Isabela es una enfermera experimentada, especializada en cuidados especiales, acostumbrada a tratar con pacientes en condiciones graves y delicadas. Cuando es contratada para cuidar a Renato, un joven que lleva 10 años postrado en cama debido a un accidente, enfrenta el trabajo con la seriedad y profesionalismo de siempre. Sin embargo, lo que comienza como una rutina tranquila de cuidados pronto toma un giro extraño. Isabela empieza a escuchar una voz misteriosa dentro del cuarto de Renato, pero al mirar alrededor, se da cuenta de que está sola con el paciente. Inicialmente escéptica sobre la posibilidad de que existan espíritus, se ve desafiante a enfrentar algo que no puede explicar. La voz parece dirigirse a ella, como si el propio Renato, en su estado inmóvil, fuera capaz de comunicarse de una manera que ella jamás imaginó posible. La enfermera se ve dividida entre su cordura y lo que parece una conexión sobrenatural. ¿Es víctima de un delirio, o Renato realmente está intentando hablar con ella, de una forma que trasciende la lógica médica? Día tras día, la línea entre lo real y lo inexplicable se vuelve más tenue, e Isabela debe enfrentar sus propios miedos y dudas para entender lo que está sucediendo.
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Capítulo 23
Me senté en la cama aún adormilada y miré a las dos mujeres que estaban justo frente a mí.
_ Voy al baño a lavarme la cara y vuelvo enseguida.
Fui al baño, me lavé la cara, me peiné el cabello y volví a la habitación con mejor aspecto.
_ Listo, señoras, estoy bien, solo un poco adormilada.
Dña. Aurora me dijo:
_ Hay un café cargado en la bandeja para que comas algo, por favor.
_ Doctora, ¿qué quiere hablar conmigo?
_ Dña. Aurora estaba preocupada porque no despertabas y me llamó, pero creo que todo está bien.
_ Sí, está bien, comeré un poco y me sentiré mejor.
Salieron de la habitación y Renato empezó a hablar conmigo.
_ Isa, casi me muero de desesperación, no despertabas, lo intenté todo, canté, grité, y nada de que me escucharas, por el amor de Dios, no vuelvas a hacerme esto.
_ ¿Ves cómo me siento cuando desapareces de la nada?
_ Pero yo no tengo el control, deberías tenerlo tú.
_ Está bien, no hablemos más del tema, ¿crees que nuestro bebé está aquí?
Tomé su mano y la puse sobre mi vientre.
_ Espero que no, no quiero verte sufrir por mí, y eso solo te causará dolor.
_ No hablaré más contigo, estás muy aburrido hoy.
Los días fueron pasando y ni una señal, ya se cumple un mes y no he sentido nada diferente, creo que no funcionó, pero mañana iré al médico y veremos qué pasa.
Por la mañana, como siempre, hice mis tareas y luego fui a la consulta. La doctora me recibió y me llevó a la camilla. Cuando colocó el aparato y el corazón de mi bebé empezó a latir, no pude aguantarme. Lloré, es en este momento que concuerdo un poco con Renato, él debería estar aquí conmigo escuchando el corazón de nuestro bebé, pero tendré que acostumbrarme a hacer estas cosas sola o con mi suegra, pero la próxima consulta será en mi habitación, quiero que Renato escuche el corazón de nuestro hijo, quizás así regrese.
_ ¿Está todo bien con mi bebé?
_ Sí, Isa, te voy a recetar las vitaminas y programaremos la próxima cita para dentro de un mes.
_ Quiero que lo organice para que la próxima cita sea en mi casa, quiero hacerlo como si Renato pudiera oír al bebé.
_ De acuerdo, un par de días antes te llamo para coordinar.
Salí de la consulta, pasé por la farmacia y me fui a casa, no puedo contener la felicidad, voy a ser madre. Cuando entré, Julia vino a mi encuentro y le conté que había funcionado, que todos estamos embarazados, que este embarazo no es solo mío, sino de todos en la casa. Llegué a la habitación y se lo conté a Renato, que no se inmutó.
_ Sé que me estás escuchando, y no tienes que responderme nada, solo quiero que sepas que estoy muy feliz y que voy a ser madre.
Cuando cumplí el segundo mes, empecé a vomitar. Todo el mundo dice que los vómitos son en los tres primeros meses, pero el mío empezó en el segundo mes, no se me queda nada en el estómago. Renato está muy callado, pero veremos si sigue así después de escuchar el corazón de nuestro bebé.
