Después de 7 años de matrimonio, Valeria descubre mensajes comprometedores entre su esposo Lucas y su amante, lo que lleva al divorcio. Decidido a recuperarla, Lucas rompe con Julia y se esfuerza por reconquistar a Valeria. Mientras tanto, Julia resentida, hará todo lo posible para sabotear su felicidad.
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Capitulo 3: Descubrimiento Devastador
Valeria había estado notando las grietas en su matrimonio con Lucas durante semanas. La distancia emocional, las excusas vagas y las conversaciones superficiales habían comenzado a pesarle cada vez más. Sin embargo, nada la había preparado para el devastador descubrimiento que hizo aquella tarde.
Mientras buscaba una vieja factura en el cajón del escritorio de Lucas, encontró un sobre blanco sin marcar que captó su atención. Lo abrió con curiosidad, sin saber que estaba a punto de enfrentarse a una verdad que cambiaría su vida para siempre.
Dentro del sobre, encontró una serie de cartas con una caligrafía femenina que reconocía de inmediato. Eran cartas de amor dirigidas a Lucas, con fechas que se remontaban a varios meses atrás. El corazón de Valeria se hundió al leer las palabras apasionadas y comprometedoras que no estaban dirigidas a ella.
Sus manos temblaban mientras continuaba leyendo, incapaz de apartar la mirada de las pruebas incriminatorias que tenía delante. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mientras el mundo a su alrededor parecía desmoronarse.
—No puede ser verdad —susurró en voz baja, deseando con todas sus fuerzas que fuera una pesadilla de la que pudiera despertar.
Pero las cartas estaban ahí, testimonio silencioso de una traición que no podía ignorar. Su mente se llenó de preguntas sin respuestas, de emociones encontradas que la dejaron sin aliento. Todo lo que creía saber sobre su matrimonio se desvaneció en un instante, reemplazado por una verdad amarga y dolorosa que no podía ignorar.
Valeria se quedó allí, sosteniendo las cartas en las manos temblorosas, preguntándose cómo podría enfrentarse a Lucas después de descubrir su traición.
Valeria se sentó en el borde del escritorio, con las cartas extendidas frente a ella. Cada palabra escrita con amor y pasión por otra mujer resonaba en su mente como un eco doloroso. Intentó contener el torrente de emociones que amenazaba con abrumarla, pero era imposible.
Finalmente, con manos temblorosas y un nudo en la garganta, decidió confrontar a Lucas. Salió de la habitación con las cartas en la mano, buscándolo en la casa que solían compartir. La encontró en el estudio, absorto en su trabajo como si nada hubiera pasado.
—Lucas, necesitamos hablar —dijo Valeria con voz firme, tratando de mantener la calma a pesar del huracán de emociones que la consumía por dentro.
Lucas levantó la mirada hacia ella, sorprendido por la seriedad en su tono de voz y la expresión en su rostro. Frunció el ceño al ver las cartas en sus manos, reconociendo de inmediato la gravedad de la situación.
—Valeria, yo... —comenzó Lucas, pero ella lo interrumpió con un gesto de la mano.
—¿Qué es esto, Lucas? ¿Cómo pudiste hacerme esto? —preguntó Valeria, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos.
Lucas bajó la mirada, incapaz de enfrentarla directamente. Sabía que no había excusa para lo que había hecho, pero también sabía que tenía que explicarse si quería salvar lo que quedaba de su matrimonio.
—Valeria, lo siento. No quería lastimarte —murmuró, con la voz quebrada por el peso de sus propias mentiras.
Valeria cerró los ojos por un momento, intentando controlar las emociones que amenazaban con desbordarse. Cuando los abrió de nuevo, una determinación fría había reemplazado la desesperación en su mirada.
—No puedo creer que me hayas hecho esto, Lucas. No sé si alguna vez podré perdonarte por esto —dijo Valeria con voz entrecortada, girándose para salir del estudio.
Lucas la observó alejarse, sintiendo cómo se desmoronaba todo lo que alguna vez había amado y cuidado. Sabía que había perdido algo invaluable, algo que no podría recuperar fácilmente.