Shopia estudiante de enfermería es engañada por su gran amor, sin querer conoce a un familiar de su ex, con quien conocerá la otra cara del amor.
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Conversación
A cabo de un momento me deshice con cuidado de los brazos de Ezequiel.
—Shopia, hay algo que debo decirte— dijo cuidadosamente, fijando su mirada a la mía.
—Dime— respondí serenamente.
—Mi mamá fue quien atropello a mi tío.
—¿Qué?— el aire se me corto un poco por la impresión.
—Ella misma me lo dijo.
— ¿Por qué tu madre es tan mala con él?
—Porque mi abuelo tuvo una aventura con la madre de mi tío, y bueno, se descarga con él. Fue peor aún cuando se leyó el testamento, mi abuelo se lo dejó todo a él, mi madre recibió su parte, pero su ambición tuvo más control que sus sentimientos.
—¿Cuáles son tus sentimientos hacia él?
—A Derek siempre lo vi como un hermano, en mi etapa de rebeldía era el único que me entendía, me sacaba de problemas y hacia que mi vida sea más llevadera, hasta que te conocí y bueno me aparte un poco de él para pasar más tiempo contigo.
—Ezequiel, fuiste una etapa muy bonita en mi vida que jamás olvidaré, pero por osadías de la vida ahora mi lugar es con mi hijo y alado de mi esposo, aunque no lo ame, mi deber es cuidar de él hasta que un día decidamos divorciarnos. Aquí dentro de mí llevo un hijo que también lleva tu ADN. Sé que es loco lo que te voy a pedir, pero por favor ayúdame a encaminar mi vida, a nosotros nos toca cambiar el rumbo de los demás. Todo sentimiento que aún sientas por mi entiérralo, veme como soy ahora, la esposa de tu tío. Acércate a él, no dejes que tu madre eche más veneno a la relación que ustedes tienen.
—Estos días estuve pensado en nosotros, también llegué a la misma conclusión, tengo que seguir con mi vida, nuestros errores nos trajeron hasta aquí, eres una chica muy buena, no quiero ser egoísta, el bebé que llevas necesita a sus padres juntos, aunque estos no se amen. Ese niño se merece ser amado y yo lo ameré como tal. Me costará horrores verte con otros ojos, pero lo voy a lograr.
Esa tarde habíamos tenido la conversación más madura que teníamos que tener, amaba con locura a ese hombre, pero también me tocaba enterrar todo sentimiento por él. Le pedí que me acompañe al hospital, el cómo Derek se debían un cruce de palabras.
Les dejé solos para que conversaran, con la esperanza de que cierren algunas heridas que ambos llevaban. Ezequiel tocó la puerta antes de entrar, la víctima de su madre se hallaba en una cama con toda la vista nublosa, con una tristeza que inundaba todo su ser.
—¿Te vez muy triste?— le dijo Ezequiel aproximándose a su tío.
—Después de la golpiza que me diste, creí que no querías saber nada de mi.
—Eres la familia más cercana que tengo, como podría dejar que el orgullo me gané.
—Ezequiel, jamás quise quitarte al amor de tu vida, te pido perdón por cambiar el curso de tu vida. La vida me tenía una trampa, de tantas mujeres como iba a saber que ella ya te pertenecía.
—También fue mi error, debí ir tras de ella cuando vi que se alejaba, pero el temor me ganó. Shopia es una chica dulce, creía en mí, pero yo rompí esa confianza cuando enfrente de ella me besé con Diana.
—¿Dónde está ella?, le debo una disculpa.
—Se fue a comer algo, de un rato seguro viene, por favor pórtate bien con ella, puede que se vea fuerte, pero a veces se contiene mucho. Háganlo por la hermosa criatura que viene en camino.
—Admito que fue un poco torpe con ella, seré más cuidadoso.
—También hay algo que quiero decirte, mi mamá fue quien te atropello.
Derek sintió que un volcán estallaba su corazón para arder con la lava y terminar con su existencia, el no podía sentir odio por ella, es más no tenía ningún sentimiento a pesar de que ella siempre maldijera su vida.
—Gracias por tu sinceridad Ezequiel, no levantaré ningún cargo contra ella, puedes estar tranquilo.
—Te lo agradezco tío, no se si sabes, pero ella no está bien de salud, tiene cáncer uterino y mamario, está con tratamientos de quimioterapia.
—Lo siento mucho por ella, muchas veces quise acercarme a ella, pero siempre buscaba la forma de alejarme.
— Lo sé, tío, eso me consta, fui testigo de tu buena voluntad.
Apenas termine mis alimentos fui a ver a Derek, ya les había dado mucho tiempo para emprender una nueva herramienta de trato familiar. Cuando entre ya no estaba Ezequiel, miré de un lugar a otro pensando que se había escondido en algún rincón.
—¿Qué buscas?— preguntó Derek.
—¿Ya se fue Ezequiel?—respondí con otra pregunta.
—Si, ya se fue.
—Qué lástima, quería despedirme antes.
—¿Piensas aún en él?
—No voy a hablar de él contigo. Lo único que te voy a decir es que pienso más en mi hijo. Hablando de eso, te di algo de tiempo para pensar, dime, ¿qué has decidido?
—Eh decidido que te quiero en mi vida, que cuando estés molesta quiero robarte una sonrisa, que cuando estés triste también quiero robarte otra sonrisa y que cuando actúes frente a mis amantes te seguiré la corriente.
—Ja, ja, ja— reí con las ocurrencias de sus palabras.
—Shopia, perdón por la actitud que tuve, no pensé las cosas con mucha claridad, desde que entraste a mi vida te has preocupado por mí, estaba tan acostumbrado a que nadie se interese por mi que no me di cuanta de tus buenas intenciones. Si te diste cuenta nadie vino por mí, pero desde el día del accidente tu presencia sostuvo mi soledad. Eras la única quien preguntaba por mí, te comiste muchas horas en esos pasillos esperando que reaccioné. Te doy las gracias por no haberme dejado tirado aquí.
—Derek, eres mi esposo y ante todo eres el padre de mi hijo, me diste el regalo más hermoso que una mujer puede recibir, sabemos que los hijos vienen planificados y en medio de amor, pero nuestro angelito nos eligió a nosotros como sus padres, las razones no las tengo aún, pero hay muchas cosas que mueven mi vida y no sé cómo explicarte.