Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
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Capitulo 3
-Estaba pensando en colgarlos en esta pared, los cuadros
plateados rosas aqui, los plateados normales allí, y los dorados allá –señalo cada pared
Asienten y se acercan cada una, con los cuadros en sus
Manos. Me acerco a la lista y coloco una tilde, miro hacia todos lados. Sonrío levemente. Si en mi imaginación se ven bien.
-Bayolett
Giro mi cabeza hacia atrás, observo a Dan acercarse a mí.
-Hola... -frunzo el ceño, cuando toma mi brazo –¿Qué haces?
Me arrastra, tiro la lista hacia la mesa y procuro que nadie nos
vea. Abre el cuarto de limpieza y me deja ahí, mi confusión crece mientras cierra la puerta.
-¿Qué es esa estupidez de que te vas a casar? –me enfrenta
suspiro y me relajo, miro hacia otro lado unos segundos.
-En cualquier momento alguien me lo preguntará.
Hoy desayune dos mensajes de compañeras mandándome un
Enlace en que aparecía el rumor de ese tipo y yo.
-¿Es verdad? -frunce el ceño
-Es algo arreglado, apenas vi al tipo una vez. Todo lo arreglaron mis padres me encojo de hombros –frota su rostro, mientras retrocede un par de pasos.
-¿Acaso estás enojado? –levanto una ceja
-Si, Bayolett. Estoy enojado –me mira –¿como crees que reaccionaria a esto?, ¿feliz?, te vas a casar con otro hombre
cuando nosotros estábamos en algo.
Me estoy cansando de vivir con víctimas
-Daniel froto mi frente –No te alteres, es algo temporal y
apenas lo veré. Se trata de imagen y de arreglar el negocio
familiar.
Espero que se terminen hundiendo. Una parte por la que siguen en pie es por mí, no solo por aceptar este maldito contrato sino también por todos esos años que actué como una prostituta para facilitar los acuerdos de mi padre a otros empresarios.
-¿Y qué?, ¿te veré al menos?, ¿te pondrás un anillo? –se acerca
–¿Aceptaste solo por eso?, ¿o por que querías? -frunzo el
ceño –ya lei todo esos comentarios de mujeres, deseando
Ser tú. ¿Lo hiciste por eso?, ¿por fama? –aprieto mi mandíbula –Me dices a mí de ser superficial, cuando tú lo eres.
Enrollo mis manos a su camisa y lo giro, colocándolo
sobre la pared. Coloco mi antebrazo en su cuello, me mira
Desconcertado.
-Solo tú tendrías ese asqueroso pensamiento de que acepto ser el objeto de alguien solo por fama. Y lo tuviste en toda nuestra relación, cuando solo me utilizabas para tus fotos –parpadea
-Tu no tienes voz en mis asuntos ni en nada que tenga que
Ver conmigo. La próxima vez que me hagas enojar así –levanto más mi cabeza –me encargaré de que hasta tengas miedo de mirarme –traga saliva –¿Me escuchaste bien?
Suspiro y lo suelto lentamente, sacudo su ropa.
Me hace perder la paciencia, no me gusta enojarme y menos con Alguien que me importa. Pero estar con Daniel es como cuidar a un niño.
-Bien. Ahora, regresemos, que esos globos no se inflan solos
Le sonrío levemente y luego doy un casto beso a sus labios
Me doy vuelta y salgo de la habitación, borrando mi sonrisa.
Maldito niñito.
Me adentro y camino hacia la cocina. Tengo demasiada hambre.
-Pequeña Duquesa, ¿como estuvo su dia? –camino hacia la
nevera
-Monótono, Chris. ¿Qué tal el tuyo? –me inclino y tomo el
helado que compre ayer
Esta casa no tenia nada delicioso, así que me asegure de
comprar algunas cosas, y esconderlas, por las dudas.
-Tenía pensado preparar una lasaña a la noche -sonrío
-Que gran idea, la comeré con gusto -sonríe y me mira unos
segundos-. Bien, me robo el helado, iré a mi cuarto.
-De acuerdo, le avisaré cuando este la comida.
-¡Bien!
Camino hacia las escaleras y las subo a paso rápido, mientras
sigo concentrada en el helado. Me adentro a la habitación.
Me colocó una habitación bastante parecida a la mía, creí que
Colocaría algo rosa o muchos peluches. Pero es discreta, blanca y con azul en algunas partes. Tengo que admitir que me agrada. Coloco el helado en el escritorio al igual que mi bolso. Me acerco al armario, mientras comienzo a quitarme el uniforme. Escucho sonar mi teléfono, lo saco de mi bolsillo y atiendo, lo dejo en el escritorio en alta voz.
¿Sigues viva? –sonrío y niego con la cabeza.
-Si, Rach.
-Bien –desabrocho la camisa y me la quito –estuve pensando, ¿cómo podría distraer a Bayo?
Y inmediatamente, el bar de la esquina se me vino a la mente.
Sonrío, mientras me coloco una camiseta blanca.
-Rach, será mediodía.
-¡Una cerveza es para cualquier hora!, anda, de paso te cuento él enrollo que tuve con uno de la clase.
Me coloco un jean, mientras lo pienso. La verdad, una cerveza
Fría no me vendría mal.
-Está bien.
Alejo los cabellos de mi cara y sigo caminando, ignoro cualquier mirada hacía a mí. Me giro y me adentro al bar.
Miro hacia las sillas de la barra y me acerco al notar a Rachel.
Gira su cabeza al notarme, sonríe.
-Que bombón, ¿te invito una cerveza? –acerca una cerveza a
Mi, rio entre dientes
-Gracias –doy un sorbo y apoyo mis antebrazos en la barra
-Entonces, ¿problemas de niñitos? –rueda los ojos, aún
Sonriendo
-No es problema de niñitos –observo unos segundos su rostro
Tan inocente, su rostro encaja perfecto con la palabra, parece
sacada de una película de Disney. Aun así, es demasiado para los tipos con lo que esta.
-Pero, el problema es que está con otra chica. Es decir, nos abríamos besado, pero yo no tenía ni idea de qué tenía algo con ella –suspira –y ahora ella me está lanzando miradas asesinas. ¿Crees qué debo confrontarla? –arrugo mis cejas.
-Rach, lo peor que puedes hacer es pelear por la atención
de un hombre, y ni siquiera un hombre, un niñato. Tienes que
Confrontarlo a él, no a ella. Él es el único que tiene la culpa
-Miro hacia el jarrito con maní y tomo un puñado-. Te diría que estés con chicos de nuestra edad solo para besitos tiernos, no sirven para otra cosa –coloco el puñado en mi boca y mastico, ríe levemente
-iAh si?, entonces te debe encantar los besitos tiernos que te
Das con Daniel –arquea las cejas, miro hacia otro lado
-Es lo que hay –me encojo de hombros –Quiero a Daniel, pero
Su actitud inmadura me llevó a terminar con él.
-Ahora que lo dices, nunca te vi con alguien que no sea Daniel.
No viste todos los que mi padre me empujó a seducir, pero es
Mejor así. Me encojo de hombros y le sonrío.
-Estás acostumbrada a ver a chicos de la escuela, pero deberías explorar más allá –levanta sus cejas.
-¿Estás loca?, yo no tengo dieciocho como tú.
-Cuando todavía no los tenía, no fue obstáculo para mí -me mira sorprendida
-¿Estuviste con otros hombres? -murmura, lamo mis labios y
Tomo otro sorbo. Si le cuento más estará asustada, mejor me detengo ahí.
-¿Sabes la diferencia entre un hombre y un chico? -niega,
Probablemente hay bastantes. Pero el hombre es un poquito más maduro -sonríe-. No digo que todos los de nuestra edad sean unos mocosos inmaduros. Conocí a bastantes educados. Pero nunca llamó mi atención.
-Sabes, yo creo que la ausencia de tu padre te llevo a que te
gusten mayores –suelto una carcajada –¡Es en serio!, es algo
Psicológico –niego con la cabeza.
Que hable mucho de mayores no significa que sean mis
favoritos. Pero pasar tiempo con ellos me llevó a saber una
Perfecta definición.
-Es verdad. Pero las personas que tienen ese problema son
gente que les gusta ser sometidas. ¿Alguna vez me viste ser
Sumisa?
-Tienes razón, siempre fuiste de ser líder -asiento-. Pero no se
como serás en la cama -susurra
-Ya, ya –ríe levemente y sonrío –La cerveza ya te esta
Afectando.
No me gusta hablar de mi intimidad. Pero sé diferenciar mucho esas dos cosas, el sexo está sobrevalorado y usualmente cuando una demuestra ser sumisa enseguida tienen esa perspectiva de ella también en otros aspectos.
Cuando asumen eso de mi, intento no reírme.
-Señoritas -una voz masculina se escucha y giramos nuestra
Cabeza. Levanto mis cejas al ver a dos hombres, sonriéndonos.
-¿Podemos invitar la siguiente ronda? –miro de reojo la
Inseguridad de Rach antes de que abra la boca para negar, les sonrío amablemente.
-Claro.
-Genial, pediremos las cervezas –sonríen una ultima vez y
Luego se alejan, Rach me mira preocupada.
-¿Qué haces?, yo no quiero nada con esos hombres –sonrío y
Me inclino hacia ella.
-Ahora, te enseñare como hacer amigos –frunce el ceño –no
todo es sexo con el genero opuesto, se puede tener una buena
Conversación -suspira pesadamente.
Es hora de crecer, Rach.
Abro la puerta y me adentro, rio levemente cuando mis pies se
Traban, casi haciéndome caer.
Hace mucho no me reía de esa manera, esos dos hombres
terminaron siendo una agradable compañía. Rachel se
sorprendió demasiado al no ver nada pervertido en ellos, se
Acostumbró a niños hormonales.
Y eso pareció gustarle más, tanto que le robo un pequeño beso a uno. Si, demasiada cerveza. Terminamos intercambiando números.
-¡Duquesa! –me incorporo, sonrío al ver a Chris –¿esta usted
Ebria?
-Oh, Chris –me acerco a ella y la abrazo –Eres tan buena,
¿quieres ser mi madre? –la miro, sonríe y niega con la cabeza.
-Tiene suerte de que el señor aún no este aquí –me sujeta y me ayuda a caminar hacia las escaleras.
-Y que va a hacer?, ¿darme con el cinturón? –rio a carcajadas y se mantiene en silencio.
-Le dare un baño frio –habla luego de unos segundos –¿Le
Parece un té?
-¿Qué tal un boleto de avión? –murmuro, se gira hacia la
habitación. Llegamos a ella y me suelta. Mientras camina hacia el baño, yo lo hago hacia la cama.
-No te duermas, niña. ¿Porqué quiere un boleto de avión?
escucho como se mueve, y me acomoda
-¿Me llevas a Nueva Jersey? –murmuro.
Cierro los ojos y imagino subirme a un avión, feliz y con una
copa de champagne, con el pensamiento que pronto estaré
estudiando, sola, y con un buen trabajo. Y con ese sueño, me duermo.
Parpadeo mientras abro los ojos, hago una mueca al sentir el
botón del pantalón molestarme. Me estiro unos segundos y
Luego me levanto de la cama.
Aún es de noche, Chris se habrá dado por vencida al ver que no desperté.
Camino hacia el baño y me quito el sostén, suspiro de alivio
y lo dejo en el cajón. Tomo el bóxer que tengo guardado y
me lo coloco, menos mal que Daniel no me lo pidió cuando
Terminamos.
Me hago un moño en el cabello, mientras salgo de la habitación.
¿Chris habrá hecho la lasaña?
Salgo de la habitación y me dirijo a las escaleras. Espero que si, me muero de hambre.
Me vuelvo a estirar, mi mirada se va hacia una puerta azul. La
miro de arriba abajo, es muy larga. ¿Sera donde ese hombre
duerme?. Viene mañana, creo. Puedo echar un vistazo.
Me acerco y sin apuros la abro. Busco la luz en el costado y
lentamente se enciende. Si que se da lujos, todo esta impecable. Huele mas varonil, a comparación con toda la casa. Miro hacia todos lados, esa cama esta genial para moverse hacia todos lados, es gigante. Me acerco a una puerta, pensando que es el baño, pero es el armario. Frunzo el ceño, ¿duerme también con trajes?, tiene millones. Salgo de ahí y me dirijo a la otra puerta, esta vez es el baño. Dios mío, tiene una tina. Ahí podría tener un relajante baño de espumas, tal vez lo haga, de todos modos no esta.
Miro hacia el espejo, es largo, podría sacarme fotos. Suspiro y
sacudo la cabeza. Tengo que dejar de hacer planes, me iré de aquí apenas pueda. Hago una mueca y me dirijo afuera, detengo mis pasos al ver un cuerpo interponerse en la puerta. Mi mirada se detiene justo en sus pies, lentamente voy subiendo. Santo cielo. Me detengo en su mirada, mientras recuerdo como respirar. Me repasa brevemente y luego clava sus ojos en los míos.
-¿Perdida, pequeña?
Su voz retumba el baño. Maldición, así no es como planee.
Primero, tenia que haberme preparado y saber que era un adonis. Porque en las fotos no se veía tan así, lo subestime.
La primera vez que lo vi no tuve tiempo para detallarlo, estaba
más ocupada pensando en las mil y un maneras de asesinar a
mis padres. Segundo, mi vestimenta no es la adecuada, estoy acostumbrada a siempre estar sola, por eso nunca me preocupe por la vestimenta en casa. Suspiro, de igual manera, esto no me detiene. Y para nada me intimida.
-No -respondo, me cruzo de brazos –vendría mañana.
Christina me dijo que con el no actuare con confianza, así que ni pienso tutearlo.
-Solo volví un día antes, no hay mucha diferencia se mantiene
con las manos en sus bolsillos, y mirándome neutro –¿Como
estas?
Lo miro unos segundos más –Pregunta estúpida, solo tengo ganas de tomar un auto, una maleta y viajar lejos mientras les saco la lengua.
-Excelente sonrío-. Esta casa es inmensa, incluso sentí
vergüenza por la mía. Actuar como una idiota sin cerebro, activado. –me mira unos segundos más, no puedo deducir como reacciona porque se mantiene inexpresivo.
-No hay porque comparar. Espero que te sientas cómoda.
-Estaría mas cómoda con una habitación como esta
levanto mi cabeza, colocando el gesto que hacen las chicas
de mi colegio, cuando algo no les agrada –Pero tu puedes
cumplirlo, ¿verdad? –parpadeo varias veces.
-Todo lo que tu desees –habla, apenas levantando una de sus
comisuras esa no es la respuesta que esperaba. Demonios, de seguro esta acostumbrado a cumplir caprichos para fines sexuales. Lo miro en silencio, su mirada es demasiada profunda. No aparto la mía, pero si parpadeo.
-Iré a la cocina –camino saliendo del baño, pero no se corre.
Levanto mi cabeza hacia el. ¿Permiso?
Me mira unos segundos más, me tenso cuando se inclina,
doblando su cabeza. Siento su respiración en mi mejilla y luego un casto beso. Aspiro suavemente cuando su olor se intensifica.
-Olvide saludarte –susurra, volviéndose a alejar, mantengo mi
mirada en su pecho no me afectara, no me afectara, no me afectara. Trago saliva y asiento, lo miro unos segundos.
-Buenas noches también para ti -espero que se corra y lo hace
luego de unos segundos, camino rápidamente fuera de ahí. Salgo de la habitación y camino por el pasillo.
Cuando me cruzó con una persona, siempre soy yo la que tiene el efecto en la otra, tomando control. Lo intenté con el, pero no note nada de desestabilidad. Lo peor, fue al revés. Tendré que esforzarme más.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥