Mi Esposo Guardián Resultó Ser Millonario

Cinco Años Después

El sol de la mañana penetraba por los grandes ventanales del comedor de la familia Arjuna. El aroma a pan tostado y leche caliente llenaba el aire. Ayuna estaba ocupada preparando una pequeña merienda, mientras Arjuna, con la corbata a medio poner, intentaba ganarle al tiempo buscando algo.

"Cariño, ¿has visto mi billetera?", preguntó Arjuna desde detrás del armario.

"La pusiste en el cajón del estudio, Mas. Igual que ayer, y anteayer", respondió Ayuna con una pequeña risita.

Desde la dirección de las escaleras, apareció una niña de cabello rizado hasta los hombros, con un uniforme de jardín de infancia rosa y una mochila de conejo. Sekar Langit Arumadani, ahora con cinco años, caminaba sosteniendo su muñeca de gato favorita.

"¡Mamá... Sekar no quiere usar este lazo, es feo. El color es rosa oscuro. Sekar quiere rosa claro como la ropa de mamá de anoche!", se quejó con una expresión seria.

Ayuna se rió entre dientes. "Pero este lazo es especial, sabes. Está hecho a mano por la tía Kinan, ¿recuerdas?"

"Pero igual... es feo", respondió Sekar inocentemente haciendo un puchero.

Arjuna apareció con su billetera y besó la cabeza de Sekar. "Buenos días, Princesa de papá. ¿Qué va a aprender Sekar hoy en la escuela?"

"Buenos días, papá, hoy dibujo y bailo. ¡Pero Sekar también quiere aprender a ser CEO como papá!", respondió Sekar con entusiasmo.

Arjuna y Ayuna se miraron y luego se rieron.

"Por supuesto, si estudias con dedicación, si Dios quiere seguro que podrás", respondió Arjuna y eso hizo que Sekar sonriera dulcemente.

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En el Patio de la Casa – Antes de Irse

Los primos de Arjuna vinieron de visita esa mañana, trayendo a sus hijos. La gran casa volvió a estar llena de niños jugando y persiguiéndose unos a otros. Papi Arkan se sentó en la terraza, mirando con ojos felices. Ibu Amalia estaba recogiendo flores en el jardín trasero, acompañada por Mami Antika, que ahora es su buena amiga.

Sekar se acercó a Arjuna, que estaba listo para llevarla a la escuela.

"Papá..." llamó Sekar

"¿Sí, hija?"

"Cuando sea grande, ¿me puedo casar también?", preguntó Sekar

Arjuna se atragantó directamente con su bebida. "¡Eh! ¡Todavía tienes cinco años, cariño!"

"¡Pero es que mamá se casó con papá cuando también era joven!", Sekar se refirió a una de las fotos de la boda que solía ver en la sala familiar.

Ayuna se rió desde la distancia. "Sekar, ¡primero tienes que ser CEO, solo entonces puedes pensar en casarte!"

Sekar asintió con determinación. "Ok. Primero ser CEO. Luego buscar un esposo que pueda hacer un delicioso nasi goreng".

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Por la Noche

En la habitación de Sekar llena de estrellas de fósforo en el techo, Ayuna contaba cuentos como de costumbre. Sekar ya estaba acostada con su muñeca de gato en sus brazos.

"Y luego el pajarito voló, buscando un hogar lleno de amor. Y finalmente se dio cuenta... ese hogar era el lugar donde era amado".

Sekar cerró los ojos y luego los volvió a abrir un poco.

"Mamá... Sekar quiere a mamá, a papá y a toda la familia. Pero mamá no te pongas vieja todavía, ¿sí?"

Ayuna sonrió y besó la frente de su hija. "Mamá promete. Mientras Sekar siga riendo así, mamá siempre será joven".

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En su estudio esa noche, Arjuna miraba un cuadro familiar que acababa de colgar: él, Ayuna y Sekar de pie en medio de un jardín de flores, rodeados de su gran familia. Sus sonrisas eran felices. Tranquilas.

Ya no había amenazas. Ya no había sombras del pasado.

Solo días llenos de risas, amor e historias divertidas de una niña llamada Sekar Langit Arumadani que antes se presentó como un rayo de esperanza, ahora se ha convertido en el centro del universo en esa pequeña familia.

Continuará