Dilan era una muchacha que soñaba con terminar sus estudios, pero un día su mundo se vino abajo cuando se enteró de que sus padres tenían que pagar una deuda.
Dilan dejará todo sus sueños para poder salvar la vida de su hermano.
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capitulo 21 el encuentro con el profesor
Te prohíbo que vuelvas a tocar ese tema con mi madre. Si quieres saber algo, dimelo, te quedo claro.
Lo miró a los ojos y no le contestó.
Solo quiero que te comportes y no me causes problemas. Tú estás aquí para pagar una deuda.
Una deuda injusta Mi padre es inocente.
CALLATE YA. Tocan la puerta y veo que mi hermano entra sin que yo lo autorice.
Lo siento, hermano, Pensé que estabas solo; no quise interrumpir.
No interrumpes nada, hermano, dime que quieres.
Solo vine a decirte que invité a unos amigos a una piscinada y también invité a unos profesores. Espero que no te moleste; solo quería que lo supieras.
Está bien, hermano, puedes hacer lo que quieras. Ven acá, dame un abrazo.
Bueno, entonces te dejo; voy a decirle a María para que prepare algo bueno.
Veo que él me mira y no me dice nada. Solo me mira con mucho odio. Veo que se piensa ir y lo detengo. Él me mira aún más sorprendido porque lo detengo y le digo, déjame salir. Ayudar a María con los preparativos de la reunión de tu hermano.
¡No!
¿QUE¿
Lo que escuchaste te prohíbo que salgas de aquí.
No es justo que me tengas.
En ese momento tocan la puerta.
Quien
Señor. Soy María.
Pasa
Tiene visita, Señor. El joven Keren y un amigo vino con él.
Maria Mi hermano tiene una fiesta hoy con sus compañeros. Y Dylan quiere ayudarte con los preparativos.
Está bien joven, no se preocupe, yo estaré pendiente.
Salgo de mi habitación y bajó las escaleras y veo a mis dos amigos conversando con mi abuela y Alejandra.
Vaya, vaya, miren quien viene allí, mi viejo amigo Alexander.
Gustavo, que de tiempo sin verte nos damos unos abrazos y chocamos nuestras manos.
Abuela Puede pedir te para nosotros que lo lleven al estudio.
Como digas nieto, ya le digo a María.
Oh, Dylan, porque tienes esa cara tan triste, te hizo algo el joven Alexander.
Él es un gruñón; tiene un genio de los mil demonios.
No digas eso. Él es muy buena persona y tiene un corazón noble. Vamos a hacer los preparativos.
Sí vamos. Bajamos las escaleras y allí está la señora Irmak y la odiosa de Alejandra.
Maria prepara té y se los llevas a Alexander al estudio.
Sí señora.
Vamos, Nina.
Con su permiso.
Vamos a hacer el té.
María, puedo preguntarte algo.
Claro que sí, mi niña.
Tú tienes años trabajando aquí, verdad.
Claro que sí los conozco a todos muy bien.
Cuéntame quién estuvo presente en la muerte del señor Alex, mi niña, porque quieres saber eso.
No podemos hablar de eso. Por eso fue que el joven Alexander te llevó a su cuarto, verdad, porque te atreviste a preguntarle a su madre del asesinato de su esposo.
Sí, se molestó mucho y me prohibió hablar con su madre de ese asunto y no sé cómo hacer para demostrar que mi padre no es un asesino.
Mi Niña. No te metas en esto porque te va a ir muy mal. Yo te aconsejo que te ganes la confianza del joven Alexander y así quizá puedas investigar mejor. Ya él te está listo, quieres llevarlo, Dylan.
Sí, claro, voy saliendo de la cocina y me dirijo hacia el estudio y toco la puesta.
pase
Buenas tardes, aquí traigo el té.
Gracias, Dylan. Puedes dejarlo allí y te puedes retirar.
Si señor,desea algo más señor.
NO.
Con su permiso. Bien pueda, señorita.
Quién es ella, Alexander.
Miro a mi amigo Gustavo porque lo conozco muy bien y sé que la miro de arriba a abajo.
Es mi esposa.
Y porque no me invitaste a tu boda.
Porque no era necesario.
Está bien, no te molestes; solo era una pregunta total; tampoco quería venir a tu boda. Pero algo sí te digo. Está muy bonita la niña.
Ya cambiemos de tema, sí.
Ya todo está listo, mamá. Ya puse las mesas y solo falta llevar los pasapalos y las bebidas.
Dylan, hija, lleva todo eso a las mesas de afuera.
Ya los llevo. Parece que el joven Emir ya llegó con sus amigos…
Listo, ya todo está en su lugar.
Gracias, hija, Debes de estar cansada, ve a descansar.
Sí, María, voy a descansar y a cambiarme de ropa.
Dylan
Dime, Jane.
Yo tengo unos vestidos que casi no me pongo; si quieres te los puedes poner. Claro que sí me gustaría, ya que solo tengo esto y lo que me dio María.
No te preocupes, mi niña; podremos salir a comprarte algunos vestidos.
Gracias a las dos por estar tan pendiente de mí.
Ve, mi niña sube a descansar.
Subo a mi habitación y me acuesto un rato. De repente escucho muchas risas y me asomo por la ventana. Emir y sus amigos de la universidad están disfrutando. De repente se me sale una lágrima de ver cómo mi vida cambió… De repente ya no podré ir más a la universidad; no pude retirar mi examen. Y empiezo a llorar. Me seco, mis lágrimas tocan la puerta, ¿quién?
Soy Jane.
Pasa, Jane
Aquí le traje este vestido; espero que te guste
Gracias, Jane.
Estabas llorando.
No te preocupes por mi Jane. Este es mi castillo de dolor y sufrimiento. Esto es lo que me merezco. Estoy pagando por algo que mi padre no hizo y que pronto voy a descubrir.
Pero no llore; usted es muy linda.
Gracias, Jane. Voy a cambiarme y bajo para caminar un rato.
Me cambio y me miro al espejo. Me queda muy bien este vestido. Salgo de la habitación y me dirijo hacia la cocina, y están María y Jane sentadas.
Mi niña, te ves hermosa.
Gracias María voy a caminar un rato.
No piensas cenar, mi niña.
No tengo hambre, María.
Caminaré un rato, salgo por la puerta de atrás de la cocina y veo cómo los jóvenes disfrutan y empiezo a caminar y de repente veo a un hombre hablando por teléfono, pero su voz me es conocida…
Y él voltea y me mira. Quedó sorprendida al ver que es mi profesor. Él se me acerca y me dice,
Dylan
Profesor, cómo está, ¿qué hace aquí?
soy el profesor de emir y me invitó a su casa, y bueno, quizá distraerme un poco, pero cuéntame porqué te has desaparecido sin decir nada y no fuiste a buscar tu examen y tampoco has ido a la universidad.