Inesperado amor para enfrentar un futuro juntos
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Una Amistad que comienza
El tiempo seguía su curso en la escuela, y con él, la relación entre Da-Hye y Seo-Joon comenzó a transformarse de maneras inesperadas. Lo que inicialmente había sido una relación de rivalidad silenciosa, se iba convirtiendo en algo más complejo. Da-Hye, que se había propuesto ignorar a Seo-Joon y concentrarse exclusivamente en sus estudios, comenzó a notar que su presencia era cada vez más constante en su vida. Al principio, fue en la sala de clases y luego en la biblioteca, donde él solía sentarse cerca de ella, fingiendo que no estaba prestando atención, pero siempre atento a sus movimientos.
Un día, después de una larga jornada de clases, Da-Hye decidió quedarse en la biblioteca para avanzar en sus estudios. Como de costumbre, Seo-Joon apareció y se sentó a su lado sin previo aviso. Al principio, ella pensó en cambiar de lugar, pero algo la detuvo. Quizás era la curiosidad de saber qué intentaba lograr él, o tal vez era la incómoda pero creciente sensación de que, a pesar de su actitud despreocupada, Seo-Joon tenía un propósito detrás de sus acciones.
"¿Siempre estudias tanto?" preguntó Seo-Joon de repente, rompiendo el silencio.
Da-Hye levantó la vista de su libro, ligeramente irritada por la interrupción. "No es estudiar mucho, es estudiar lo suficiente. Además, es mi último año, quiero asegurarme de entrar a la Universidad Nacional de Seúl."
Seo-Joon sonrió, como si supiera algo que ella no. "Entiendo, pero a veces me pregunto si es necesario sacrificarse tanto. ¿No crees que también deberías disfrutar de estos momentos?"
Esa pregunta sorprendió a Da-Hye. Durante tanto tiempo había estado enfocada en sus metas que nunca se había detenido a pensar en disfrutar el presente. Para ella, el disfrute vendría después, cuando lograra lo que se había propuesto. Sin embargo, algo en la voz de Seo-Joon la hizo reconsiderar, aunque solo por un instante.
"No estoy aquí para disfrutar," respondió ella con firmeza. "Estoy aquí para estudiar y asegurarme de que mi futuro sea como lo he planeado."
Seo-Joon la observó por un momento antes de responder. "Eres muy determinada, Da-Hye. Es una cualidad admirable, pero creo que podrías estar dejando pasar cosas importantes en el camino."
Da-Hye frunció el ceño, sin saber cómo interpretar esas palabras. No estaba acostumbrada a que alguien cuestionara su enfoque de vida. Durante años, sus padres habían estado ausentes, y ella había aprendido a depender únicamente de sí misma y de su disciplina para lograr lo que quería. Sin embargo, las palabras de Seo-Joon resonaban en su mente.
"¿Y tú qué sabes sobre lo importante?" replicó ella, sin poder evitar sonar a la defensiva.
Seo-Joon no se inmutó. "No mucho, lo admito. Pero lo que sí sé es que la vida no es solo cumplir metas, sino también vivirla. Y creo que, tal vez, te estás perdiendo de vivirla."
Esa conversación marcó un punto de inflexión en la relación entre ellos. Aunque seguían siendo rivales en el ámbito académico, una nueva dinámica comenzó a surgir. Seo-Joon, lejos de ser solo un competidor, se convirtió en alguien con quien Da-Hye podía hablar, aunque las conversaciones fueran breves y a menudo en desacuerdo. Poco a poco, se encontraron compartiendo más que solo palabras, sino también momentos de estudio, ideas y, sin darse cuenta, una incipiente amistad.
Un día, mientras estudiaban juntos en la biblioteca, Seo-Joon le propuso algo inesperado. "¿Qué te parece si dejamos los libros por un rato y salimos a caminar? Solo para despejar la mente."
Da-Hye estuvo a punto de rechazar la idea, pero algo dentro de ella la hizo dudar. Finalmente, asintió. Caminando juntos por los jardines de la escuela, Da-Hye sintió una paz que no había experimentado en mucho tiempo. La charla ligera con Seo-Joon, sus bromas y su manera de ver el mundo, diferente a la suya, le ofrecían una nueva perspectiva. No podía evitar sonreír ante sus ocurrencias, y aunque no lo admitiría en voz alta, disfrutaba de su compañía.
Esa tarde, mientras el sol comenzaba a descender, Da-Hye se dio cuenta de que por primera vez en mucho tiempo, había dejado de pensar en el futuro, en los exámenes y en las calificaciones. Solo estaba allí, viviendo el momento. Seo-Joon había logrado lo que nadie más había podido: hacerla desconectar, aunque solo fuera por un rato, de su implacable enfoque en el éxito. Y en ese momento, Da-Hye comprendió que tal vez había más en la vida que solo ser la mejor. Tal vez, solo tal vez, había espacio para algo más, algo que hasta ahora no había considerado.