Mi Mancha, ¿Mi Perdición? 2

Ya había pasado una semana donde Renato y Helen hablaban todas las noches, al fin coincidieron en un horario donde en los dos países fuera temprano, así que una Helen ansiosa por recibir el llamado de su amado, siempre se escapaba a la confitería del trabajo, cuando faltaban cinco minutos para las cuatro.

Su teléfono comenzó a sonar y ella feliz atiende la videollamada, sabía perfectamente que el amor de su vida estaba del otro lado de la línea.

⎯ Hola Reni ¿Cómo estás hoy?

⎯ Hola Helen, estoy muy bien, recién terminó una reunión y al parecer están entendiendo a la perfección los cambios que quiero realizar. ¿Tú cómo has estado?

⎯ Bien, mañana voy a ir a ver a Hércules. Abigail necesita ayuda para bañar a esa bestia.

⎯ Me alegro que la ayudes. Gracias.

⎯ No te enojes, pero le compre la pata que le prometí.

⎯ No me enojo y ya deja de pensar que me enojo por todo.

⎯  Lo siento.

.⎯ Al final creo que estás conmigo solo por mi perro.⎯ en su rostro se dibuja una sonrisa.⎯ Lo consientes más que a mi.

⎯ Hércules siempre fue más cariñoso que tú, así que creo que tienes razón.

⎯ Lo siento, no quería lastimarte.⎯ confiesa algo apenado y su semblante se entristece.⎯ Solo te quería mantener lejos de mi vida.

⎯ Reni, eso ya no importa.⎯ dice al darse cuenta de su cambio de humor.⎯ Lo importante es que ahora lo quieres intentar.

⎯Tienes razón. Me gustaría poder verte personalmente.

⎯ Por ahora es imposible, mis jefes son muy buenos, pero recién comencé a trabajar hace unos días, no puedo pedir vacaciones y viajar.

⎯ Estoy pensando en ir el próximo mes.

⎯ Eso sería grandioso.⎯  ella se emociona con la idea y desde lejos ve como alguien le hace señas.⎯ Reni tengo que colgar, una compañera me llama.

⎯ De acuerdo, si hoy no estás cansada te llamo a la noche. Tipo una de la mañana.

⎯ De acuerdo. Adiós.

⎯ Adiós.⎯ él cuelga la llamada, el joven al fin se sentía cómodo de hablar con Helen de cosas sin sentido y que lo ayudaban a distraerse.

Renato necesitaba salir con urgencia, pero no podía hacerlo sin antes hablar con la mujer que le daba esperanzas, así que una vez que terminó su conversación se colocó un tapado, una bufanda y llamó a su chofer.

⎯ Néstor necesito que me lleves a este lugar.⎯ le entrega una tarjeta.⎯ Vamos rápido, tengo turno dentro de dos horas y el tránsito es un caos con este clima.

⎯Si señor.⎯ el chofer conoce la clínica a la perfección, su hermano se había operado de una cicatriz producto de una quemadura cuando era pequeño.⎯ Disculpe que sea entrometido, puedo preguntar ¿a qué va?

⎯ Eso no te incumbe.

⎯ Lo siento, me dio curiosidad. Conozco el lugar, mi hermano se sometió a una cirugía estética cuando era pequeño.

Renato al escuchar lo que decía su chofer levantó la vista de unos folletos y le prestó atención. Era más efectivo conocer a alguien que tuviera la experiencia cercana a seguir leyendo.

⎯ ¿La atención es buena?⎯ quiso saber.

⎯ En esa época el doctor era una eminencia para su corta edad, creo que todavía trabaja en la clínica su nombre era Dr Fischer.

⎯ ¿Qué cirugía se hizo su hermano?

⎯ Dario se operó el rostro, tenía cinco años cuando una olla de leche hirviendo cayó sobre él y lo desfiguró. El doctor fue el único que consiguió implantar los tejidos y que su rostro quede casi perfecto.

⎯ ¿Casi?

⎯ Si, Dario tenía diecisiete años cuando decidió operarse, pero al pasar por tantas operaciones se cansó de las cirugías y no se sometió a la última, pero es feliz con el resultado un 97% de recuperación.

⎯ Gracias por compartir su historia.

⎯ De nada.⎯ Néstor mira al joven por el espejo retrovisor que continua leyendo los folletos.⎯ Recuerde siempre hay alguien en peores condiciones que uno.

⎯ Lo sé, en casa mi madre es un ejemplo viviente de ello.

El chofer es sorprendido con ese comentario y decide que lo mejor es continuar manejando en silencio. Al llegar a la clínica, Renato baja, da la vuelta al vehículo y le hace señas a Néstor para que baje el vidrio.

⎯ Ve a alguna confitería, no sé cuánto me voy a demorar.

⎯ No hay problema jefe, lo espero en el estacionamiento. No deseo tomar nada.

⎯ Como quieras, cuando termine la consulta te llamo.

⎯ ok.

El chofer levanta el vidrio y sale rumbo a un estacionamiento. Renato sube con temor hasta el tercer piso, en mesa de entrada una muchacha muy linda lo recibe.

⎯ Buenos tardes.

⎯ Buenos tardes señor.

⎯ Tengo una consulta con la doctora Muller.

⎯ Si, su nombre por favor.

⎯ Renato Rinalde.

⎯ Así es, tiene un turno para las 18:00 Hs. La doctora está demorada, pero si quiere puede tomar asiento en la sala de espera.

⎯ Muy bien.

⎯ En diez minutos será atendido.

Renato, comienza a sudar, está temblando, ahora le gustaría estar con Helen, pero está seguro que ella se opondría al igual que su madre de hacer esto.

La doctora despide a una joven que tiene ambos cachetes muy colorados y él le sonríe, siente que en ese lugar lo comprenden.

⎯ Renato, tú sigues.⎯ le informa la secretaria, él se levanta y golpea la puerta.

⎯ Adelante.⎯ dice una doctora muy sexi y joven.⎯ Tú debes ser Renato Rinalde.

⎯ Así es doctora Muller.

⎯ Toma asiento y dime ¿qué puedo hacer por ti?

⎯ Quiero sacar esta mancha.⎯ señala su frente.⎯ Es horrible.

⎯ No está tan mal. He visto peores.⎯ ella le guiña un ojo para darle confianza.⎯ Tu mancha tiene una forma muy particular, está centrada y parece un tercer ojo. Eso es interesante.

⎯ Por eso mismo odio su forma, cuando era pequeño era más bien alargada y ahora cambio a esta forma que me atormenta.

⎯ Renato, siéntate en la camilla, quiero ver algo. Por lo general las manchas no cambian tan radicalmente de forma.

Renato obedece, ella con una lupa gigante y una luz lo examina.

⎯ La luz puede ocasionar molestias a la visión, así que cierra los ojos.

⎯ De acuerdo.

La doctora toma medidas de alto y ancho, color, grosor y una vez que realiza la revisión anota todo en su table.

⎯ Bueno, te tendría que tomar una muestra del tejido, hacer unos exámenes de rutina pero creo que no habrá problema, es un simple lunar que es extraíble con láser, el procedimiento llevará unas horas y estarás consciente en todo momento, es muy doloroso pero efectivo.

⎯ Quiero hacerlo, pero antes voy a realizar otras consultas.

⎯ Bueno, te daré las indicaciones. Una vez que te decidas por nosotros y te realices todos los exámenes pondremos fecha para la operación.

⎯ Gracias doctora.

Renato sale del consultorio con varias recetas e indicaciones medicas, esta feliz, al fin se va a deshacer de ese maldito tercer ojo negro.