La Forma Del Amor

El tiempo pasó rápidamente el primer año de trabajo estuvo acompañado de grandes logros mios y también de Mateo, ya que nos afianzamos en nuestros puestos.

Para las vacaciones de verano estaba planeada la boda. Elegimos esta fecha por simple conveniencia.

Pensé que era un buen tiempo para ella porque no hacía frío y podía vestirme de manera más sencilla.

También deseaba una boda sencilla con la familia nada más y tal vez algunos amigos, pero no pude hacerlo así.

Los padres de Mateo invitaron a más gente y dijeron que no había problema porque ellos pagarían la boda.

Yo pensé que si ellos pagaban la boda invitaran a las personas que quisieran.

Hay algo que no les he dicho todavía y eso es que tampoco me gustan las fiestas tan suntuosas me parece una pérdida de dinero gastar tanto en algo que solamente va a durar un ratito.

Ojo eso no significa que no me gusten las celebraciones solo que me gustan más que sean sencillas y familiares.

Después de todo la mayoría de los asistentes a la fiesta solamente lo hacen para criticar y yo prefiero evitar a ese tipo de gente.

Por lo tanto, a pesar de que la boda fue demasiado extravagante aun así lo disfruté porque me había casado con el hombre que amaba..

La luna de miel fue inolvidable, no fuimos a un lugar caro ni mucho menos.

Rentamos una pequeña cabaña en un lugar cercano a nuestra ciudad para pasar unos días tranquilos y sin el estrés de verdad tanta gente a nuestro alrededor.

La primera vez que estuvimos juntos en la intimidad no fue la mejor pero tampoco fue tan mala después de todo yo no tenía ningún tipo de experiencia y además era mi primera vez por lo tanto la primera vez que Mateo entro en mi fue muy doloroso.

Poco a poco ambos pudimos entrar al placer y poder disfrutarlo. Después de haber concluído me preguntó si lo había disfrutado y si no había sido así, que fuera sincera para poder mejorar juntos para la próxima vez.

Fue ahí cuando descubrí que para el también era la primera vez. Cuando le pregunté el porque, me dijo que mientras crecía vio a varias mujeres alegar estar embarazada de su padre y eso le dejo una especie de trauma.

Se juro a si mismo evitar cualquier posibilidad de que alguna mujer apareciera con la misma historia y la mejor manera que encontró fue la abstinencia completa y cuando las ganas eran demasiadas pues su mano fue su mejor amiga.

El resto de la noche la pasamos tranquilos y al día siguiente estaba un poco adolorida por lo tanto no quise volver a estar con él íntimamente.

Y aunque no me arrepentía de haber estado con él,de todas maneras era mi marido, lo cierto es que él aunque era virgen se había informado cuando le pregunté el como, me dijo que se avergonzaba de decirlo.

Tuvieron que pasar cerca de tres días para que el dolor entre mis piernas menguara.

Sabía que el acto sexual podría ser algo muy dulce y placentero si se hacía bien y también podría ser la cosa más desagradable si no se hacía correctamente.

Y yo como toda mujer llena de curiosidad por descubrir cosas nuevas quise intentarlo una vez más, quería probar eso que había escuchado de mis compañeras.

Cuando presumían de sus noches apasionadas ya sea con sus novios o con sus maridos.

La segunda vez ya fue un poco mejor logré disfrutarlo aunque aún era un poco incómodo y aunque yo tomé la iniciativa eso no quitaba que aún me avergonzara nunca antes un hombre me había visto desnuda pero poco a poco me fui acostumbrando y cada vez fui disfrutando más.

En la cabaña pasamos casi dos semanas después de eso regresamos a nuestros hogares o más bien dicho a nuestro nuevo hogar.

Así fue como empezamos nuestra vida conyugal éramos muy felices, tanto que nos olvidamos de todo incluso que había gente que no aceptaba de todo nuestro amor.

Mateo siguio estoy trabajando con su padre y siguió aprendiendo a cómo manejar la empresa.

Yo seguía dando clases y aunque sabía que a mi suegra no le agradaba que fuera una simple maestra y que consideraba que era un trabajo inferior a mí no me importaba.

Me gustaba ser maestra obviamente no siempre es fácil tratar con niños pero cualquier trabajo tiene sus propias complicaciones así que no me daba por vencida y le intentaba una vez más hasta que me ganaba los corazones de mis alumnos.

los dos estábamos ocupados con nuestros trabajos pero aún así nos dábamos nuestro tiempo para convivir y no dejar morir nuestro amor después de todo luchamos mucho para poder estar juntos incluso nos enfrentamos a los padres de Mateo.

No voy a decir que fue fácil después de todo soy una simple humana una simple mujer y como cualquier mujer tenía celos de otras mujeres que podían estar cerca de mi esposo.

También veía como se le lanzaban a sus brazos después de todo aunque ya estaba casado seguía siendo heredero de una empresa que cotizaba en bolsa.

Y las mujeres no perdían las esperanzas de poder conquistarlo y hacer que se divorciara de mí.

Tal vez en cualquier otra situación esto no me hubiera afectado tanto pero tomando en cuenta que yo no era la favorita de mi suegra y que cualquiera tenía su favor me sentía insegura a veces sola e insegura.

Pero Mateo se encargaba de repetirme cada noche lo mucho que me amaba y que jamás se fijaría en nadie más que no fuera yo. Y que si algún día tuviera sospechas de infidelidad sería mejor que fuera directamente a él y preguntarle cara a cara y no creerle a terceras personas.

De hecho yo también le pedí que cualquier cosa que escucharamos, cualquier chisme que alguien inventara lo trataremos cara a cara y juntos investigaremos.

Consideramos que esa era la mejor manera de podernos mantener juntos, porque tanto él como yo sabíamos que aunque nosotros éramos felices muchos otros no lo eran, unos por envidia y otros por estatus y otros solamente por el qué dirán podrían interferir en nuestra vida de casados solo para separarnos incluso aunque tuvieran que usar mentiras.

De hecho lo intentaron cuando intentaron echarme tierra a mí y él vino y me preguntó, lo mismo hice yo.

La primera que quiso meter cizaña entre nosotros fue la madre de Mateo porque no se resignaba a tener una nuera tan poca cosa como yo.

Abigaíl seguía rondando a nuestro alrededor Claro ella no estaba sola tenía un cómplice que le ayudaba en sus fechorías.

Esta persona también era amigo de mi esposo Sandro era su nombre.

Aparentemente Sandro era un hombre educado y capaz pero había algo en él que no me caía del todo bien.

Y no es porque fuera malo con las personas o que fuera enojón en realidad era un sujeto bastante agradable, educado y de palabras dulces.

Simple y sencillamente que cuando lo miraba los ojos me daba la impresión de que estaba escondiendo algo, no sé qué pero me daba escalofríos tenerlo cerca de mí.

Pero a pesar de este raro sentimiento que tenía ese hombre no tenía nada más, siempre era un perfecto caballero, el mejor amigo de mi esposo y que a su vez también era un amigo bastante cercano de Abigaíl.

De él solamente una vez recibí palabras de desprecio y eso fue cuando recién me conoció diciendo que yo no era lo suficientemente elegante para que se casara con su amigo.

Y yo como había prometido tan pronto intentaron dañar nuestra relación lo hable con Mateo y como ya lo sabrán también tenía pruebas graduadas, por lo tanto, mi novio en ese entonces solamente le dijo que no le importaba lo que dijeran los demás y aunque él era importante también quería que respetara sus decisiones, ya que no quería perderlo como amigo. Lo mismo paso con Abigaíl después de eso aparentemente todo estuvo bien.

Que no le diera a elegir porque así como yo nunca le exigí que alejara a nadie de su vida así también podía elegir si ellos lo orillaran a eso.

Solo esperaba que sus amigos lo comprendieran y lo apoyaran, que era lo único que deseaba y esperaba de él, ya que él era como un hermano.

Y qué se sentiría muy mal si tuviera que renunciar a la amistad que ellos tenían.

Sandro dijo que no quería perderlo como amigo porque era una persona muy importante para él, por lo tanto, si tenía que aceptarme que lo haría, pero solamente por el bien de la amistad de ellos o eso es lo que quiso hacernos creer.

En realidad él también era uno de los que le decía a Abigaíl dónde estaríamos, Ya que al ser amigo de Mateo jamás le escondía nada.

y aunque más adelante aparentemente ya había aceptado nuestra relación, podía sentir sus ojos sobre mí, como diciéndome que me alejara de su amigo.

Pensé que solo era porque me daba celos que estuvieran muy cerca así que tampoco le hice mucho caso.

Además de que no quería atosigar, ni hacerle elegir a Mateo entre su amigo y yo porque yo tampoco aceptaría algo como eso.