. Yo te defenderé. ___ Como todo un valiente contesta...
_____ No compliquemos las cosas. Prefiero mil veces seguir respirando desnuda que tener una muerte lenta e ir a visitar para siempre a san Pedro. . ____ Acaricié con ternura la mejilla de Mau.
_____ Bien... Ayudame a llevarlo a la recámara de mi papi, y guardarlo en el closet sin que él se de cuenta. ____ Me entregó el vestido.
_____ Sale, vale... No, vuelvas a tomar nada sin la automoción de tu papi, eh.
_____ Ok... Te espero aquí, no tardes.
En toalla salí de la habitación, me detuve en el pasillo, sin saber cuál de todas era la recámara del Ogro gruñón.
Por suerte para mí, ese hermoso Ogro no se encuentra en casa, así que no se molestará si abro todas las habitaciones hasta dar con la de él.
..."Comenzaré con las más lejanas, así me ahorraré tiempo en ir y volver" __ Susurre mi misma....
Abrí la primera puerta, era una habitación de invitados, muy hermosa por cierto. Al ver que no era la de él, seguí abriendo todas las puertas de las demás habitaciones.
Hasta que por fin, di con la dichosa recámara. La cual se encontraba a lado de la de mi niño Manuel.
¡Cómo soy mensa! Debí imaginarlo... Empujé suavemente la puerta de la recámara del hermoso Ogro.
Metí primero la cabeza, para echar un vistazo y sea cierto lo que me dijo Manuel.
..."Hay alguien aquí"...
Al no escuchar ninguna respuesta, comencé a chiflar. Transcurrieron unos segundos y no escuché ni una solo respuesta.
Así que entré a interior de la habitación con mucha más confianza. Era espectacular, digno de un dios griego. Una recámara maravillosa de color azul marino.
Caminé con curiosidad por la habitación. Cerca de la cama, en la mesita de noche, se encontraba una foto muy especial.
Sin permiso tomé la foto. La mujer que aparecía en ella, era muy hermosa, piel morena, ojos grandes de color azul, cabello negro rizado , sonrisa angelical.
Vestía un sencillo vestido de novia, a su lado se encontraba el señor Santiago. Se veía tan diferente al hombre que es ahora. Tenía un brillo en sus ojos, la sonrisa en sus labios era tan pura y se veía que amaba intensamente a la mujer en sus brazos.
..."¡Bueno, bueno!...
"Yo a lo que vine fue a dejar este vestido, y luego volver a la habitación a cambiarme.
Enseguida me dirigí al closet del señor Ogro. Para poderlo abrir necesitaba una llave, o una contraseña. Era una puerta demasiado tecnológica para mi gusto. ¿Pues qué guarda ahí? ¿Oro?
_______ ¡Qué haces aquí! _____ Sentí un fuerte escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
Me quedé congelada al escuchar la voz del Ogro detrás de mí. El aire salió por completo de mis pulmones y no me atreví hacer ni un solo movimiento.
No se supone que se fue de viaje. ¡Ay no este mocoso del demonio me engañó! ¡No dice quererme!
_______ ¿Eres sorda o qué? Te hecho una pregunta. _____ Exclamó tajante.
Suavemente, temerosa volteó hacia atrás. Mirando al Ogro que se acababa de bañar, llevaba una sola toalla en su cintura, el agua que caía de su cabello, pasaba sensualmente por su torso y su espalda.
Ese lavadero que tiene en su abdomen, esos brazos bien trabajados y ese pecho, me provocan un raro calor en todo mi cuerpo.
Apreté mis puños discretamente, olvidándome por completo que yo también solamente llevaba una toalla cubriendo mi cuerpo.
______ Oiga, no se puede vestir, es que me está poniendo nerviosa. ____ Dije en voz alta sin quitarle la mirada de encima.
______ Te pongo nerviosa. ____ El muy descarado deja caer la toalla de su cuerpo. Todito desnudo queda a mi vista.
Mi boca se abre enormemente al verlo como Diosito lo ha traído al mundo.
_____ Cierra esa boca. ¿Nunca has visto a un hombre desnudo?
Moví mis labios con dificultad. En mi vida había visto a un hombre así, con todo el paquete afuera de empaque.
_______ ¡No! ____ Contesté cerrando los ojos.
______ No... Esta es mi habitación. La única intrusa aquí eres tú, no yo. Así que yo puedo andar desnudo todo el tiempo que se me pegue la gana.
Sentí el aliento cálido del hombre muy cerca de mi cuello. Sus labios rozaron mi oreja, mientras sus manos se colocaron en mi cintura.
______ Nunca debes de entrar a mi recámara sin mi permiso. ¿Queda claro?
Sus manos fueron recorriendo mi cintura, provocando tantas cosas en mí. Sin saber que hacer, al abrir los ojos.
El Ogro se encontraba unido a mi cuerpo, nuestras pieles se rozaban, bajó la cabeza acercando sus labios a los míos.