En la Mira del Amor

Bruno olhó algunas veces por el retrovisor, quería asegurarse de que no los estaban siguiendo. El silencio incómodo estaba molestando a Carlos - Entonces, ¿hace mucho tiempo que trabajas para Alberto? Parece confiar mucho en ti - Bruno sonrió sin mirar a Carlos.

- Sí\, desde adolescente\, fui acogido por su padre después de que mataron a mi familia\, su padre me dio la oportunidad de vengarme y a cambio\, juré lealtad a él y a sus hijos.

- ¿Hijos? ¿Alberto tiene hermanos?

- Sí\, dos. Él es el mayor\, su hermano estudia fuera y su hermana es una diseñadora. Él intenta mantener a sus hermanos fuera de todo esto.

- Hum\, entonces ustedes dos se llevan bien\, ya que crecieron juntos y juraste lealtad.

- Sí\, siempre lo he respetado y nunca he tocado lo que era suyo.

Carlos frunció el ceño pero continuó - ¿Eso incluye a tus novios? ¿No tiene celos de ti? - Carlos se arrepintió enseguida de que la pregunta saliera.

Bruno sonrió - Tal vez lo tendría, ya que es muy posesivo, pero él sabe que no me gustan los hombres, creo que eso lo hace sentir más seguro, por así decirlo.

Carlos asintió con la cabeza. El silencio volvió hasta que llegaron a la casa de Carlos. Bruno le pidió que esperara un momento dentro del coche, Carlos obedeció y vio a Bruno hablar con uno de los hombres que estaba en su jardín. Bruno le hizo una señal para que bajara.

Carlos entró en casa y se dio cuenta de que todo estaba muy bien organizado, no había señales de pelea ni del vino que había derramado. Carlos miró a Bruno, quien explicó - Alberto mandó limpiar todo después de que llevamos a esos dos - Carlos asintió con la cabeza y vio su celular en la mesita, aún tenía algo de carga, pero la pantalla se había roto con la caída.

Había innumerables mensajes y llamadas perdidas, llamadas de Alberto, Nina e incluso de Lucas. Vio ese nombre y respiró profundamente. Miró sus mensajes mientras iba a su habitación a recoger sus cosas, respondiendo a los de trabajo y luego a los personales. Nina había enviado mensajes preguntando cómo estaba y contando un chisme sobre una de las secretarias y un enfermero, Carlos sonrió y sacudió la cabeza.

Lucas también había enviado mensajes "¿Cómo estás? No contestaste mis llamadas, espero que estés bien y espero que estés pensando en lo que te dije. Respóndeme, te extraño." Carlos se sentó en la cama y suspiró al leer esto, no tenía tiempo para eso ahora. Abrió el armario y cogió una maleta, empezando a meter todo lo que podría necesitar.

Cogió su celular y volvió a revisarlo, había un mensaje del director del hospital que no había abierto. Carlos frunció el ceño al leer el mensaje - ¿Cómo que licencia? - murmuró para sí mismo.

El mensaje decía que había recibido una solicitud de licencia médica, un certificado psiquiátrico alegando estrés postraumático y toda la documentación necesaria. Empezó a escribir para cuestionar al director, pero se detuvo antes de enviarlo, sabía que sería extraño decir que no había enviado nada, pero sabía exactamente a quién preguntar, Alberto.

Carlos salió de su habitación bufando, se giró hacia Bruno - Tu amigo a veces puede ser un idiota - Bruno solo le sonrió.

- Estoy de acuerdo\, y Carlos\, realmente te ves muy lindo cuando estás enojado\, creo que podría cambiar mi preferencia - Carlos se quedó boquiabierto\, no podía creer lo que acababa de escuchar\, inhaló hondo y salió arrastrando su maleta.

Bruno se quedó allí parado, sonriendo por la provocación que le hizo a Carlos, salió detrás de él llamándolo, pero Carlos aumentó el paso y lo ignoró - Carlos, Carlos, no me ignores, solo fui sincero - Carlos seguía ignorándolo y Bruno seguía sonriendo. Carlos abrió la puerta pequeña y salió, se quedó congelado al ver quién estaba afuera. Bruno se detuvo detrás de él, ahora poniéndose serio y observando.

- Lucas\, ¿qué haces aquí? - Carlos dijo totalmente sorprendido. Lucas se acercó y lo abrazó\, tomando a Carlos por sorpresa\, Bruno levantó las cejas ante la audacia de ese tipo abrazando a Carlos.

- No respondías las llamadas ni tampoco los mensajes\, y me enteré de tu licencia\, así que vine a ver qué estaba pasando - Lucas lo soltó\, pero aún sosteniendo su mano\, Bruno frunció el ceño en dirección a Lucas.

- ¿Qué está pasando en realidad? ¿Desde cuándo andas con guardaespaldas? ¿Alguien te está amenazando? - Lucas le hizo un montón de preguntas y Bruno no aguantó más.

- Los guardaespaldas son órdenes de su novio\, y no creo que eso sea asunto tuyo\, después de todo\, ¿quién eres tú? - Bruno hizo una cara de pocos amigos para Lucas. Carlos miró a Bruno\, quien encogió los hombros\, Lucas no quería quedarse atrás y replicó.

- Puede que sea su ex\, pero aún lo amo y me preocupo por él - Lucas hizo hincapié en esto\, no mirando a Bruno\, sino a Carlos. Carlos tragó saliva y miró hacia abajo\, Bruno intervino nuevamente\, agarró el brazo de Carlos haciendo que Lucas soltara su mano\, agarró su brazo haciendo que Carlos lo mirara de nuevo.

- Tenemos que irnos ahora - Carlos volvió en sí al ver la mirada seria de Bruno\, miró nuevamente a Lucas y dijo.

- Lucas\, después hablamos sobre lo que me dijiste\, pero realmente este no es el momento\, cuando esté mejor te buscaré\, disculpa - Carlos habló mientras caminaba hacia el coche.

Bruno pasó al lado de Lucas lanzándole una mirada intimidadora, Lucas se quedó allí mirando a Carlos entrar en su coche, y al otro tipo que conducía. Frunció el ceño hablando para sí mismo: "algo le está pasando, y voy a descubrirlo".

Desde que entró al coche, Carlos no dijo una palabra. Bruno se dio cuenta de que parecía un poco triste e intentó romper el hielo - ¿Estás bien? ¿Quieres hablar? - Carlos negó con la cabeza. - ¿Ese es tu ex? - como si él no lo supiera.

Carlos asintió con la cabeza. - ¿Todavía te importa? - continuó preguntando, no quería verlo simplemente asintiendo con la cabeza, quería que hablara, que no guardara todo para sí.

- No lo sé\, todo está muy confuso ahora\, si me hubieras hecho esa pregunta hace unos días\, la respuesta hubiera sido sí\, pero muchas cosas cambiaron después de ese incidente\, cambió en mi vida\, y también mis sentimientos.

Bruno escuchó todo y preguntó - ¿El cambio de sentimientos tiene que ver con Alberto, verdad? - Carlos lo miró incómodo.

- No lo sé\, no voy a negar que él me afecta mucho\, pero no sé si fue solo él\, toda la situación me hizo ver que tal vez no éramos compatibles desde el principio y solo yo no quería verlo.

Ahora Bruno miraba más veces por el espejo retrovisor, pero aún quería mantener la atención de Carlos - ¿Por qué exactamente terminaron? - Carlos comenzó a contar desde el principio lo que había sucedido, Bruno hacía algunos ruidos indicando que estaba prestando atención, pero sus ojos permanecían en los retrovisores.

Carlos contaba sobre su relación con Lucas y se detuvo por un momento - Espera, ¿por qué estás acelerando? - solo en ese momento Carlos se dio cuenta de que Bruno había aumentado la velocidad, Bruno echó un vistazo a Carlos y dijo seriamente - Agárrate, hay un coche que nos sigue desde que salimos de la casa de Alberto, se está acercando, tengo que intentar despistarlos. Carlos miró hacia atrás y vio una furgoneta negra, se volvió hacia adelante y se agarró donde pudo, sintiendo que su respiración se aceleraba.

Bruno esquivaba los coches en la carretera, tratando de despistar al coche detrás, en la furgoneta que venía detrás, un hombre sacó parte de su cuerpo y disparó dos veces, Bruno gritó para que Carlos se agachara. Aceleró aún más, vio el cruce justo delante y el semáforo estaba a punto de cerrarse, le dio todo lo que pudo y atravesó el cruce, el semáforo se abrió y la furgoneta chocó con otro coche y se detuvo, Bruno vio que no los estaban siguiendo y disminuyó la velocidad.

Carlos se levantó y estaba completamente pálido como un papel - ¿Estás bien, Carlos? ¿Te han alcanzado?

Carlos ni siquiera podía parpadear correctamente, solo asintió con la cabeza e hizo una señal para que se detuviera, Bruno miró nuevamente por el espejo y detuvo el coche - ¿Qué pasa? - Carlos simplemente abrió la puerta del coche y vomitó.

Bruno no sabía qué hacer y solo pudo pasar la mano por la espalda de Carlos, como si lo estuviera reconfortando. Carlos volvió a su posición y ya estaba casi verde, miró a Bruno mientras hablaba con la respiración entrecortada -Vámonos o terminarás matándome- Bruno levantó las cejas como si no entendiera lo que quería decir, después de todo, él acababa de salvarle la vida otra vez.