Cerezos De Sangre.

Ricardo...

Después de tanto tiempo, una mujer me ve desnudo, lo poco que pude ver fue que su rostro estaba sonrojado, yo sin hacer nada, debe sentirte tan avergonzada, me voy cambiando y escucho que está en el baño. Me coloco una camiseta y un pantalón holgado para dormir ...

Que ahora no sé cómo vamos a dormir los dos aquí en una sola habitación, las que eran de mis padres está en remuneración y las otras dos del tercer piso pues sé que el cableado de luz aún no ha sido colocado.

Iré a ver como está la cena porque ya tengo mucha hambre, ya van a hacer las nueve de la noche, como corrió las horas en este día, el matrimonio, el viaje, entre tantas cosas que pasamos. Salgo y cierro la puerta con cuidado, pero antes le digo que bajaré.

• Luna, me oyes...

• Sí.

• Bueno iré a ver como va la cena, puedes poner seguro a la puerta y darte un baño, yo tocaré la puerta cuando regrese.

• Ok.

Luna...

Me dirijo a la puerta y le coloco seguro, quiero darme una ducha y relajarme un poco. Aún no estoy seguro su ambos dormiremos juntos, porque nuestras maletas están juntas y solo veo una cama, a menos que haya alguna habitación extra o no sé yo.

Bueno le Preguntaré cuando suba.

Dejo que el agua recorra mi piel, enjuago mi cabello y me doy un breve relajo bajo el agua tibia, salgo y seco mi cabello voy en busca de algo para ponerme, encuentro una bata, pero es corta, yo no acomode esto... Mónica...

Aquí hay batas cortas y solo ropa interior sexy, me gusta siempre que mi ropa interior haga juego, pero solo era para mí y no para mostrárselo a alguien más, cuando estoy que veo que ponerme escucho la oferta, así que veo una camiseta colgada en un perchero y me la pongo rápidamente.

• Que ya voy enseguida, un momento.

• Bueno espero.

... Voy a cerciorarme de que no vea nada de esta maleta, la cierro y la arrastró al closet y ... Vaya cuanta ropa tiene aquí, debe venir seguido. Sus perfumes están ordenados muy bien y también sus zapatos.

• ¿Luna estás bien?

... O lo olvidé.

• Que salgo enseguida.

... Voy y le abro la puerta, está recostado en el marco bebiendo un café y ese aroma me apetece.

• Té venía a decir que podemos bajar a ... A cenar.

¿Luna por cierto esa no es mi camiseta?

• He... Yo... Lo que sucede es que olvidé algunas prendas y no tengo que ponerme.

... Me digo con los nervios envueltos en mi cuerpo.

• Bueno se te ve bien, pero es mejor que te cubras por qué...

• Porque... ¿Que sucede?

... Ricardo me señala mi pecho y yo al ver, veo que mis pezones están muy pronunciados que se ven por encima de la camiseta.

Me cubro rápidamente con mis brazos y el sonríe levemente, va al closet y me trae una bata limpia.

• Colócate esto encima.

• Gracias... Yo te quería preguntar algo.

•¿Querías?

• No, quiero preguntar, si en esta casa no hay más habitaciones.

• Pues si las hay.

• Entonces no hay necesidad de que compartamos la misma.

• Bueno sí hay tres habitaciones más en esta casa, pero hay un problema.

• Cuál 🤔

• Que están en reparación y en las otras dos pues aún no hay electricidad. Pero no te preocupes, yo puedo dormir en el sillón, además no te voy a hacer daño, no soy un violentado de mujeres o esos hombres que fuerzan a las mujeres a hacer su voluntad y gusto.

• Yo no me refería a eso, sino que no nos conocemos y no puedo dormir con alguien que para mi es casi un desconocido.

• Puedo dejar de serlo. Que te parece si ahora vamos a cenar y luego conversamos un poco, que después de todo somos marido y mujer, además tendremos tiempo para poder hablar, pero ahora tienes que comer algo.

• Sí está bien.

Ricardo... A menos esta vez no discutimos ni nada, se ve tan linda y yo que ya perdía en sus pezones erectos, hay si fuese otra situación, me la llevaría a la cama y le haría el amor hasta en cansancio, me la imagino bajo mi cuerpo mordiendo sus labios, y acariciando sus piernas largas.

• Ricardo ya...

• Lo siento si ahora vamos.

Mi nana hizo una sopa de pollo y verduras otra que te sientas mejor. También preparo manzanilla para que puedas aliviar tu malestar estomacal.

• Gracias, ahora si muero de hambre.

Ricardo... Bajamos y mi nana está colocando los cubiertos en la mesa, yo voy y le presento a Luna.

Nana, ella es Luna, mi esposa.

• Mucho gusto, señora.

° Sí muy bonita tu esposa mi hijo. Hola niña hermosa, ven siéntate que enseguida traigo la sopa para que te sientas mejor.

• Té lo agradecemos nana.

• Ricardo, aparte de tu nana, hay alguien más viviendo aquí en esta casa.

• Solo ella y Carmelo, el chófer y nosotros dos. Pero porque la pregunta.

• Pensé que había más personas aquí, la sala es bastante espaciosa.

° Aquí está la sopa tibia ya, así que cenen y vayan a descansar porque tuvieron un día bastante pesado los dos.

• Gracias, señora.

° No niña, si me lo permites me puedes decir nana o Caridad.

• Gracias, nana, por cierto la sopa esta deliciosa.

• Sí nana, jamás pierdes ese toque delicioso que tienes en cada plato.

... La cena termina y ya veo que el semblante de Luna va cambiando, agradecemos y subimos a la habitación, aunque siento que ella está nerviosa.

• Luna, te parece si yo me voy a dormir al sillón para que así puedas estar cómoda.

• Té lo agradecería mucho, lo siento, pero es incómodo que duermas conmigo.

• Té entiendo. No hay lío.