¡Eres Mía Gordita!

Thiago

Estaba a punto de salir de la oficina para almorzar con Elizabeth,cuando la puerta de la oficina se abrió dejando ver a una Micaela enfadada.

-Que esta pasando!?-grito entrando a la oficina.

La mire confundido sin saber a qué se refería.

-No me mires así,te he visto esta mañana con esa gorda en el restaurante-exclamo molesta.

Bien ya estaba perdiendo la poca paciencia que me quedaba con esta chica.

-Micaela será mejor que cuides tu forma de hablar sobre la señorita Allen-hable serio.

-Claro ahora entiendo todo,esa gorda se acuesta contigo y por eso le das una campaña-escupió con rabia.

Mi mano impacto contra la mesa en un golpe más fuerte de lo que esperaba.

-Te quiero fuera de mi oficina y de mi empresa ahora mismo-ordene serio.

-¡No me iré hasta que digas la verdad!-grito.

-La verdad!?-grite molesto mirandola a los ojos-La verdad es que estoy a los jodidos pies de Elizabeth Allen desde el primer momento en que la vi,y aunque intenté evitar sentí algo por ella,me fue imposible alejarme,por qué ella es una buena mujer a diferencia de ti-hable mirándola seriamente.

-¡Es solo una perra que quiere tu dinero!-hablo con rabia.

-Claro por qué tu eres una santa-hable sarcástico-Que no se te olvide que se todo sobre ti,lo estúpida que fuiste como para engañar a mi mejor amigo solo por un hombre que tenía algo más de poder que el-solté perdiendo el control-Y ahora vines a trabajar a mi empresa y quieres estar conmigo luego de lo que pasó con Marcos-rei sin ganas-Eso jamás va a pasar-dije frío.

-¡Lo que pasó con el fue un error!-exclamo histérica.

-¡Déjame en paz no quiero nada que se relacione a ti,si te mantuve en esta empresa era para que vieras que no mezclo lo personal con lo laboral,pero estoy cansado de tus reproches y tonterías,te quiero fuera de mi empresa y de mi vida!-hable molesto.

-Ahora estás mezclando lo laboral y lo personal defendido a esa cualquiera-hablo con esa voz chillona que tanto me molesta.

-¡Cierra de una vez tú maldita boca!-hable molesto acercándome-Ella no es una cualquier,ella es Mi Mujer-hable serio-Y no quiero saber de ti nunca más-Sali de la oficina antes de que pudiera contestar.

Solté un suspiro ante de seguir el camino hacia el aparcamiento,sabía que algunas de las personas que se encontraban cerca de la oficina había escuchado la conversación,por lo que no me sorprendería que luego hubiesen rumores sobre lo que pasó.

A penas llegué al aparcamiento y la vi parada mirando su teléfono con el ceño levemente fruncido,todos mis jodidos problemas se fueron a la mierda,soltó un suspiro mirando su pantalla y luego sus ojos avellanas viajaron a los míos,en el instante en el que nuestros ojos se conectaron se dibujo una pequeña sonrisa en sus labios.

Camine hacia ella con una sonrisa de lado en mis labios,apenas estuve a su lado le di un beso en la mejilla y camine hacia la puerta para abrirla.

-Gracias-dijo subiendo al auto.

Camine hacia mi lado del auto y me adentre a él para ir al restaurante donde mi asistente ya había reservado una mesa para ambos,apenas estuve dentro del auto tome su mano entrelazandola con mía,se me estaba haciendo costumbre hacerlos y no quería incómodarla,la mire en busca de incomodidad en su forma de mirar o si se removía en su asiento incómoda,pero no encontré ninguna señal que me demostrará eso,en cambio ella apretó mi mano y la acaricio con su dedo pulgar.

Aún así no pude evitar pensar en que quizás está situación la hacia sentir mal o incómoda.

-Te molesta?-pregunte mirando nuestras manos y luego a ella.

Ella solo negó en respuesta,pero necesitaba más que eso para saber si encerio sentía algo por mi o solo era mi imaginación.

-Se siente bien estar contigo me hace sentir cómoda,tu eres me tratas muy bien y no puedo pedir nada más que eso-hablo ella como si pudiera leer mis pensamientos.

Una sonrisa se instalo en mis labios y pude ver qué ella se sonrojo al verme sonreír,¿Cómo podía ser tan adorable?¿Por qué está mujer tenía que ser tan perfecta?¿Cómo podía existir alguien tan hermosa?,esa preguntas rondaron mis cabeza mientras miraba la carretera y de reojo la veían mirar la ventanilla.

-Thiago quedarás visco si miras hacia los dos lados a la vez-se burló con una sonrisa.

-Aun así te quedarías conmigo, cierto?-pregunte divertido.

-Claro que si-dijo de una manera divertida pero sería a la vez-De cualquiera manera me quedaría contigo-aseguro con una sonrisa.

En ese instante mi corazón parecía querer salirse de mi pecho de lo rápido que latía,esa sonrisa me había quitado el aliento en más de una ocasión y en ese momento sentí como si se me corta la respiración.

Definitivamente Elizabeth Allen es la definición de perfección antes mis ojos,y la mujer que me había logrado enamorar.

Pensé para mí mismo sonriendo.