ETERNO AMOR DEL VILLANO

Esa noche Elena no logro conciliar el sueño debido a lo que sucedió durante su celebración de mayoría de edad y eso se hizo notable al día siguiente durante el desayuno. Ninguno de los tres integrantes qué compartían la mesa, pronunciaban palabra alguna y despues de un largo silencio su padre preguntó. Quieres venir conmigo el día de hoy.

Elena se sorprende mucho por esa pregunta, pero su rostro se ilumina y rápidamente dice que si. Esto hace sonreír tanto a Adrián como a su tía.

—Entonces deberas comenzar a empacar habla la reina.. Elena asiente feliz... Al parecer yo seré la única que estará triste por tu partida.

No es cierto tía, yo también te extrañare, pero esta salida sera por un corto periodo de tiempo, además también debo iniciar mi entrenamiento con lort Antonio. Tía un día tú me digiste que siguiera mis sueños y uno de ellos es conocer el mundo, poder regresar al lugar donde nací.

Adrián al escuchar esas palabras por parte de Elena hace que los recuerdos de su esposa lleguen a su mente comprendiendo qué está, es la señal que tanto ha esperado para hablar con su hija.

Después de un par de horas Elena ya había empacado sus pertenencias y decide salir para adentrarse nuevamente a las ruinas del castillo, pero se detiene luego de escuchar que su padre la llama. Así qué decide regresar a la mansión.

—Hija donde estabas, necesito hablar contigo de algo importante.

Solo salí a caminar un poco, que sucede padre.

—Ven acompáñame. Habla Adrián ingresando a la biblioteca y rapidamente se acerca a una repisa donde se encuentra una piesa de metal y al moverla aparece un cajón que sobre sale de la estantería y de su interior él saca lo que parece ser un pequeño cofre con la tapa algo polvorienta, por el paso del tiempo.

Elena lo mira extrañada y antes de hacer alguna pregunta su padre es el que habla.

—Hija siempre me has preguntado sobre tu madre y como te he dicho ella era el ser más radiante, su personalidad contagiaba de alegría a todos.

 Si, papá, tu y mi madre aunque ella ya no esté con vida son lo más importante para mi y también mi tía.

Adrian sonríe mientras abraza a su hija y le entrega el cofre.

—Tu madre me pido que te lo entregará cuando cumplieras tu mayoría de edad.

Un destello de felicidad se puede apreciar en la mirada de Elena y rápidamente abre el cofre no sin antes agradecerle a su padre.

Hay una carta, papá.

—Leela es para ti, te dare espacio. Ella asiente.

(Hija mía si estas leyendo esta carta es porque ya no estaré contigo, tu eres y siempre serás mi mayor tesoro, por eso siempre velare por tu seguridad, le pedí a tu padre que te lleve al norte para que pudieras crecer protegida de las fuerzas oscuras qué te asechan desde el día en el cual tuviste en contacto con la muerte por mi culpa hija mía, no sabes como me duele dejarte, pero ese es el precio que debo pagar por haber alterado tu destino).

Mi madre sabía que moría al tenerme dice Elena mientras se limpia las lágrimas que amenazan con derramarse sobre sus mejillas y procede a continuar con la lectura.

(Se que tendrás muchas preguntas y créeme que yo aún las tengo, pero posiblemente no puedes heredar ninguno de los dones característicos de mi legado, por tal motivo espero que mi hermana Aurora, sepa guiarte por el mejor camino, para que encuentres tu verdadera naturaleza y cuando eso, pase confía en ti. No permitas que el odio y la ira se apoderen de tu corazón, nunca temas a enfrentar tus miedos... Con amor mamá).

—Cariño, te estaba buscando habla Aurora al ingresar a la biblioteca, tu padre me dijo que estabas aquí, ¿porque lloras?.

Ella entregó su vida por mí, dice Elena mientras se aferra a la carta. Yo... Fui la causante de su muerte.

—Eso no es cierto, Elena. Estoy segura de ello.

Tía, tengo miedo, si lo que dice mi madre en esta carta es cierto yo… No quiero morir.

—Por qué lo dices Elena, ella me entrega la carta. Ahora comprendo todo... No temas, yo siempre estaré para ayudarte.

—Debes saber del porqué decidí que iniciará tu entrenamiento con lord Antonio, ella asiente, cariño desde el primer día que te conocí me percate que tú posees dos auras y aunque al principio no comprendía el porqué de ello, ahora te puedo decir que tuviste una alteración de tu ADN desde antes de nacer.

¡Cómo!... No entiendo.

—Elena, quiero que entiendas que al no despertar tus poderes el día de tu cumpleaños, se debe a un posible bloqueo mágico. Tú estas destinada a grandes cosas por lo cual debes prepararte adecuadamente, yo ya no puedo enseñarte más de lo que sé.

Crees que Lord Antonio me puede ayudar. Pregunta Elena con cierta duda en su voz.

Si, el es uno de mis mejores guerreros y posee un conocimiento avanzado sobre el doninio de la magia, además quiero que lleves siempre contigo este reloj, el cual te permitirá ocultarte de las fuerzas oscuras y de paso te permitirá mantener en equilibrio tu poder cuando logres desbloquearlo.

Muchas gracias tía, debo irme. Mi padre me está esperando, para iniciar nuestro viaje.

La reina Aurora asiente mientras ve como su sobrina se aleja. (querida hermana he cumplido mi promesa, la que nos hicimos en nuestra juventud, ahora dependerá de tu hija forjar su propio camino).

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Dos días después Elena y su padre se adentraban a un pequeño pueblo cerca de la propiedad de Lord Antonio en el cual se llevaba a cabo una feria y rápidamente Elena pidió detener el carruaje para poder inspeccionar todo el lugar.

Todo lo que veía era nuevo para ella, pero una tienda de artesanías atrajo toda su atención y procede acomprar un par de objetos mientras su padre se entretiene hablando con una conocida por algunos minutos y al volver con su hija se percata de la cantidad de cosas que ella compro.

Ante la mirada seria de su padre, Elena permanece en silencio, pero de un momento a otro comienza a sentirse mareada y antes de decir algo o si quiera dar un par de pasos sintió que su cuerpo se desvanecía, pero antes de que ella caiga al suelo su padre la sujeta y la lleva en sus brazos hacia el carruaje para continuar con el viaje y llegar cuanto antes a la mansión de su viejo amigo.