La Alquimista Y El Alfa De La Manada

Cuando Lucio llegó al palacio, busco a Javier, para que le reportará que había pasado. Mientras Azucena arreglaba los documentos para salir del reino.

Lucio: ¡Tenemos que hablar!

Javier: Jefe estoy muy enojado, solo le reportaré lo sucedido.

Lucio: Cuéntame

Javier: Después de que se llevó a la princesa, encontramos unas horas después a Karime, pensé que la habían herido o que la habían intentado matar, pero al parecer, no fue así… en los pueblos que recorrimos, encontramos asentamientos mineros, por lo que confirmamos que están explotando las montañas de la frontera con la manada.

Lucio: Bien… entonces Karime te contó…

Javier: ¡Tu deberías haberme dicho! ¡Maldición! ¡Encontraste a tu LUNA! ¡Es algo importante, te conozco desde que somos niños!

Lucio: Es que me equivoque desde el inicio, yo…

Javier: Si, fuiste un idiota y solo espero que no te equivoques… la princesa es muy especial y no me mires así, que sabes que es cierto… No solo es bonita, también inteligente y generosa…

Lucio: Lo sé…

Javier: Además no la tendrás fácil, tu suegro, cuñado y tío, podrían matarte… eso me consuela… jajaja

Lucio: Aun tengo que esperar que me acepte…

Por la tarde toda la comitiva que había ido al reino de las montañas, volvía a Forest. No hubo problemas en el regreso porque mostraron los pases que había obtenido la princesa… el Gran Mago, ya sospechaba de las intenciones de Lucio, por lo que la acompaño a la princesa en el carruaje y no se despego de ella en todo el camino de regreso…

Javier: Jefe, no solo tendrás que lidiar con su familia, sino también con los magos del templo.

Lucio: Me enfrentaría al mundo entero por ella…

Cuando atravesaron la frontera, el Clan Lycan volvió a sus tierras y Lucio y Azucena, solo se despidieron de lejos, ya que ella, se encontró rodeada por todos los magos.

Azucena: Le presentaré las evidencias a los reinos y me comunicaré con su manada.

Gran Mago: No es necesario princesa, ahora el Templo intervendra y participaremos del petitorio ante el reino de las montañas.

Javier sonreía al ver el rostro del Lucio completamente molesto...mientras Karime había evitado acercarse a la princesa...

Azucena al llegar a su palacio, saludo a su familia, que se encontraba sentada a la mesa.

Rey: Hija mía, que bueno que has vuelto... ¿Cómo estuvo todo?

Azucena: Bueno padre, digamos que mañana pediré una audiencia con usted, en el palacio central

Reina: buen día hija, muy bien, aquí en el Palacio de la rosa, no hablamos de política, mejor cuéntame como estuvo el viaje

Azucena: Saludos te mando la reina...

Ehliam: Hola hermanita...

Azucena: Ehliam la reina pregunto también por ti

Ehliam: ¿Por mi?

Azucena: Si que cuando llamarás a su hija...

Ehliam: Eh... bueno familia, ire a recorrer el reino... mi deber me llama...

Reina: Ehliam Forest! ¿también con la princesa de la montaña?

Ehliam: Madre mía, no todos tenemos su suerte de encontrar el amor a la primera...

Rey: Es cierto, yo me siento muy afortunado de haber conocido a tu madre...

Azucena: No cambias hermano ¿y mi tío?

Rey: Ese dragón grosero debe estar de perezoso en su Palacio.

Reina: Hija, pero quédate a cenar y después lo buscas... Ehliam...

Azucena: Madre mi hermano ya se fue...

Reina: Ese muchacho...

Rey: Cariño, nuestro hijo es responsable con sus deberes de príncipe, además de sus obligaciones como capitán de ejército...

Reina: No lo justifiques, cuando comiencen a llegar los nietos de varios reinos...

Rey: El palacio se vería bien con muchos niños... muchos nietos corriendo por ahí...

Reina: Escuchaste hija, tu padre quiere ser abuelo...

Rey: Lo decía por Ehliam, mi hija aun es una niña.

Reina: Te recuerdo cariño, que son mellizos... y qué si le das esos permisos a Ehliam, entonces Azucena también podrá hacerlo...

Rey: Iré a hablar con ese muchacho ahora mismo.

Reina: Ahora hija estamos solas... Cuéntame que pasa... se que algo te pasa...

Azucena: ¡Ay madre! Conocí a alguien...

Reina: Mi niña... pero ¿por qué tu cara de aflicción?

Azucena: Es que es difícil, somos muy diferentes...

Reina: Hija... es normal tener dudas, pero tienes que preguntarte a ti misma, sí te hace feliz... sí sientes que eres su prioridad... sí te sientes protegida y amada... el resto se arregla en el camino... además si algo pasa y después descubres que no es así... esta siempre será tu casa...

Azucena: Gracias madre...

Reina: ¿lo conozco? no me digas que es Constantine...

Azucena: No madre, no lo conoces... él es... él es...

Reina: Por favor, no digas alguien casado...

Azucena: No madre, como crees...

Reina: ah entonces, por qué el problema...

Azucena: Creo que me enamore de un hombre lobo...

Reina: ¿Qué?

Rey: ¿Qué dijiste hijita?