- "el cristal es frágil, tu corazón también lo es, eso quiere decir que sos frágil como el cristal"-
Alma Baez, dueña y chef pastelera , de una de las confiterías más exclusivas de la ciudad, por decisión de ella, y debido a un desafortunado incidente, que la llevó a no creer más en el amor, se habia vuelto una intriga, nadie la conocía personalmente.
Federico Alcaraz, millonario y arrogante, debía casarse en un año, para ser el dueño de las acciones de la empresa familiar, nunca se habia enamorado.
Podrá enamorarse de una mujer que lo rechaza?
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capítulo 5
Al día siguiente, todos estaban en sus puestos, ese día Alma y Martín, tenían muchísimo trabajo estaban horneando los distintos tipos de galletas que habían preparado y le quedaban bañar con distintas salsas los budines y decorar varias tartas frutales. Entra Federico.
Ana, que se mantenía como una señora en su puesto, lo ve entrar y se pasa sus manos en el rostro..." otra vez este tipo, es más pesado que un collar de melones"; sin embargo, mantiene su postura, y apenas él se para frente a Ana, ella saca su mejor sonrisa.
- buenos días, señor, ya le digo a alguna de las empleadas que lo atiendan.
- no cualquier chica, deseo ser atendido por Maria.
- Lo siento señor, Maria ayer fue despedida por la dueña.
- porque motivo?, me hace sentir muy mal.
- a Alma Báez le pareció un error imperdonable lo ocurrido ayer, así que la despidió.
- no, que horror, me hubiese llamado antes de tomar esa decisión.
- señor, la señorita Báez no realiza llamado alguno, y menos cuando toma una decisión de trabajo.
- tiene una dirección o teléfono donde pueda ubicarla?, me gustaría ofrecerle trabajo en mi empresa.
- lo lamento señor, pero no puedo darle ese tipo de información, los datos de los empleados son privados. ¿Va a llevar algo o era solo eso?
- eh, no, voy a llevar otro frasco igual al de ayer. Estaba muy rico. Felicite a la señorita Báez de mi parte.
- serán dadas.Gala por favor atendé al señor, desde ahora, nuestro mejor cliente, lo esperamos nuevamente señor, que tenga un excelente día.
Alma había reconocido esa voz, se acerca a la puerta de vidrio, con la seguridad que él no la veía. Se ríe de la forma en que Ana lo atiende, luego ve como su amiga se dirige hacia la puerta y entra.
- por favor, que obsesivo con Maria que está este hombre, que vendrías a ser vos.
- pero que quiere ahora?
- está indignado porque te despediste, y te quiere ofrecer un puesto en su empresa.
- jajajajajaja, jajajajajaja. No lo puedo creer...
- la única ventaja de esto, es que si sigue así, se llevará todos los frascos de las galletas prémium. Igual, nobleza obliga, te mando felicitaciones por lo ricas que son.
- sinceramente, no entiendo lo que está buscando...
- a Maria, o sea a vos, se ve que el caballero quedó impactado...
- aggg, por favor Ana, vos mismo lo viste con su novia, a ese le impactan todas. Igual, si esto sigue, me va a terminar descubriendo y quizás hasta delate mi identidad.
- no creo, y si así fuera, ya te estás escondiendo de todo el mundo, que vas a hacer?, vivir, como un topo?
- no, pero quizás tener más cuidado.
- ya esta Alma, con tu estilo de vida, no hay forma de que te descubra.
Federico entra de nuevo a su oficina, acompañado con el frasco de galletas, que además le salen muy caras, lo coloca al lado del frasco de ayer y se los queda mirando.
- si Maria no está más allí, voy a tener que contratar a un detective, pero primero, voy a ver si es cierto que la despidieron, porque esa chica es arisca y tiene un carácter del diablo, quizás se esté escondiendo de mí. Esta tarde, para la hora del cierre voy a estar esperándola a que salga, y ahí no tendrá escapatoria.
Y así lo hizo ya era la hora de cierre del local, y Federico ya estaba estacionado a unos metros del mismo, ve salir a las empleadas, pero Maria no salía con ellas, luego ve salir a Martin, y atrás de él a Ana, de Maria ni noticias. Se queda esperando unos minutos más, y de repente ve salir el famoso auto, esta vez si no se le iba a escapar, fuera quien fuera, él lo iba a seguir.
Le toma una foto a la patente, dentro de lo que podía, porque el auto iba a mucha velocidad. Atraviesan toda la ciudad y se dirigen a una autopista.
- a donde diablos va?, donde vive?
A unos 20 km. el auto gira, hacia lo que sería la entrada a un barrio privado, Federico, baja la velocidad y espera a que entre. Una vez que el auto entra, él se detiene en la entrada. El guardia lo encara.
- buenas tardes, señor, a quien viene a visitar?
- a la persona que acaba de entrar, la del auto negro.
- ya veo, pero la señorita no me aviso que esperaba visitas.
- no, quería darle una sorpresa.
- disculpe señor, no puedo abrirle, aquí las normas son muy estrictas, si usted desea, la llamo y le digo que usted vino a visitarla, dígame su nombre.
- no está bien déjela tranquila, recién llega, otro día vuelvo, muchas gracias.
- de nada señor.
Federico maneja unos metros, hasta alejarse un poco del lugar y detiene el auto.
- como puede ser que una simple empleada viva en este barrio?, quizás estoy equivocado y si la despidieron, y si la que maneja ese auto, es Alma Báez?, pero no tiene su propio auto, que maneja el de la empresa?, quizás se le descompuso el suyo..., uh, me estoy volviendo loco, mejor me voy a casa.
Arranca el auto y se va a toda velocidad, tenía un montón de km hasta su vivienda.
-Por otro lado, en la casa de Alma, llaman desde el puesto de seguridad.
- hola
- si, señorita Báez, recién un caballero quiso ir a visitarla, según él, era una sorpresa, pero al negarme y decirle que lo tenía que anunciar, me dijo que lo dejara así, y se fue.
- OK, gracias Ramón.
Cuelga el llamado.
- me estas persiguiendo?, vos tendrías que estar persiguiendo a Maria, por favor, que intenso es, yo lo sabia, tendré que andar con más cuidado.