Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 2 "Una familia poco convencional"
14 años después
— Hijo, debemos apresurarnos o no vamos a llegar al aeropuerto a tiempo. Jenny debe star en casa impaciente — advirtió Adrián apresurando mientras Nick terminaba de leer unos documentos
—No te preocupes padre, el jet no se irá sin ti, eres el dueño. Les avisé de antemano que la reunión se prolongara
— que haría sin ti — le concedió Adrián recostándose en el auto — cada día soy más olvidadizo, me estoy haciendo viejo
—¿Viejo? Pero si le ganaste un partido de tenis a un hombre doce años menor que tú como si nada. Tiene más vida por delante que cualquiera que he conocido, no te preocupes de antemano padre.
Al llegar al jet ambos subieron y se acomodaron mientras hablaba entre risas.
— ¿Champán? —les ofreció la azafata, pero ambos se negaron al mismo tiempo
— Tráeme por favor, un zumo de naranja con hie
— Tráeme por favor un zumo de naranja con hie—ambos se vieron a la vez y empezaron a reírse
— Con gusto, señores
Ambos bebieron tranquilos y algunas horas después aterrizaron a la ciudad de Manhattan, donde los esperaban algunos guardaespaldas junto a Mark, su conductor.
— Señores, un placer tenerlos de regreso — dijo Mark con una reverencia y ambos entraron al auto que los llevaría a la lujosa mansión al norte de la ciudad
Al llegar a la mansión las puertas se abrieron y entraron, bajaron y apenas y tuvieron tiempo de cerrar la puerta porque de la nada una joven salió corriendo del interior de la casa con su uniforme del colegio y saltó a los brazos de su padre, quien la envolvió entre sus brazos
— Papá, te extrañé mucho, por fin volviste. No te vuelvas a ir tanto tiempo
—Pequeña, solo fueron dos semanas
— Lo sé, pero te extrañé mucho, Bri ya no vive con nosotros, Matt es un témpano de hielo, y James es adicto a vagar por todos lados solo con una mochila. Solo tenía a Nana y ella toma sus siestas en la tarde, sí o si
— ¿Y yo qué? A mí no me extrañaste— preguntó Nick indignado haciéndose el dolido y en cuando Jenny escuchó su voz sus ojos brillaron y saltó de los brazos de su padre a los de Nick, quien la abrazó y besó su frente
— Nick, Por fin volviste. Creí que volverías después de que papá volviera. Eso me había dicho, nana.
— Lo sé enana, pero acabé antes el trabajo y vine antes porque tengo mucho trabajo en la empresa— dijo mientras le despeinaba el cabello y Jenny hizo un mohín mirando a otro lado molesta
— No es cierto, si trabajaste como loco sin dormir solo para venir antes y sorprenderla — lo delató Adrián y Jenny lo volteó a ver con su mirada brillante y su amplia sonrisa.
— Lo ves, tú también me quieres — aseguró ella pegando su cuerpo al de él sin darse cuenta de que él mandó saliva nerviosamente, entonces él retrocedió y volvió a sacudir su cabello.
— Sabes que sí, eres a quien más quiero en el mundo — afirmó con media sonrisa y pasó por su lado entrando a la casa. Por otro lado, Jenny se quedó de espaldas con una extraña sensación de felicidad
—¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy tan caliente? — rápidamente sacudió su cabeza y entró corriendo a la casa. Adrián y Nick estaban sentados en la sala de star mientras se relajaban y Jenny se tiró encima de Nick de un salto dejándolo sin aire
— ¿Viniste para planear mi fiesta, verdad?
— Te dije que tengo mucho trabajo, planéala tú
— Te conozco, viniste por mí, ah, dilo, dilo, viniste por mí
— ¿Si ya lo sabes para qué preguntas?
— Porque me gusta escucharlo de ti
— Jenny, hija, dale un respiro a Nick, no durmió por más de tres días para poder volver rápido a casa
— ¿¡Qué!? ¿No dormiste? ¡Pero cómo se te ocurre! ¿Eres tonto o qué? — de la nada le dio un golpe en el pecho a Nick furiosa y le quitó la corbata tan apresuradamente que no le dio tiempo a Nick de reaccionar y mucho menos de ver lo incómodo que se sentía— a dormir rápido y más te vale que duermas y mañana descanses, no quiero saber que estás trabajando por al menos dos días ¿entendido? — le ordenó furiosa mientras su padre rio por lo bajo
— Pero hace nada me dijiste que te ayudara a planear tu fiesta
—Eso da igual, tu salud es primero. Vamos, a tu cama. ¿Nana, le podrías preparar una infusión para que duerma tranquilo? —la Nana asintió y Jenny literalmente lo llevó a regañadientes por las escaleras para ir a la habitación mientras su padre se reía desde el sofá
— Te dije que estoy bien, no tienes que cuidarme, Jen
— No creas que no sé por qué haces esto. Tú no le debes nada a mi papá y no eres un empleado, tienes tanto derecho de estar aquí como cualquier otro— le reprendió Jenny mientras lo entraba a la habitación y cerraba la puerta, luego bajo las cortinas y quitó el tendido de la cama — somos una familia, eres mi hermano, puedes holgazanear toda la vida y aun así te vamos a querer
— Familia… — imitó Nick por lo bajo sintiendo una punzada en el pecho —no soy tu hermano real Jen y lo sabes.
— No importa lo que digas. Ahora ven aquí— Nick se acercó lentamente a Jenny y ella le quitó el abrigo sin previo aviso y desabrochó los primeros botones de su camisa mientras Nick intentaba detenerla nerviosamente
— Quédate quieto, solo quiero que duermas bien y…— Jenny abrió sus ojos como platos al sentir algo en su vientre al estar tan cerca de Nick —am… tú… yo…— Jenny no sabía qué decir y por suerte la nana golpeó la puerta y entró a dejar la infusión
— Chicos, ah… ¿Por qué estás tan roja, Jenny, también quieres una infusión?
—No Nana, solo es qué… Tengo algo de calor. ¿Esa es la infusión de Nick?
— Gracias, nana, la beberé ahora —la nana salió y Jenny aprovechó para coger la infusión y acercarla a Nick.
—Bébetela —le ordenó y Nick aunque no la quería beber, sabía que no le ganaría, así que obedeció y se la tomó lo más rápido que pudo y luego hizo una mueca de disgusto.
— Tiene hierbas medicinales —protestó con disgusto por el sabor amargo
— Sí, por algo aún estás sano, trabajas como burro y no te cuidas. Estás aquí gracias a las hierbas de nana. Así que acostúmbrate.
—No me gustan.
— Y a mí no me gusta la matemática, pero aun así tomo cursos intensivos. No todo es color de rosa.
— Si no quieres hacerlo, entonces estudia algo que tú sí quieras. Amas pintar, escribir, cantar y bailar, además eres muy talentosa en todas ellas. Fácilmente serías famosa y te ganarías el corazón de todos…
—Son mis hobbies. Pero quiero aprender para ayudarle a papá en la empresa y a ti. James es el holgazán de la familia, no yo.
— Bueno… Holgazán y todo, pero gana bastante dinero como modelo y actor de comerciales — le concedió Nick y Jenny hizo un bufido
—Lo sé, yo soy la única que aún no gana dinero. Pero ya verás, cuando pueda trabajar, haré tanto dinero que no tendrás que trabajar tanto y te ayudaré, incluso te puedo mantener y tú podrás dibujar cuando quieras, eres muy talentoso.
—… Mejor haz el dinero para tu padre.
— No, tú eres quien necesita el dinero, no él. Sé muy bien que jamás tomas dinero de la familia o de papá, y parte del que ganas, siempre lo llevas a los orfanatos. Literalmente eres un rico sin dinero.
— Jajaja me pregunto cómo sabrás tanto de mi vida, siempre soy muy cuidadoso.
— Siempre lo he sabido, tú solo bajas la guardia conmigo le dijo en voz baja con cierto orgullo, acercándose sin darse cuenta de la mirada profunda de Nick quien se quedó pensativo un momento.
— Es cierto, debería empezar a no bajarla contigo o traerá problemas…
— No, no lo hagas. Solo así es que puedo cuidarte. Asía que solo descansa y duerme todo lo que quieras. Yo iré al colegio y estudiaré mucho, luego me convertiré en una gran empresaria y te daré todo mi dinero y así no tendrás que trabajar y cansarte nunca más— sin decir más se acercó a Nick y lo abrigó con el tendido, luego le dio un beso en la frente y salió de la habitación dejando a Nick con un remolino de emociones y sentimientos encontrados que trataba de negar, pero cada vez era más difícil hacerlo, sobre todo cuando ella decía cosas así.
Jenny salió de la habitación rápidamente y se apoyó al otro lado de la puerta tocando su pecho que latía a toda velocidad… ¿Por qué se colocaba tan nerviosa junto a Nick?
— ¿Nicolas se durmió, hija?
—Sí, papá, estaba muy cansado. Yo creo que dormirá hasta la noche. ¿Y tú no estás cansado? — preguntó sentándose en las piernas de su padre mientras revisaba su rostro.
— Tranquila pequeña, yo estoy tan fuerte como un león. Tengo toda la energía del mundo para planear tu fiesta de 15
— Eso puede esperar, papá. Mira, tienes un poco de ojeras, mejor descansa mientras la nana y yo cocinamos la cena. Mañana, cuando llegue del colegio, podemos hablar de mi fiesta, aún tenemos una semana.
— mmm eso es muy tentador, pero ¿y tus hermanos dónde están? La casa se siente sola
— Ah, James dijo que se iría unos días porque su campaña de modelaje iba a ser a las afueras de la ciudad. Bri dijo que no alcanzaría a llegar a mi fiesta porque tenía mucho trabajo en la universidad y están en las prácticas finales porque está próxima a graduarse. Matt …. — Jenny guardó silencio en cuanto vio a su hermano Mathias entrar a la casa con su habitual rostro inexpresivo y su traje negro. Cualquiera que lo viera pensaría que no conoce otro color que no sea el negro o que es daltónico, pero la verdad es que tiene demasiados trajes y todos son prácticamente iguales— ah, ya llegó. Hola, hermano Matt, ¿Cómo estás?
Matías se detuvo al inicio de las escaleras. Volteó, se sorprendió de ver a Adrián, pero como siempre nadie notó una diferencia en su rostro. Él tuvo una vida complicada y jamás hablaba de ella. Era el hermano más callado de todos, el más reservado y misterioso de todos. Aun así, era impecable y leal.
— Hola, hijo, ¿cómo has estado?
— Hola, padre. Bien… ¿Cómo les fue? — preguntó acercándose a Adrián y, aunque Adrián hizo un ademán para abrazarlo, al ver que su hijo no iba a corresponderlo, solamente le colocó su mano en el hombro dándole su espacio
— Muy bien, hijo, cerramos los negocios con éxito. ¿Y tú, cómo va la empresa?
—Muy bien. Si me disculpan, vine solo por unos documentos, debo volver a la empresa.
— Claro, entiendo. Ve tranquilo — le concedió Adrián y Mathias se fue escaleras arriba para ir al estudio, pero a medio camino el grito de Jenny retumbó de la casa.
— ¡Señor hielo, recuerda venir a cenar, yo prepararé la comida con la nana! — Aunque nadie le respondió, era obvio que todos estarían en la cena. Era como una especie de tradición.
Pocas horas después, la comida estaba lista y Nick bajó las escaleras con algo de ropa más cómoda, acababa de ducharse y se veía con un semblante más brillante.
Jenny se encontraba sirviendo la leche caliente en algunos vasos y en cuando lo vio quedó tan embelesada que sin darse cuenta derramó la leche por fuera y se quemó los dedos, por lo que pegó un quejido soltando el vaso causando un estruendo.
— ¡Jen! ¿Cómo puede ser tan descuidada? Y todavía descalza — Nick se acercó a ella rápidamente y la levantó como si no pesara nada colocándola sobre la barra mientras revisaba su quemadura.
— Solo me distraje, no es para tanto. Es solo un vaso — dijo apenada
—El vaso no importa, me refiero a tu mano, está muy colorada. Voy por el botiquín para colocarte una pomada.
— No, espera — lo detuvo Jenny tomándolo del borde de la camisa —. No soy tan delicada, además no me duele. Tranquilízate. Voy a reco— al intentar bajarse de un salto para recoger las cosas, Nick la tomó de las piernas al borde de la isla, ubicándose en medio de ellas
— Ni se te ocurra bajarte de ahí y menos descalza. Te puedes cortar o quemar, además sabes perfectamente que el suelo frío no te hace bien, o si no después estarás quejándote por tu dolor de panza.
—Son cólicos, idiota
—Esa boquita señorita, habla bien. Da igual. Ahora no te muevas, yo limpiaré — a Jenny no le quedó de otra que quedarse ahí observando mientras Nick limpiaba el lugar y eso no fue necesariamente malo. Al inclinarse, los músculos descubiertos de sus brazos se marcaban. El verlo tan concentrado le atraía tan magníficamente que mandó saliva sin saber por qué y en ningún momento apartó la vista de él.
—¿Ya está la comida? — preguntó Adrián mientras bajaba las escaleras con una sonrisa —. Por Dios, ¿qué sucedió aquí?
— Ammm, es que me ocurrió un pequeño accidente y derramé la leche caliente, papá.
—Sí, y la muy descuidada se quemó, además para colmo estaba descalza — la delató Nick y Jenny le dio una mirada asesina.
—¿Te quemaste mucho? ¿Ya te aplicaste una pomada?
— No, pero estoy bien, papá. Es solo que Nick es como una mamá regañona. Además de soplona — Nick la miró indignado, pero ella le sacó la lengua molesta y se cruzó de brazos.
— Niños – advirtió su padre — olvídenlo. Mejor vamos a comer.
— Sí, muero de hambre — gesticuló una voz masculina en la entrada y todos voltearon — ¿nadie me va a saludar? — preguntó James con su típica sonrisa amigable que le ayudaba a ser amigo de todo mundo.
— ¡James!, hermano — lo saludó Jenny y dio un salto para ir a saludarlo — Creí que te demorarías más en venir.
—Bueno, si quieres me puedo ir
–Ni se te ocurra, cabezón, papá estuvo preguntando por ti — James observó a Adrián con una sonrisa mientras abría sus brazos, así fue contento fue a recibir el abrazo de su padre adoptivo.
— Hola, papá, ¿tuviste un buen viaje?
— Sí, hijo, estuvo muy bien gracias a Dios. ¿Cómo estás tú?
— Muy bien, ganándome la vida y disfrutando como siempre
— O, como Jenny lo llama Holgazaneando con una mochila —ironizó Nick fingiendo molestia y James solo le lanzó un caramelo el cual él atrapó en el aire
— También te extrañé, amargado — dijo James mientras Nick solo destapó el caramelo y asintió.
— Lo sé.
—Pfff, presumido. Bueno, huele, muy rico — de la nada, corrió al comedor y se sentó emocionado al ver todos los platillos en la mesa. Luego todos se acercaron también y en eso entró Mathias
— Buenas noches — los saludó a todos y se sentó al lado de Nick. Adrián estaba a la cabeza y Nick a su lado izquierdo. Jenny estaba frente a Nick y James estaba a su otro lado. Mientras, la Nana se sentó al lado de Mathias. Así todos comieron mientras hablaban y contaban cómo habían sido sus días.