Amor Después Del Amor

Como no tengo tiempo de buscar donde vivir, le pido a una agencia inmobiliaria que me consiga algo cercano y barato, no es que no pueda pagar, pues gano bien, pero quiero ahorrar, además solo estaré por las noches entre semana, así que si es posible, un departamento chico me llevaría menos tiempo en limpiar.

Me he pasado la semana entre mis deberes cotidianos y los nuevos supervisores, la mayoría están bien capacitados y tienen experiencia, así que no me darán muchos problemas, solo hay que estar pendiente de sus resultados, pero hay dos que si me preocupan, uno es el clásico machista, que cree que una asistente del nivel que sea, solo sirve para preparar café y verse bonita, no acepta que yo soy la mano derecha de mi jefe y que se como se maneja la empresa de arriba a abajo, que yo tengo que filtrar toda la información para que mi jefe vea solo el resumen y pueda tomar decisiones, muchas veces de entre las que yo le sugiero. Si el Licenciado Rubén llegará a faltar, yo podría sacar la empresa adelante. Tengo que tener cuidado de este tipo ya que puede socavar la autoridad que me ha llevado años construir a base de trabajo y dedicación. El otro no alcanzo a descubrir porque me estresa, se la pasa observando sin participar, pienso que está muy verde y no sabe la importancia de nuestro trabajo, solo espero que no nos haga perder tiempo y dinero por su falta de experiencia. No se quien lo contrató, pero esta vez no estoy conforme con la selección del personal. No es que vaya a quejarme, o tire la toalla, más me gustaría que fuera como los otros, más proactivo y menos observador.

La inmobiliaria no me ha contactado aún, y no me gusta la idea de seguir más tiempo en la casa, una noche llegué tarde, y como ya era costumbre cené antes de llegar, Josue estaba en su recámara, pues se veía luz por debajo de la puerta, entré al estudio y me acosté a descansar, pero los ruidos en la habitación no me dejaban dormir, primero eran como susurros, pensé que era la televisión, pero después escuche gemidos y el rechinar de la cama, el muy descarado tenía relaciones con una mujer mientras yo estaba aún presente en la casa. Me levante y empaque lo más posible en una maleta, era preferible quedarme en el auto, que en esta casa. No le importó lo que pudiera sentir, estaba claro que me dejaba por otra persona, y yo de tonta no me di cuenta de nada.

Salí casi a, media noche y me dirigí a un hotel, le escribí a mi esposo, ya que aun no había llegado el convenio de divorcio, diciéndole que iría el sábado a medio día por mis cosas, faltantes. No me respondió, pero la notificación de que había leído el mensaje si. Solo espero que no esté presente para sentirme tranquila.

La siguiente noche, antes de irme al hotel, pasé a cenar algo, en una cafetería pequeña y tranquila, estaba buscando en mi celular en una página de renta de inmuebles mientras llegaba mi pedido, cuando oí pronunciar mi nombre con alegría, Valeria eres tú? Levántate la vista y frente a mí estaba David, un compañero de la secundaria que tenía mucho tiempo de no ver.

Hola, ¿cómo estás, David?, hace tanto que no nos vemos, me levante y nos dimos un abrazo, de inmediato me dijo que si se podía sentar conmigo, yo asentí y cenamos juntos, poniéndonos al tanto de nuestras vidas, hasta me dio la confianza de hablar de mi separación, y también le comenté que estaba buscando un departamento, déjame ver que puedo hacer por ti, tengo un familiar que renta departamentos amueblados para médicos, pues estan cerca de un hospital muy grande que no está muy lejos de aquí, le dejé mi número de celular y el me pidió que nos viéramos al día siguiente en el mismo lugar para cenar juntos. Acepté, puesto que ya estaba cansada de cenar sola, además de que tengo buenos recuerdos de David, después de hablar con el hoy, creo que ha mejorado con el tiempo.

Temprano en la mañana me envía un mensaje, si puedes podemos ver el departamento a medio día y si te gusta te puedes mudar hoy mismo, y quedamos de vernos en la entrada del edificio, en vez de ir a comer, tenía que ver el departamento, pues ya era jueves y el sábado tenía que sacar todas mis cosas de la casa que había compartido con Josué.

El lugar era pequeño, pero bien distribuido y tenía lo indispensable para vivir, estaba por decirlo de alguna manera austero, pero me permitiría decorarlo a mi gusto, los muebles sencillos, pero funcionales se veían en buen estado, estaba limpio y listo para llevar mis cosas, así que sin pensarlo mucho decidí rentarlo.

Me entregaron las llaves y el contrato estaría listo el lunes, quedando David como mi aval sería sencillo, así que transferí la renta y el depósito que me pedían, estaba a buen precio, así que ya tenía un nuevo hogar.

Por la noche cené con mi amigo y me fui a descansar a mi nuevo espacio. Esperando que me fuera bien ahí. Las cosas se estaban acomodando para que pudiera continuar.

Él sábado regresé a la casa, como había anticipado, no se encontraba mi ex, y me encontré dos sorpresas, en cuanto entré al estudio, vi todas las fotografías regadas sobre el sofá, estaban hechas pedazos, cada una en la que aparecíamos estaba rota separando su imagen de la mía, se me apachurro el corazón, no tenía que ser tan idiota y destrozar los recuerdos de nuestra vida juntos, a un lado de todo ese desastre había un folder con la solicitud de divorcio voluntario, como no había hijos ni bienes comunes, era muy sencillo terminar con el matrimonio, así que tragándome mi decepción y mis lágrimas, firme el documento que me libera a de cualquier vínculo con la persona que prometió amarme de manera incondicional para toda la vida. Terminé de empacar con calma, buscando por toda la casa mis cosas preciadas, mis adornos, mis trastes, mi ropa de cama, en fin que llené el coche de cajas y bolsas con mis pertenencias y recuerdos, las fotos las dejé como estaban, no tenía caso llevarme basura al departamento.