Dos agentes del gobierno mueren en un atentado, ambos despiertan en un mundo totalmente diferente, no entienden que situación es esta, ahora deben unirse o pueden morir de nuevo.
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Extra 3
-Espere mi señora por favor, soy un hombre casado yo no puedo estar a solas con usted eso no es correcto…
Michelle sin pensarlo lo besa, un beso que ha deseado desde hace mucho, no puede creer que el este ahí, está vez no dejará que nadie los separe, su beso es tierno, pero él la toma por la cintura y la sigue besando, no quiere soltarla, su aroma es tan familiar, por qué siente ese deseo por ella, de un momento a otro ella tiene sus manos dentro de su camisa, en un momento de lucidez él se separa.
-Dices no recordarme, pero tu cuerpo si me recuerda, me deseas tanto como yo, Saúl, te amo y si no me recuerdas haré que lo hagas.
-Debo estar completamente loco, dios...
-Tiene un lunar en el abdomen, este... -Le dice tocando con sus deseos tiernamente- una cicatriz en el brazo izquierdo y en la ingle tienes una marca roja de nacimiento -Señala con el dedo- una marca que también Fátima tiene, te conozco mi amor.
El se pone todo rojo, pues ella tiene razón, si ella sabe eso es por qué realmente lo conoce, entonces quien es la mujer con la que ha estado todas estas semanas.
-Dios, ahora tengo más cicatrices, él se quita la camisa y en su costado tiene una herida, en la espalda tiene tres más.
-Que paso esa noche, no sabes cómo lloré y maldije a todos, verte aquí es como un sueño, no quiero despertar.
Ella vuelve a abrazarlo y él también, pone su cabeza en su hombro, puede sentir su piel, su aroma, es una mujer muy hermosa.
-No sé quien soy, solo desperté en una cabaña con una mujer que afirma que soy su esposo, que soy un desertor del palacio.
-Eres el duque Saúl Banners, de que mujer hablas has estado todo este tiempo con tu supuesta esposa, la has besado como a mí, le has hecho el amor?
-Noooo, te juro que no, no me siento a gusto con ella -Sin saber por qué niega todo, siente que debe dar una explicación- Te lo juro.
Ella solo ríe, al ver que entra en pánico, aunque así fuera el no recordaba nada.
-Calma te creo, vamos a la capital, deben revisarte, haré que recuerdes toda tu vida de nuevo.
-Bien, iré contigo, Pero dime eres mi esposa?
-Este... No.
-Mi prometida.
-Tampoco.
-Que? Entonces por qué me conoces, eres mi amante ?
-Bueno es complicado, nos conocemos desde hace mucho, soy de Thaslis y era maestra de tu hija, la pequeña Fátima, tu y yo empezamos una relación en secreto y luego ocurrió todo con tu hermano el Rey.
-Se por la gente lo que sucedió, entonces eres mía completamente
-Si, siempre -Le dice sonriendo-
Ambos van de regreso y Fátima va con el, alza las manos para que la cargue, el lo hace pues para sus ojos es la niña más hermosa que ha visto.
-Eres muy bonita.
-Lo soy, siempre lo has dicho, papi vendrás con nosotros.
-Sí.
-Gracias por estar vivo, gracias por no dejarme solo.
El solo va con él pescador y le pide que no le diga nada a Miriam, solo le diga que el solo fue al palacio.
Michelle le da dinero para pagar su silencio y se niega a aceptarlo cuando sabe quién es en realidad, pero ella insiste, un centinela va con el para averiguar quien es aquella mujer.
Así los tres salen a la capital, como van en carruaje paran en una posada y en la noche, ahí Michelle manda a llamar a un médico.
-Todo parece estar en orden, las heridas van cicatrizando muy bien, majestad es un milagro que esté vivo, el caos fue mucho, pero con la Reina esperaremos que todo mejore.
-Gracias, muy amable
El doctor sale y Fátima entra, ella es feliz, se acuesta con su padre, el acaricia su cabello.
-traje un cuento, me lo puedes leer.
-Si claro.
Fátima escucha la voz de su padre, poco a poco se duerme, Michelle viene con un poco de leche y un pan, carga a la pequeña y la lleva a su cuarto.
-Come un poco, la acostaré y regresaré.
-Si *Regresará aquí*
El está nervioso va baño, toma un baño para calmarse y tiene un dolor en la cabeza, son imágenes que son recuerdos.
-Pero señorita que hace afuera y con este frío?
-Perdon, soy maestra en el colegio, no podía dormir y salí a caminar.
-Me disculpo iba de salida, soy el duque Banners, mi hija esta en el colegio.
-Majestad , mucho gusto, mi nombre es Michelle Bennett, soy de Thaslis.
Ella es tan elegante y su cabello rubí hace su reverencia.
-No me diga majestad, solo duque o Saúl.
-Heee! No puedo llamarlo por su nombre.
Él le toma la mano y la besa, si es usted no tendría ningún problema
Claramente, el duque coqueteaba con ella, él vio que días antes ella llegó en un carruaje, solo por curiosidad se quedó observando, pero cuando la vio bajar, no podía dejar de verla, para el era la mujer más bella que había visto, sin más averiguo todo de ella, esta noche iba de regreso al palacio, su mirada se desvío al ver una belleza con cabello rubio, sin más fue con ella.
Su recuerdo termina porque tocan la puerta del baño.
-Saúl, estás ahí?
-Si ya salgo, un momento.
Michelle solo toma un poco de leche y ve a Saúl salir, con su ropa de dormir.
-El doctor dice que tus recuerdos llegarán poco a poco.
-Sí, acabo de recordar cuando te conocí.
-Si, nos vimos por primera vez en el colegio, una noche que salí a caminar, tú ibas pasando.
-No, la primera vez que te vi fue cuando llegaste días antes.
-Ya me habías visto? Ja, ja, ja siempre dijiste que ese día fue la primera vez.
Él le acaricia el rostro y pasa sus dedos por sus labios, eres hermosa, mis sentimientos siguen aquí conmigo, así fue que me enamore de ti, perdón por olvidarte, por olvidarlas.
-Debes descansar, duerme.
-Te quedarás
-Claro que si, ya pasé mucho tiempo sin ti, solo dormiremos, tu cuerpo sigue débil.
-Ha, está bien **Dios que cosas pienso, Pero tenerla aquí, hace que mi deseo por ella sea demasiado**
-Hey, hey, deja de verme así o me voy a dormir con Fátima.
-Nooo, es que estoy nervioso.
-Estás aquí que es lo más importante, solo déjame dormir en tu pecho, quiero escuchar tu corazón, saber que estás aquí y no es un sueño.
-Aqui estoy, no iré a ningún lado