Alejandra, una chica que tuvo la mala suerte, de ser echada de su casa, por su propio padre. Por cancelar su boda, con su prometido un día antes, al encontrarlo con su amante.
Esa misma noche ella va a un club, donde se le pasan las copas y termina acostándose con un desconocido.
Años más tarde se convierte, en la mejor abogada de la ciudad. Sin que ella sospeche acude a una cita de trabajo, ella creé que se trata de un nuevo caso, donde es chantajeada, por un magnate multimillonario. Tendrá que tomar la decisión más difícil de su vida. Aceptar o perder todo, lo qué a logrado con su esfuerzo.
Acompañame en está nueva historia, a descubrir que pasa al rededor de la vida de está abogada y, como será el reencuentro con su pasado.
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Una difícil decisión de tomar
parpadea varias veces, no puede creer lo que esta escuchando.
Lo que el señor Rangel le está diciendo, de inmediato piensa que eso es un chantaje.
- Señor Rangel, sí sabe que esto, es un chantaje. -
Sí lo sé, señorita Maldonado. Por eso le estoy pidiendo que trabaje aquí en mi empresa, y se case con mi hijo Dylan.
- Creó que debo irme está conversación esta por demás. - Le dice Alejandra a Guillermo, dándose la vuelta para abrir la puerta y marcharse, pues entre más hablan, Guillermo le dice más cosas. Eso hace que Alejandra se ponga cada vez más nerviosa.
Cuando está por salir del despacho Guillermo le dice. - Como usted quiera, señorita Maldonado. Nada más no olvide que en casa la espera su hijo.
Y usted haría lo que fuera por él. - " O me equivocó. -
Me quede atónita, cuando escuche a este hombre decir de mi hijo, solo paso por mi mente que sabe todo respecto a mi vida, cosa que hasta ahora he llevado un perfil bajo, casi nadie sabe que tengo un hijo.
En esos momentos no supe que decirle, ya me chantajeo que me quedaré sin mi trabajo por lo que tanto he luchado estos casi cinco años.
Así que no me quedó más que decirle que lo pensaría y, que después le daría una respuesta
Quiero comprobar, que tanto es de cierto que hará que me despidan de mi trabajo, pero el me responde de inmediato.
- No tienes nada que pensar, solo tienes que aceptar y ya. Tendrás el sueldo más alto que jamas te imaginaste, te daré una de mis residencias, carros de lujo, empleados a tu disposición. vivirás con todos los lujos y comodidades, no tienes nada de que preocuparte por el resto de tu vida.
- A - Y sin olvidar a tu amiga, que a estado contigo todos estos años, la puedes llevar contigo, si así es tu deseo.
Demonios, nunca en mi vida me había sentido tan intimidada, como lo estoy ahora.
Ni en los casos más difíciles, he tenido tanto miedo como ahora, este hombre es el mismo demonio en persona o que diablos es lo que busca en mí.
Camino de un lugar a otro sin saber que hacer, para tomar una decisión como está, debo estar loca, para aceptar semejante estupidez. *Porque nadie da nada a cambio.*
Solo veo que Maldonado camina de un lugar a otro, veo en su rostro que está más que asustada, creo que ahora si se encontró con un verdadero diablo, no la veo muy convencida cuando escucho que me dice.
- Está bien señor, Rangel. Que es lo que debo hacer. -
Así me gusta señorita Maldonado, lo primero que tiene que hacer es firmar aquí.
- Y que es eso. -
Es la renuncia a tu antiguo trabajo. Mi asistente se encargará de notificar tú renuncia, y firma aquí, esté es un contrato por tres años.
Aquí dice todo a lo que tienes derecho y, legalmente te pertenece. Ya te lo mencione, y otros beneficios, si al terminar de estos tres años, no pasa nada, simplemente se divorcian, y tu te quedas con todo.
- Ha - antes de que se me olvide, trabajaras directamente para mi hijo Dylan, serás su abogada, harás todo lo que el te pida, uno de tus trabajos principalmente será limpiar su nombre de todos los días en los que se mete.
No me quedo más, que firmar mi renuncia, después firme un contrato por tres años.
Donde tengo que trabajar para esta empresa y, casarme con Dylan Rangel, uno de los hombre más odiados de la ciudad, por ser como es, un arrogante prepotente que cree tener la razón en todo.
Cuando me dijo que uno de mis trabajos será limpiar el nombre de su hijo, le respondí enojada. - Sí, ahora voy a hacer la niñera de su hijo. Como si no supiera que su hijo se la pasa haciendo destrozos. Y que ya nadie se quiere hacer cargo de los asuntos de su hijo. - "Yo no me presto a eso. "
Depende de como lo quieras ver tú, lo único que tienes que hacer es que el nombre de mi hijo, no parezca en la prensa, ni en las noticias. *Eso es todo.*
Solo escuché al señor Rangel y, no le respondí nada, me dispuse para retirarme de ahí, estaba asqueada de todo lo que había hablado.
Todavía no podía entender como mi vida en cuestión de minutos había cambiado. - Me retiró señor. -
Bueno, ya que todo a quedado claro señorita Maldonado, no olvides esto, aquí tienes las llaves de tu nueva casa.
Tomo las llaves, y después el señor Rangel coloca sobre la mesa una tarjeta dorada.
- Te puedes comprar, todo lo que quieres no tiene límite. -
- No tiene miedo que le robe. -
- No, sé que no lo harás. Por eso es que eres la mujer indicada para que sé case con mi hijo. -
- Cuando debo presentarme a trabajar. - Le sigo sería.
- Tomate el día de mañana, preséntate pasado mañana. Cuando te presentes a trabajar,vas con mi asistente. Aquí tienes tu primer trabajo. -
Solo me quede viendo la carpeta que me entregó el señor Rangel, ese tal Dylan, es toda una fichita. Está es la última fechoría que hizo el niño, destrozó todo un club y mando a varios a la clínica. Le respondo al señor Rangel con una mueca en mi rostro pues el desagrado que siento es grande. Pues esto va en contra de mis principios.
- No se preocupe señor Rangel el nombre de su hijo quedara limpio. -
- Bien, confió en usted señorita Maldonado. -
Después salí, de ese despacho, del cual nunca debí venir, si lo hubiera sabido, para lo que me quería esté hombre, juro que jamás vengo.
Cuando llegué al estacionamiento, me quede dentro de mí auto un rato ahí sentada golpeando una y otra vez mi cabeza sobre el volante del auto.
Mientras estaba dentro de mi auto, decidí echarle un vistazo a la copia del contrato, que me había dado el señor Rangel.
Comencé a leerlo, todo estaba en orden y, todo era legal. Lo único que no cabía en mi cabeza, era eso de tener de casar con el odioso de Dylan Rangel.
chicas comenten y esos pulgares . 👍👍👍👍